Parece fácil, tal vez. En mi experiencia personal y profesional, descubro que, con la costumbre, la ladera pierde pendiente. En buena medida son los condicionamientos sociales y culturales los que nos impiden bucear en nuestro interior o abrirnos. También influye el miedo, la vergüenza, la anticipación de los pensamientos de los demás, etc. Así, por una u otra causa, o por la mezcla de las mismas, lo cierto es que en muchas ocasiones callamos aquello que queremos gritar.
“Los sentimientos y las emociones son el lenguaje universal que debe ser honrado. Son la expresión auténtica de quienes somos”.
-Judith Wright-
¿Es inadecuado expresar tus emociones?
Nunca será inadecuado expresar tus emociones, a pesar de que la tradición y el juicio popular haya ido durante muchos siglos en defensa de la idea contraria. En este sentido, que la tradición se debilite quiere decir que las nuevas generaciones lo van a tener más fácil, pero también que nosotros vamos a tener que desaprender parte de lo aprendido/asimilado.
Expresar tus emociones es un acto liberador.
Empezamos a sentir desde niños, ya cuando éramos bebes llorábamos o reíamos para expresarnos. Poco a poco el abanico de emociones fue abriéndose: rabia, miedo, culpa, alegría, tristeza, amor… Podemos preguntarnos: si las emociones son algo tan genuino… ¿por qué se reprimen/encapsulan/guardan gastando una gran energía?
Hablábamos antes de los condicionamientos sociales que nos limitan, como las frases del tipo “no llores que van a pensar que eres débil/un niño como tú no llora” o “una señorita no se comporta así” cuando una niña mostraba su enfado, “los hombres no tienen miedo” en el caso de los niños.
“Una emoción no causa dolor. La resistencia o supresión de una emoción causa dolor”.
-Frederick Dodson-
Si durante nuestra infancia no contamos con un entorno que potencie nuestro desarrollo emocional (puede ser de manera directa, pero también es efectivo contar con buenos modelos), lo normal es que desterremos nuestro mundo emocional. Esta, en ausencia de una educación emocional acertada, es en principio una solución inteligente. El niño o el adolescente dice: “no voy a profundizar en un terreno en el que no me sé manejar”.
Sin embargo, lo que en principio puede ser una solución para evitar problemas mayores, a la larga es contraproducente. La biología parece decirnos que antes que seres pensantes somos seres que nos emocionamos. Entonces, ¿cómo va a ser una buena idea desterrar una parte que está escrita en nuestra naturaleza y que además, lo queramos o no, nos va a seguir influyendo?
Facilitadores de la expresividad emocional
Conocer cómo expresar tus emociones de una forma adecuada redundará en cambios positivos en diferentes áreas. Os dejamos una serie de claves para mejorar la gestión emocional y, por lo tanto, la inteligencia emocional:
Saber cómo expresar tus emociones te beneficiará de forma positiva en diferentes ámbitos de tu vida.
Hacer catarsis
Al expresar las emociones se logra la liberación controlada de energía. La palabra catarsis justamente significa purificación, y en este caso, como se escribiera en la Poética de Aristóteles, es una purificación emocional, corporal, mental y espiritual.
Acumular estas emociones negativas es una carga que a la postre hace sentir enfado, amargura, e incluso con deseos de venganzas; tarde o temprano afectará nuestra salud mental y física.
Paz interior
Liberarnos de cargas negativas nos brinda la oportunidad de soltar los daños y encontrar la paz interior. Facilita que nos instalemos en un estado de tranquilidad mental y espiritual, donde se conoce y comprende lo vivido sin pesadumbre. De esta forma, nuestra resiliencia (capacidad para salir fortalecidos de la adversidad) se fortalecerá.
Además, la paz interior fundamenta el sentimiento de felicidad y plenitud, y esto es posible gracias a que somos sinceros con nosotros mismos y expresamos nuestras emociones adecuadamente.
Bienestar emocional
Conseguir la paz interior es una de las condiciones propicias para acercarnos a esa sensación de bienestar emocional que todos hemos experimentado. Esa en la que parece que nosotros y la frecuencia en la que resuena el mundo coinciden, una perspectiva desde la que podemos identificar un orden que nos agrada.
“Cuanto más abiertos estemos a nuestros propios sentimientos, mejor podremos leer los de los demás”.
-Daniel Goleman-
Respeto a uno mismo
Al expresar nuestras emociones de manera asertiva, estamos liberándonos de la dependencia hacia la opinión de los otros. Reconocer lo que sentimos, gestionarlo adecuadamente y expresarnos nos ayuda reclamar nuestros derechos, a poner límites a acercarnos afectivamente a quienes así lo deseamos, etc. Eso es respetarnos a nosotros mismos y ponernos a salvo frente al abuso y maltrato o la toxicidad de otros.
Empoderamiento
Cuando, a través de la expresión de las emociones, se ha logrado la purificación y el respeto hacia sí mismo podemos decir que tenemos el control de nuestra vida emocional en las manos.
Cuando se está en equilibrio con uno mismo, con los deseos y las emociones personales, se es congruente. Lograr esto nos da poder frente a la vida y sus constantes cambios, nos permite avanzar y crecer.
Confiabilidad
Además de salvar nuestra salud física y emocional, expresar correctamente nuestras emociones mejora la relación con los demás. Nos permite tejer vínculos más sanos, basados en la honestidad, la confianza y el respeto.
Cuando nos mostramos como somos, sin miedo a nuestras emociones, proyectamos una personalidad más auténtica, algo que puede incrementar la confianza que inspiras (credibilidad) a otras personas.
Como hemos visto, la expresividad es una puerta de posibilidades. Las dos más importantes tienen relación con el plano social: por un lado facilita que podamos hacer una mejor gestión de nuestra energía emocional y por otro nos permite generar relaciones de confianza en las que sea posible la intimidad y la complicidad.
¿Estás preparado para expresar tus emociones?
Marián Carrero Puerto
https://wiravaslp.blogspot.com
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