Siddharta Gautama, más conocido como
Buda Gautama, Sakiamuni, o simplemente el Buda, fue una
asceta (sanniasin) y sabio en cuyas enseñanzas se fundó el budismo. Nació en la desaparecida república Sakia en las estribaciones del
Himalaya. Enseñando
principalmente en el noroeste de la India.Debido a ciertas interpretaciones
erróneas muy comunes, debe enfatizarse que Buda Gautama no es un dios ni el
único ni primer buda.
Esto no solo fue asegurado por el
mismo Sidarta Gautama, sino que también la cosmología budista hace esta
distinción al afirmar que únicamente los humanos —pero no se limita a esta
humanidad en particular— pueden lograr el estado de buda, pues en estos reside
el mayor potencial para la iluminación.
Es
la figura central del budismo y sus relatos, discursos y reglas monásticas son
creencias budistas que, después de su muerte, fueron resumidas y memorizadas
por sus seguidores. Existen diversas colecciones de dichas enseñanzas que le
fueron atribuidas y transmitidas por tradición oral, hasta ser escritas
aproximadamente cuatrocientos años después de su fallecimiento.
A continuación recopilamos 67 frases de Buda, ¿cuál es tu favorita?
A continuación recopilamos 67 frases de Buda, ¿cuál es tu favorita?
La lengua es como un cuchillo afilado… mata sin que brote la sangre.
Lo que eres es lo que has sido. Lo que serás es lo que haces a partir de
ahora.
Pon tu corazón en hacer el bien. Si lo haces una y otra vez, y se te
llena de alegría.
Si no somos capaces de cuidar de los demás cuando necesitan ayuda,
¿quién cuidará de nosotros?
Sólo se pierdes aquello a lo que te aferras.
Cualquier palabra debe ser elegida con cuidado por las personas que la
escucharán y serán influidas para bien o para mal.
No sobreestimes lo que has recibido, ni envidies a otros, el que envidia
no tiene paz. La muerte no se teme, si se ha vivido sabiamente.
Al igual que una serpiente cambia de piel, debemos arrojar nuestro
pasado una y otra vez.
La bondad debe convertirse en la forma natural de la vida, no la
excepción.
No hay nada más terrible que el hábito de la duda. La duda separa a las
personas. Es un veneno que se desintegra amistades y rompe las relaciones
agradables. Es una espina que irrita y daña; es una espada que mata.
Cada mañana nacemos de nuevo. Lo que hacemos hoy es lo que más importa.
Nada es para siempre excepto el cambio.
Tu propósito en la vida es encontrar tu propósito, y dar todo su corazón
y alma a él.
La oración más grande es la paciencia.
No hay un camino a la felicidad: la felicidad es el camino.
No creas nada, no importa donde leas, o quien lo dijo, no importa si lo
he dicho yo, a no ser que esté de acuerdo con tu propia razón y sentido común.
Un momento puede cambiar un día, un día puede cambiar una vida y una
vida puede cambiar el mundo.
No va a ser castigado por tu cólera; tu cólera te castigará a ti.
Cuando tú me lanzas espinas, cayendo en mi silencio se convierten en
flores.
Si tu compasión no te incluye a ti mismo, es incompleta.
El dolor es cierto, el sufrimiento es opcional.
El secreto de la salud para la mente y el cuerpo no es parar a llorar
por el pasado, ni preocuparse por el futuro, sino vivir el momento presente con
prudencia y serenidad.
Sólo hay dos errores que se comenten en el camino a la verdad: No
empezar, y no llegar hasta el final.
El verdadero amor nace de la comprensión.
La amistad es la única cura para el odio, la única garantía de la paz.
El apego lleva al sufrimiento.
Aquellos que están libres de pensamientos resentidos seguro que
encuentran la paz.
La mayoría de los problemas, si se les da suficiente tiempo y espacio, a
la larga se desgastan.
Si tiene solución, ¿por qué lloras? Si no tiene solución, ¿por qué
lloras?
La salud es el regalo más grande, la satisfacción de la mayor riqueza,
la fidelidad de la mejor relación.
Una jarra se llena gota a gota.
Nada te puede dañar tanto como tus propios pensamientos sin vigilancia.
Es capaz el que piensa que es capaz.
Si no cambiamos de dirección, podemos terminar donde empezamos.
Mejor que mil palabras vacías, una palabra que traiga paz.
Recordar un mal es como llevar una carga en la mente.
El odio no se termina con odio, se termina con amor, es la regla eterna.
Guardar rencor es como sujetar un carbón caliente con la intención de
lanzárselo a alguien más; es uno el que se quema.
La paz viene de dentro, no la busques fuera.
Así como una roca sólida es inamovible por el viento, los sabios son
inquebrantables por la alabanza o la culpa.
Para enseñar a los demás, primero has de hacer tú algo muy duro: has de
enderezarte a ti mismo.
La mente lo es todo. Lo que pienses, en eso te conviertes.
El camino no está en el cielo; el Camino se encuentra en el corazón.
Nunca he conocido a nadie tan ignorante del que no pudiera aprender
algo.
Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado. Si un hombre
habla o actúa con dolo, le sigue el dolor. Si lo hace con un pensamiento puro,
la felicidad lo sigue como una sombra que nunca lo abandona.
No vivas en el pasado, no imagines el futuro, concentra la mente en el
momento presente.
No hay suficiente oscuridad en todo el mundo para apagar la luz de una
pequeña vela.
Yo no creo en un destino para los hombres independiente a cómo actúen;
creo que les alcanzará el destino a menos que actúen.
En cualquier batalla pierden vencedores y vencidos.
Toma consciencia dónde te encuentras; de lo contrario se perderás tu
vida.
Es la mente de un hombre, no sus amigos o enemigos, la que lo lleva por
los caminos del mal.
Hay tres cosas que no se pueden ocultar por mucho tiempo: El sol, la
luna y la verdad.
Todo ser humano es el autor de su propia salud o enfermedad.
Para tener buena salud, encontrar la felicidad verdadera en la familia y
traer paz a todos, el hombre debe primero controlar su propia mente. Si lo
logra, habrá llegado a la iluminación, y toda la sabiduría y virtud vendrán
naturalmente a él.
No lastimes a los demás con lo que te causa dolor a ti mismo.
Nos moldean nuestros pensamientos. Aquellos con mentes libres de
pensamientos egoístas producen alegría cuando hablan o actúan. La felicidad los
sigue como una sombra.
A un loco se le conoce por sus actos, a un sabio también.
Somos lo que pensamos, todo lo que somos se levanta con nuestros
pensamientos. Con ellos, creamos el mundo.
Miles de velas pueden ser encendidas a partir de una sola, y la vida de
esa vela no se acortará. La felicidad nunca disminuirá por ser compartida.
En lo que pensamos nos convertimos.
Cuando uno se libera del gusto por lo malo, cuando está tranquilo y
encuentra placer en las buenas enseñanzas, cuando se tienen estos sentimientos
y se aprecian, entonces se libera del miedo.
Nadie te castigará por tu enojo, tu enojo se encargará de castigarte.
Tú te mereces tu cariño y afecto.
Todos los actos incorrectos vienen de la mente. Si la mente cambia,
¿cómo podrían permanecer esos actos?
Para vivir una vida desapegada, uno no se debe sentir dueño de nada en
medio de la abundancia.
El pasado ya se ha ido, el futuro todavía no está aquí. Sólo hay un
momento en que vives, y es el momento presente.
Así como
una vela no brilla sin fuego, el hombre no puede existir sin una vida
espiritual.
http://www.diapordiamesupero.com/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario