El dejar ir ciertas energías acumuladas en nuestros
campos energéticos y cuerpos sutiles que ya no nos sirven y reemplazarlas por
otras nuevas energías más elevadas produce el efecto de “actualización de
datos”, por hacer una analogía con un ordenador al cual le estamos
instalando las versiones más recientes de los programas, o incluso un nuevo sistema
operativo.
Diferentes
niveles de actuación
A
pesar de que cuando se hace un trabajo energético sobre alguien se
procura que estos cambios y actualizaciones se hagan con la menor
incomodidad posible para el sujeto que los recibe (la limpieza se hace
a través del Yo Superior de esa persona) pueden aparecer
ciertos síntomas durante este periodo que es bueno conocer, y saber
que están siendo debidos a una mejora en nuestro
sistema energético.
Trabajo
a todos los niveles
De todas maneras, puesto que todos somos completamente
diferentes, algunos no notarán nada en absoluto, mientras que otras personas
percibirán una o varias de las cosas que os explico más adelante.
También habéis de saber que el reajuste se produce a todos los
niveles: emocional, mental, espiritual y por último físico, por lo que hay
quien no siente nada hasta bastante tiempo después de haber recibido
esa limpieza.
Todas las áreas de nuestra vida de una forma u otra
se van a ver afectadas por un reajuste de estas características, ya que un
trabajo así produce una curación y
una elevación de nuestra frecuencia, una eliminación de
cosas que ya no nos sirven y un rebalance de todos los niveles de nuestro ser.
Cuanto más profunda es esta limpieza, más cosas se remueven y más efectos
positivos tiene una vez esta se ha completado.
Algunos
síntomas o sensaciones
Os comento brevemente lo que podemos encontrarnos
en cada uno de los niveles de nuestro ser cuando estamos removiendo esas
energías antiguas y reemplazándolas por nuevas.
§ Limpieza física del cuerpo
Síntomas parecidos a un pequeño resfriado o
gripe: dolor de cabeza, algo de fiebre, picor en la garganta, tos,
etc. También algunas molestias físicas menores. Simplemente
el cuerpo está intentando eliminar toxinas y energías estancadas allá donde
las tenga, lo cual se traduce en la necesidad de expulsar a
nivel físico todo aquello que ya no nos sirve.
Para reducir las molestias es recomendable
disfrutar de paseos al aire libre, hacer ejercicio, y beber litros y litros de
agua, comer más sano, descansar más, etc. La idea es simple, ayudar a nuestro
cuerpo a recuperar el balance y recargarse con las nuevas energías lo
antes posible. Nada que resulte extraño.
§ Purificación emocional
Emociones fuertemente arraigadas pueden aparecer
sin razón alguna: rabia, enfados, frustración, tristeza, etc. Estas
emociones salen a la luz porque han estado reprimidas o medio tapadas durante
mucho tiempo y al hacer la limpieza las estamos eliminando. Procura no sentirte
afectado por lo que estás “sintiendo”, no te culpes o trates de buscar causas
más allá del dejar que esas emociones agoten su carga emocional y por
fin se desprendan de tu cuerpo emocional para siempre.
Para facilitar el proceso, aprende a relajarte,
meditar, respirar calmadamente, darte baños relajantes, disfrutar de las cosas,
etc. El objetivo es dejar ir esas emociones con la mayor suavidad posible.
§ Purificación mental
Patrones de conducta, pensamientos
antiguos, hábitos y costumbres que creíamos desterradas
pueden volver a salir a la superficie. A veces podemos volvernos de nuevo
adictos a comer algo sin parar, a fumar, a beber algo, etc. Es el mismo proceso
que antes. Aquello que teníamos medio enterrado en nuestro cuerpo mental está
saliendo por fin a la superficie y disipándose, haciéndonos sentir
de nuevo en el momento esos efectos que en su día nos
causaron. También todo tipo de pensamientos negativos (culpa, abuso,
juicio constante a los demás, victimización, etc.) pueden volver a salir
durante el proceso de limpieza. Recuerda, estamos barriendo la casa, y no
metemos el polvo debajo de la alfombra de nuevo, sino que lo sacamos del todo
para que no vuelva a molestarnos.
No seas duro contigo mismo cuando te notes
sintiendo estas cosas. Simplemente reconocerlas, validarlas,
y dejarlas ir es lo que hay que hacer. Cambia tus impulsos de hacer
algo “dañino” por otra cosa que te haga sentir mejor. Se gentil contigo
mismo/a, haz cosas que te hagan sentir bien, repite afirmaciones positivas,
medita, escucha música, etc.
§ Purificación espiritual/cuerpo causal
Tus creencias pueden removerse hasta sus más
profundos cimientos. La forma en la que ves el mundo puede cambiar, todo lo
que creías que era de una forma poco a poco resulta que es de otra.
Tu forma de entender como funcionan las relaciones entre la gente, las religiones,
lo que es importante para ti mismo, lo que creías que era sólido como
una roca, todo puede darse la vuelta cuando hay una limpieza profunda
de energías estancadas a nivel espiritual.
Cuando esto ocurre, es como si nos abrieran los
ojos, como si nos dieran acceso a otro plano de visión más elevado
desde el cual vemos las cosas de diferente manera. Nuevas revelaciones e
intuiciones vienen y van, nuevas ideas reemplazan a las antiguas. Nuestro mundo
se transforma y podemos sentirnos desorientados mientras esa transformación va
teniendo lugar.
Para mitigar esos efectos, habla de todo esto con
aquellas personas que puedan entenderte o hayan pasado por algo parecido, lee
libros que incrementen tu visión “espiritual” de la vida,
escucha música que te transporte a frecuencias más elevadas y te
hagan sentir bien, y cuida mucho de ti mismo/a. El proceso
de transformación de viejas creencias y limitaciones es normal, y no
tiene porque ser dramático, de nuevo, solo estás dejando ir lo que ya no
te sirve para alcanzar un nuevo nivel.
Si estás en medio de un proceso de limpieza
energética, siguiendo alguna terapia, y te ves reflejado en algo de todo esto,
date cuenta que es normal, que es un periodo de cambio positivo y que una vez
hayas integrado todas esas nuevas energías te sentirás mucho mejor y renovado.
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