jueves, 27 de septiembre de 2018

UNA PERSONA SABIA... Por Robert Adams



¿Cuántos maestros has escuchado durante tu vida?
¿Cuántos libros has leído?
¿Dónde estás?

Aquí.

Sentarse en silencio es más potente que escuchar cualquier palabra.

Estás aquí porque todavía estás buscando, estás tratando de encontrar algo externo a ti mismo y no puedes hacer eso. Lo que estás buscando, ya lo eres.

No hay ningún lugar a donde ir y no hay nada que hacer. Todo ya es.

Cuando te sientas en silencio, tienes que lidiar con tus propios pensamientos. A la mayoría de las personas no les gusta hacer esto, por tanto quieren escuchar, quieren leer...

A muchos de vosotros no os gusta sentarse en silencio porque tu mente te ataca. Te presenta todo tipo de cosas sobre el pasado y las preocupaciones sobre el futuro. Así que quieres estar entretenido (para no escuchar a tu mente).

La única verdad que existe es tu Ser. Y ¿Quién es el Ser?

El Ser eres tú, tal y como eres.

El error que comete la mayoría de la gente es que quieren cambiarse a sí mismos.

¿Cómo puedes cambiarte a ti mismo?

Crees que tienes problemas, o piensas que tienes una mente mala, o piensas que algo está mal y quieres cambiar eso. No existen esas cosas. No hay nada que cambiar. Eso es lo que quiero decir cuando digo: "Sé tú mismo, tal como eres".

Tu Ser, tal como eres, es espontáneo, vive en el ahora, no tiene tiempo para preocuparse o pensar. Cuando eres tu Ser, eres Dios, eres consciencia, eres la realidad absoluta. Tú eres siempre tú mismo. Nunca fuiste nadie más. Nunca has sido otra cosa. Tu naturaleza es divina. No eres lo que aparentas ser. Lo único que tienes que eliminar es la apariencia, o la creencia en la apariencia (el ego), porque la apariencia es falsa.

Seguís todavía identificados con el cuerpo y la mente, y eso es falso, eso no existe.

Pero, ¿qué es este cuerpo?

Son billones y billones de átomos que se mueven, vibran, fluyen. Tú no eres tan sólido como crees. Nada en el mundo es sólido.

Tú eres el microcosmos en el macrocosmos. Eres un pequeño universo en un vasto universo.

El universo está compuesto por galaxias y sistemas solares. En cada galaxia hay billones y billones de sistemas solares.

¿Qué es un sistema solar? Es un sol con planetas girando a su alrededor. ¿No es eso igual que el átomo? Es por eso que en las Escrituras se dice: "Vivimos en el cuerpo de Dios", porque todo el universo parece ser un ser pulsante. Un ser que palpita, respira.

Hay espacios entre los átomos, así como hay espacios entre los átomos que ves en el cielo, los planetas.

El espacio entre las moléculas, y los átomos y los electrones es lo que llamamos espacio. Eso es lo que vemos con nuestros ojos, el espacio.

Y ¿que es realmente el espacio?

Los sabios nos dicen que en realidad es consciencia.

¿Qué es la consciencia?

Algo que es consciente. Lo que esto significa es que hay una fuerza de vida que es el sustrato de toda existencia.

¿Qué es esa fuerza de vida? ¿Cuál es la causa de la creación? ¿Que está en el fondo de todo esto?

La respuesta, mis queridos amigos, sois vosotros. Tú eres la causa de toda la creación.

La creación sólo existe porque tú existes.

Cuando llega el momento de abandonar tu cuerpo, te conviertes en la consciencia misma (sin formas).

La diferencia entre el sueño y estar realizado es que cuando estás dormido estás realizado, pero no eres consciente de ello.

Cuando estás realizado, eres consciente de todo el juego.

Cuando te das cuenta realmente de que estás hecho de átomos, billones y billones de átomos, no eres quien crees que eres. Despierta!

¿Por qué debes despertar?

