Es hora de…
1. Deja de permitir que las personas te
arrastren en discusiones innecesarias.
Nunca pierdas tu tiempo tratando de darte a
entender a personas que han demostrado que están comprometidas con no entender
tus puntos de vista.
Y no definas tu inteligencia o autoestima por el
número de argumentos que has ganado, sino por el número de veces que has dicho
“esta tontería es innecesaria y no vale la pena gastar mi tiempo en esto!”
El positivismo es una elección. Elige con cuidado,
sé lo suficientemente inteligente como para alejarte de la negatividad que te
rodea, ya que nunca será digna de tu tiempo, nunca.
3. Deja de permitir que la gente te haga
sentir avergonzado de tus cicatrices.
Las cicatrices nos recuerdan que nuestro pasado es
real, y que hemos crecido gracias a ellas. Cada cicatriz tiene una historia, no
tengas miedo de contarlas ni de llevarlas contigo.
4. Deja de escuchar a los que te reprenden
por tus honestos errores.
Para crecer fuerte y sabio, debes tener el coraje
de cometer errores. Permítete ser un principiante, nadie comienza siendo
excelente.
5. Deja de permitir que otros te ciegan de
TU verdad.
Hoy en día, la única persona a la que debes tratar
de ser mejor, es la persona que eras ayer. Ponte a prueba a ti mismo, no a los
demás.
6. Deja de permitir que hayan personas que
te intimiden.
La intimidación ni el bullying son correctos,
punto. No hay libertad en la tierra que le dé a alguien el derecho de atacar lo
que eres como persona. Lamentablemente, algunas personas simplemente no serán
felices hasta que hayan tirado tu ego al suelo y lo hayan pisoteado. Lo que
tienes que hacer, es tener el coraje de defender tu posición. No les des
ninguna libertad, nadie tiene el poder de hacerte sentir inferior a menos que
tu les des ese poder.
7. Deja de permitir que tus amigos te sean
desleales.
¿Qué es ser un amigo de verdad? Alguien que te ama
tal como eres, pero que aún así te ayuda a ser una persona mejor. Sé un
verdadero amigo para los demás y mantén cerca de ti, sólo a las personas que
consideres tus verdaderos amigos.
8. Deja de permitir que las mismas personas
te mientan una y otra vez.
Si alguien te engaña una vez, la culpa es de ellos.
Si alguien te engaña dos veces, la culpa es tuya. Si descubres a alguien
mintiendo, habla, convérsalo. Algunas personas van a mentirte en varias
ocasiones con el esfuerzo vicioso de conseguir que repitas sus mentiras una y
otra vez hasta que efectivamente se conviertan en realidad. No participes en
sus tonterías, no dejes que sus mentiras sean tu realidad.
9. Deja de permitir que la gente se
aproveche de ti.
A veces las personas no se dan cuenta de las cosas
que hacemos por ellos hasta que dejamos de hacerlas. Esto no está bien! date
cuenta de esto. Te mereces algo mejor, mereces estar con personas que te hagan
sonreír, amigos que no te den por sentado, sino amigos que nunca te dejarán
botado.
10. Deja de permitir que la gente te trate
como su segundo plan.
No te conformes con estar simplemente en el tiempo
de inactividad de alguien, tiempo libre, tiempo parcial, o en “algún” momento
que puedan. Si esas personas no pueden estar ahí para ti cuando más los
necesita, no vale la pena tú tiempo.
11. Deja de permitir que las personas
equivocadas se metan en las relaciones entre tú y las personas correctas.
No dejes que las personas que se niegan a quererte
como eres te alejen de la gente que más te ama. Pasa más tiempo con aquellos
que hacen que tu mundo sea un poco más brillante, simplemente por estar en el.
Algún día, o te arrepentirás de no haberlo hecho, o vas a poder decir, “me
alegro de haber tomado esta decisión.”
12. Deja de permitir que las personas
odiosas te motiven a odiarlos de vuelta.
Como dijo Gandhi, “ojo por ojo y el mundo acabará
ciego.” Sin importar cuán despreciable ha actuado otra persona, nunca dejes que
el odio se construya en tu corazón. La lucha contra el odio con odio, sólo hace
que te duela más. Cuando decides odiar a alguien, automáticamente comienzas a
cavar dos tumbas: una para tu enemigo y una para ti mismo.
13. Deja de permitir que las personas dejen
rencor en tu mente.
Recuerda, el primero en pedir disculpas es el más
valiente. El primero en perdonar es el más fuerte. El primero en salir adelante
es el más feliz. Siempre.
14. Deja de permitir que las personas
utilicen tu pasado para envenenar tu presente.
La vida es demasiado corta como para seguir
luchando con las cosas del pasado y con la gente que se niega a dejarlo ir.
Algunas personas no pueden soportar que estés saliendo adelante con tu vida,
por lo que tratarán de arrastrar tu pasado y recordártelo. No los ayudes
reconociendo su comportamiento, tú sólo sigue hacia adelante. Practica la
aceptación y el perdón, el primer paso a la felicidad es dejar ir el pasado.
15. Deja de permitir que la gente te
convenza que cambiar es algo malo.
Las cosas que no podemos cambiar, a menudo,
terminan cambiándonos a nosotros mismo. Este cambio sucede por una razón. No te
preocupes, no va a ser fácil pero valdrá la pena al final.
16. Deja de permitir que personas te alejen
de tus metas y actividades significativas.
Si puedes sonreír cuando no hay nadie más
alrededor, es porque lo haces en serio. Así que no dejes que otras personas se
metan entre tú y tus ideas y actividades que realmente te mueven.
17. Deja de permitir que la gente rechace
tus sueños.
La vida es una prueba para saber qué tan
comprometido estás en seguir un camino particular, y tarde o temprano, puedes
enfrentar comentarios negativos de los demás. Cuando esto sucede, recuerda que
no debes dejar que nadie aplaste tu espíritu. Si eres apasionado con algo,
persíguelo, no importa lo que piensen los demás. Así es como se logran los
sueños.
18. Deja de permitir que las personas
pesimistas te hablen de ponerle más esfuerzo a tus cosas.
Los tiempos difíciles muchas veces conducen a la
grandeza. Mantén la fe, valdrá la pena al final. Los inicios de las cosas más
grandes son siempre los más difíciles.
19. Deja de permitir que la gente te
convenza de sus rápidos esquemas de solución.
Cualquier cosa que vale la pena lograr, toma tiempo
y un dedicado esfuerzo, punto. Sinceramente, yo solía creer que pidiendo deseos
y orando cambiarían las cosas, pero ahora sé que los deseos y las oraciones nos
cambian y nosotros somos quiénes cambiamos las cosas.
20. Deja de permitir que la gente te diga
qué es lo que necesitas para ser más feliz.
El agradecimiento es el comienzo de la felicidad.
Asegúrate de apreciar lo que tienes. Sé agradecido por las pequeñas cosas de la
vida que significan mucho.
Fuente: Upsocl.com
http://www.diapordiamesupero.com
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