¿Cómo pueden
confiar en sus instintos si estos a menudo le dicen que está al borde de la muerte
cuando se trata solo de un ataque de pánico? ¿Cómo confiar en sus reacciones
viscerales si estas las convencen de que tiene una enfermedad incurable o que
el avión al que está a punto de subirse se va a estrellar?
La ansiedad
se manifiesta a través de pensamientos anticipatorios negativos y una sensación
de aprensión, como si algo malo fuera a ocurrir de un momento a otro, a lo cual
le siguen reacciones vegetativas intensas. En esos casos, es difícil hacerle
caso al instinto.
La ansiedad acalla el instinto
Un estudio
desarrollado en la Universidad Libre de Berlín analizó cómo impacta la ansiedad
en la intuición. Estos psicólogos analizaron y compararon las habilidades
intuitivas en la toma de decisiones.
Más de un
centenar de participantes fueron asignados al azar a tres grupos, en los cuales
se indujeron diferentes estados de ánimo a través de frases e imágenes:
ansiedad, optimismo y neutralidad.
Por ejemplo,
para promover la sensación de optimismo, una de las frases decía: “El afecto
de las personas que amamos nos hace sentir particularmente seguros y confiados.
Siempre hay alguien que nos ama” y luego se mostraba una foto de una joven
pareja sonriente con una mascota.
Sin embargo,
para generar la ansiedad se usaron frases como: “La seguridad no está
garantizada, ni en el vecindario ni en el hogar”, seguido por la imagen de
un hombre que aferraba el cuello de una mujer.
A continuación los participantes debían completar
un cuestionario diseñado para evaluar su tendencia a tomar decisiones
intuitivas y analizar cuál era su eficacia. Se constató que un estado de ánimo
neutral o positivo no parecía influir en la intuición, pero la ansiedad reducía
drásticamente la capacidad para dejarse llevar por el instinto.
¿Cómo la ansiedad afecta la intuición?
Todo parece
indicar que la ansiedad nos hace reacios a asumir riesgos ya que genera un
estado de ánimo más pesimista y apuntala la sensación de inseguridad,
cualidades que nos hacen más propensos a elegir la alternativa que creemos más
segura, rutinaria y no desafiante. En algunos casos, la ansiedad incluso puede
llegar a paralizarnos, de manera que no seremos capaces de tomar ninguna
decisión.
Estos
psicólogos explican que para usar la intuición en la toma de decisiones, es
imprescindible que tengamos confianza en nosotros mismos. El problema es que la
ansiedad nos arrebata esa confianza, por lo que es más probable que ignoremos
las sutiles señales emocionales o corporales que normalmente catalogamos como “corazonadas”.
De hecho,
las señales físicas que normalmente asumimos como indicadores de la intuición,
como puede ser la aceleración del ritmo cardíaco o tener mariposillas en el
estómago, para las personas ansiosas no suelen ser más que desagradables síntomas
psicosomáticos.
Por tanto,
si quieres que tu intuición te señale el camino cuando estás en una
encrucijada, el primer paso es aprender a relajarte. Solo así podrás escuchar
su mensaje.
Fuente:
Remmers, C.
& Zander, T. (2017) Why You Don’t See the Forest for the Trees When You Are
Anxious: Anxiety Impairs Intuitive Decision Making. Clinical
Psychological Science.
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