Cuando te fijas en el mundo de hoy y ves lo que está ocurriendo, llegas a estar completamente confundido. No tienes ni idea de por qué hay guerras, inhumanidad del hombre hacia el hombre.

No parece que haya paz en ninguna parte. Sin embargo, la realidad es el amor. La realidad es la paz. La realidad es infinita felicidad.

No tiene ningún sentido. ¿Cómo puede la realidad ser felicidad, amor y paz, cuando contemplas el efecto de la realidad, que parece ser el caos y la confusión y la inhumanidad del hombre hacia el hombre? Porque has sido hipnotizado.

La hipnosis universal se llama maya (ego).

La única cosa que puedes hacer es despertar. Cuando despiertas ves el mundo como un reflejo, como un reflejo en un espejo.

El espejo es siempre el mismo, nunca cambia. Los reflejos cambian.

¿Por qué hay reflejos? ¿De dónde vienen?

Los reflejos no existen. Sólo la realidad existe y tú eres eso. Sólo la consciencia existe y tú eres eso. Sólo el amor existe y tú eres eso.

Si te dieras cuenta de quién eres, serías la persona más feliz que jamás haya existido. Pero has optado por identificarte con maya, con la irrealidad, y así piensas que sufres. Crees que tu vida no es lo que debería ser. Te comparas con alguien más. Deseas hacer cambios.

El sabio realmente no parece que quiera cambiar nada. Se vuelve tranquilo. Tiene paciencia. Trabaja sobre sí mismo. Observa sus pensamientos y sus acciones. Se observa a sí mismo enojarse, se observa a sí mismo deprimirse, se observa a sí mismo sentir celos y envidia y demás. Poco a poco se da cuenta de que "Eso no soy yo. Eso es la hipnosis, es una mentira". No reacciona a su condición.

En la medida en que no reacciona a su condición, en esa medida llega a ser libre. Ya no importa lo que alguien más esté haciendo. No se compara con nadie. No compite con nadie. Simplemente se mira a sí mismo. Se observa a sí mismo. Ve la confusión mental. No corre por ahí gritando: "Yo soy la realidad absoluta. Yo soy Dios. Yo soy la consciencia". Más bien, ve (comprende) de dónde viene y deja a todos los demás en paz.

Este ser se desarrolla a un ritmo acelerado. No hay ninguna diferencia en qué situación difícil se encuentre un ser así. No importa, porque tal ser ya es libre.

Cuando la mente reposa en el corazón, eso significa que la mente ya no sale más hacia el exterior para identificarse con el mundo, cuando la mente reposa en el corazón hay paz, hay armonía, hay puro ser.

Cuando permites que tu mente salga fuera de tu Ser (de ti mismo) ella comienza a comparar, comienza a juzgar, comienza a sentirse ofendida, y no hay paz. No hay descanso.

¿Cómo comenzar?

Primero te das cuenta del lugar en el que estás en este momento, ya sea que pienses que es bueno o malo, ya sea que pienses que estás feliz o triste, ya sea que pienses que eres rico o pobre, que estás enfermo o sano, el lugar donde estás en este momento es tu lugar correcto. Ese es el comienzo.

Deja de tratar de ser otra persona. Deja de tratar de cambiar tu vida. Estás en tu lugar correcto, en este momento, tal y como eres.

Si puedes llegar a ser feliz y estar en paz en el lugar donde estás ahora, de repente encuentras que las circunstancias cambiarán a tu favor, y entonces de nuevo estarás en tu lugar correcto.

Sea cual sea el cambio que venga en lo que a tu cuerpo-mente se refiere, estás en tu lugar correcto.

Cuanto más puedas ver esto, te des cuenta de esto, más puedes ver lo que acabo de decir intelectualmente, más tranquilo te vuelves, más patrones kármicos comienzan a desprenderse y empiezas a despertar.

Puede ser gradual al principio.

