En
algunos escenarios, muchos padres se sienten desarmados cuando sus hijos entran
en cólera y no saben cómo calmarles. És más, cuando “aparecen los numeritos de
rabia” los progenitores tienden a ponerse más nerviosos y eso hace incrementar
la ira del niño dándose lugar un bucle del que difícilmente se puede salir.
Cada
vez nos vienen a consulta más casos de niños que les cuesta
controlarse ante situaciones de ira. Por ello nosotros hacemos
hincapié en que los padres tengan una “caja de recursos” para
enseñarles distintas opciones que ayuden al niño a autocontrolarse.
Pero
antes hay algunos trucos que los padres pueden hacer para prevenirestos estallidos emocionales como son:
escucharles con atención y mostrar interés por lo que nos cuentan, atender sus
emociones, canalizar su energía a través del deporte, anticiparles lo que va
suceder, hacer preguntas en lugar de ordenar, darles opciones limitadas, darles
a menudo afecto, ayudarles a encontrar soluciones o alternativas, etc. Pero
cuando el descontrol emocional es inminente, aquí es donde los padres han de
abrir su caja de recursos para enseñarles a sus hijos cómo controlarse. Veamos
algunas técnicas.
1.
1. Primero de todo, hemos de explicarles cómo funciona
la rabia. Nosotros utilizamos la “técnica del volcán” en
el que le explicamos que nosotros somos cómo un volcán: cuando el volcán está
calmado la lava no sale, y al
2. contrario, en el momento que el volcán se “activa”
es cuando la lava sale al exterior. Aquí hay un fácil y divertido ejemplo para
realizarlo.
1. Pastel de la calma. En un papel dibujamos una redonda y la
dividiremos en diferentes partes las cuales serán los “trozos del pastel”. En
cada trozo pondremos un truco para calmarse. Por ejemplo, contar de 10 hacia
atrás, respirar profundamente como si sacáramos un espagueti, etc. Es divertido
pensar entre todos distintas estrategias para calmarse.
2. Espacio de paz.
Consiste en crear un lugar especial dentro de la casa donde el niño pueda
recurrir para tranquilizarse y volver a recuperar el equilibrio emocional. Este
lugar debe ser escogido entre los padres y el niño y debe contener elementos
que lo inviten a relajarse y a sentir paz: música, juguetes, peluches, algún
cuadro que incite a la tranquilidad, cojines, etc.
3. El semáforo.
Es una técnica muy efectiva para instruir a los niños a cómo calmarse ante un
arranque de ira, y todo ello lo haga como lo hace un
semáforo. Rojo para detenerse tan cual lo hacen los vehículos, Amarillo para
pensar lo que está sucediendo y ver posibles alternativas
y Verde para actuar de manera más racional y estabilizada. Para ello
animamos al niño que dibuje un semáforo y que al lado ponga las instrucciones
mencionadas para que lo vea más gráfico.
4. Efecto de la arena. Hay muchos niños más sensibles sensorialmente y
les relajan texturas relacionadas con la naturaleza. Conseguir arena es fácil,
y ésta la podemos poner en una caja para que la pueda tocar y jugar con ella
poniéndole juguetes.
5. Ser un globo.
Consiste en imaginar que es un globo que se va hinchando poco a poco y que una
vez inflado se imaginará que se va volando muy alto.
6. Fabricar una bola antiestrés. Otra técnica muy sencilla que les gustarán mucho
a los niños es fabricar una pelota antiestrés. Solamente necesitamos un globo y
llenarle de arroz o lentejas.
Podemos encontrar un sinfín de
recursos para nuestra caja, pero la herramienta más eficaz son los propios
padres. La forma más efectiva de lograrlo es a través del propio ejercicio y
autocontrol de uno mismo. Recordemos que los progenitores son un espejo para
sus hijos y el comportamiento que está alrededor del niño es el que aprenderá y
realizará en su vida. Los padres son los principales maestros encargados de
transmitirles una habilidad muy poderosa: Autocontrol emocional.
Referencia
: Por Eugenia Olego Gual El TeuEspai
https://fun4us.org+
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