1) El sexo es en realidad sólo la
relación de la naturaleza inferior con el yo superior; luego es elevado a la
luz del día, a fin de que el hombre pueda alcanzar la completa unión con la
divinidad. El hombre descubre que el sexo (que hasta entonces ha sido una
función puramente física, realizada a veces bajo el impulso del amor) es
elevado a su correcto plano como el matrimonio divino, realizado y consumado en
los niveles de la percepción del alma. Esta gran verdad subyace en la historia
sórdida de la expresión del sexo, la magia sexual y las distorsiones de la
moderna magia tántrica. La humanidad ha aminorado el simbolismo y sus
pensamientos han envilecido al sexo hasta convertirlo en una función animal, y
no fue elevado al reino del misterio simbólico. Los hombres han tratado de
obtener, por medio de la expresión física, la fusión y la armonía internas que
anhelan, y esto no se puede hacer. El sexo sólo es el símbolo de una dualidad
interna que debe ser trascendida y llevada a la unidad. No se trasciende por
medios o rituales físicos, sino que es una trascendencia en la conciencia.
2) …la fuerza de la atracción sexual…
proviene del plano físico, y es el retroceso de un tipo de energía involutiva
en el sendero de retorno. Hablando cósmicamente, se manifiesta como la fuerza
atractiva entre espíritu y materia; hablando espiritualmente, se demuestra como
la actividad del alma cuando trata de llevar al yo inferior a una plena
realización. Hablando físicamente, es el impulso de unirse el macho y la hembra
para los propósitos de la procreación. Cuando el hombre era puramente animal,
esto no implicaba pecado. Pero a este impulso se le agregó el deseo emocional y
entonces se infiltró el pecado; el propósito por el cual se manifestó el impulso
fue pervertido en la satisfacción del deseo. Ahora que la raza es más mental y
la fuerza de la mente se hace sentir en el cuerpo humano, existe una situación
aún más seria que sólo podrá resolverse sin peligro cuando el alma asuma el
control de su triple instrumento.
3) Vivimos en un mundo de formas, las
cuales están constituidas por vidas, y estas vidas tienen su propia influencia
emanante y contribuyente. A su vez consta de tres grupos principales:
• Esas emanaciones que al surgir de
las células mismas y depender de su cualidad, producen efectos buenos o malos,
y densifican o refinan, elevan o rebaja, debido a su influencia, la vibración
física del unido cuerpo celular. Como bien sabemos, el efecto físico que
produce el hombre de naturaleza burda, bruta y animal, será distinto a los
efectos refinados y embellecedores producidos por el contacto con un alma
madura, actuando en un cuerpo refinado, aseado, disciplinado y purificado.
• Esas emanaciones, esencialmente
físicas, responsables de esa afinidad química entre un cuerpo animal y otro,
producen la atracción de los sexos. Es un aspecto del magnetismo animal y la
respuesta de las células al llamado de otras células, actuando de acuerdo a la
Ley de Atracción y Repulsión. Es compartida por el hombre y los animales, y
siendo instintiva, está libre de toda reacción mental.
• Esas fuerzas o emanaciones,
respuesta de las células o los ritmos armónicos, dependen, por lo tanto, de que
la célula posea algo de aquello a lo cual responde. Dichas emanaciones son aún
poco comprendidas; pero se evidenciarán a medida que avance la raza. Este tipo
de fuerza es ese algo misterioso que permite al cuerpo físico, por ejemplo,
reconocer como armónico o congénito al medio ambiente físico circundante. Es
esa reacción indefinible que hace que dos seres humanos (aparte de toda
atracción sexual, porque las personas del mismo sexo lo sienten mutuamente)
tengan un efecto físico armónico entre sí. Esto, en el plano externo, es la
base esotérica de toda relación grupal, y la comprensión de estas emanaciones
permite que se lleve a cabo el aislamiento y la segregación de razas de acuerdo
al gran plan evolutivo;
4) …La relación entre los cuerpos
físicos masculino y femenino, que el hombre denomina relación sexual (es)
considerada de suma importancia en esta época. En el valle de la ilusión el
símbolo absorbe frecuentemente la atención y se olvida lo que éste representa.
Con la solución de esta relación sobrevendrá la iniciación racial, y de esto se
ocupa ahora la raza.
5) El instinto del sexo tiene su
principal raíz en el temor a la separatividad y al aislamiento, en la rebeldía
contra la unidad separatista y contra la soledad en el plano físico, y su
resultado ha sido llevar adelante a la raza mediante la persistente propagación
de las formas, por las cuales la raza puede venir a la manifestación.
6) El instinto sexual se ha
desarrollado y encuentra su consumación lógica en la relación -conscientemente
comprendida- entre el alma y el cuerpo. Esto constituye la nota clave del
misticismo y de la religión que, actualmente y como lo ha sido siempre, es la
expresión de la Ley de Atracción, no mediante el matrimonio en el plano físico,
sino (para el hombre) en el sublime matrimonio consumado con consciente
intención entre el alma positiva y la forma negativa y receptiva.
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