Te das cuenta de que las cosas que solían molestarte, ya no te resultan molestas. Te das cuenta de que la gente con la que vives, los conflictos que habéis tenido, se detienen porque tú has parado. Ya no tratas de vengarte. No tratas de salirte con la tuya. Ya no tratas de encontrar el libro adecuado, o el maestro adecuado, o lo que sea adecuado. Permaneces centrado. Permaneces libre.

Cuando algo se presenta, ya sea bueno o malo, sólo tienes que sentarte donde estás y preguntarte, "¿A quién le sucede esto?" y te ríes, porque te has separado de tu cuerpo-mente y empiezas a darte cuenta de que tu cuerpo-mente está pasando por la experiencia, pero tú no.

Así que no hay nada de qué preocuparse. No hay nada que temer. No hay nada que pueda molestarte. No hay nada que pueda hacerte daño. Te das cuenta de que lo que alguien haga a tu cuerpo, físicamente, o con palabras, o de otra manera, nunca puede hacerte daño, porque tú no eres tu cuerpo. No importa lo que te digan, no importa lo que veas con tus ojos, nunca puede afectarte, porque no eres tu mente. En realidad has separado tu Ser de tu cuerpo y tu mente.

Eso es sólo el comienzo.

Cuando vas más allá, tu cuerpo y tu mente son desechados.

No quiero decir que te mueras. Me refiero a que son cada vez menos importantes para ti, y ya no te identificas con ellos en absoluto. En realidad sabes, y sientes, y experimentas, que tu cuerpo y mente no existen, sin embargo, tú existes.

Tú no existes como tu cuerpo o tu mente. Existes como realidad absoluta, como consciencia, y ya no crees que tu cuerpo y tu mente son una modificación de la consciencia. Simplemente sabes que no hay cuerpo ni hay mente. Tú eres sin-ego. No hay ninguna razón para que tu cuerpo, tu mente o el mundo existan.

Al principio puede que sientas esto levemente, pero te darás cuenta de que cuanto mayor es la sensación, mayor es la felicidad.

Estás empezando a fundirte en la consciencia. Estás comenzando a sentir la realidad. El mundo sigue su curso, la gente hace lo que siempre hacen, sin embargo, tú los ves de manera muy diferente. Ya no ves el mismo mundo que solías ver. Es como leer una revista. Las imágenes de una revista están delante de ti, pero tú no eres la revista y no eres las imágenes.

Quién eres todavía puede ser un misterio. Recuerda siempre, eso no eres. Por lo tanto no vas por ahí diciéndole a todo el mundo: "Yo soy la realidad pura", o "yo soy la consciencia". Permaneces en silencio.

Por sus frutos los conoceréis. Te conviertes en una luz en el mundo de la oscuridad. Automáticamente la gente se acerca a ti y simplemente se sienten bien al estar cerca de ti. Has encontrado la paz. Siempre has sido tú. En realidad no has encontrado nada. Sólo te has dado cuenta que eres el Ser.

Si no estás en paz ahora, no vas a encontrar la paz, no importa a donde vayas, porque donde quiera que vayas, tienes que llevarte a ti mismo contigo.

Si eres un creador de problemas, si eres un propagador de chismes, ¿qué te hace pensar que vas a encontrar la paz?

Estarás inquieto, encontrarás defectos, buscarás razones para maldecir a la gente, estar molesto con los demás.

Así que yo te digo, quédate donde estás. Una vez que hayas encontrado tu Ser y hayas encontrado la semblanza de paz y armonía, entonces mira a dónde quieres ir, pero no vayas a ninguna parte hasta que te hayas encontrado a ti mismo.

Cada vez que algo sucede en tu vida, en lugar de tratar de cambiarlo o realizar alguna acción en su contra, simplemente pregúntate: "¿Quién soy yo?"

Cada vez que tu mente comienza a pensar, pregúntate, "¿Quién soy yo?"

Cada vez que oyes malas noticias en la TV, cuando te sientas molesto, pregúntate: "¿Quién soy yo?"

Eso es todo lo que tienes que hacer. No vayas más lejos que eso.

Robert Adams

https://www.facebook.com/CarmenDrisana


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