El universo posee un eterno movimiento como una danza sin comienzo ni final, Yin y Yang, luz y sombra, buscando el equilibrio constante.
Toda la Creación se rige en las leyes del Yin y el Yang, nosotros también, poseemos Yin y Yang que buscan como el Universo el equilibrio, el TAO.
Una de las creencias arraigados del Yin y el Yang es creer que es exclusividad del Yin lo femenino y oscuro, siendo el Yang la contraparte masculina y luminosa, en realidad ambas son luminosas y oscuras a la vez.
Ambas son complementos en sí mismas y también con su contraparte.
Si las sentimos desde la energía, ellas son el origen de la dualidad misma, según el plano de Consciencia donde fluyan y se expresen, serán contrapartes caóticas y violentas hasta lograr el equilibrio o movimientos de complementación y balance, donde las corrientes de energía se equilibran apoyando o liberando a su contraparte pues son consciencias despiertas la una de la otra.
Nosotros Somos la Divinidad encarnada en un plano de tres dimensiones en él los aspectos Yin y Yang se manifiestas de manera confusa, fluyen en contraposición permanente, con dificultades para expresarse en ellos mismos.
Las energías se expresan, dependiendo desde donde deben manifestarse, así encontraremos que en la densidad de nuestra Tercera dimensión el “juego” de la luz y la sombra se envuelven en dependencias, egoísmos, ira, celos, tiranía, pero también comprensión, flexibilidad, humildad, paciencia…
Así observamos que la sombra de la ira se agota en distintos niveles de violencia o agresión, hasta llegar a un estado de quietud, donde logra comprender que sostener ira en la vida genera ingratitud y desamor hacia sí mismo, además del caos en el entorno…
Solo en el agotamiento de la ira en sí misma, deja espacio para que ingrese la luz de la reflexión y la compasión.
En nuestra Nueva realidad la Luz interior, de cada Ser, ilumina, para que desde esa sabiduría despierta, se logre expresar como un nuevo sendero de evolución integral donde la Luz y su contraparte sombría se sostengan en equilibrio, sin que se desborden mutuamente.
Somos Seres Divinos encarnados, Chispas de Dios, viviendo una experiencia Humana, pero según nuestro Despertar de consciencia será el nivel de expresión del Yin y el Yang en nuestras vidas y así será la respuesta del Cosmos a nuestro actuar, sentir y pensar.
Cómo lograr equilibrar ambas energías sin que el desborde nos conduzca a los extremos?
Comprendiendo que ni la Luz es totalmente luminosa pues en ella puede albergar un toque de sombra, necesaria para anclarnos a la dimensión en la que debemos transitar; ni la Sombra es totalmente oscura, pues en ella siempre existe ese toque de Luz que le permite a su contraparte conectarse para mantenerse en equilibrio constante.
En la Tercera Dimensión, con un Despertar de Consciencia dispar donde muchos aún permanecen “dormidos”, otros despertando muy lentamente, las energías se despliegan en un caos, pues aún no se comprende a nivel comunidad Humana, que cada uno de nosotros somos totalmente responsables de las sombras y luces que proyectamos y no sabemos conducir, pues tampoco somos conscientes de la existencia de ellas en nosotros y en el Cosmos.
Entonces…
¿Cómo llegar al equilibrio???
Recordemos que somos los creadores de nuestra realidad y de nosotros nacen las respuestas exteriores que recibimos en cada momento.
Si tienes ira, contenida en tu interior, ella tratará de expresarse de alguna manera, cuando pierdes el metro, cuando tu equipo de futbol preferido no logra ganar, cuando en tu trabajo te señalan los errores que cometes. Ella, la ira, se expresará en gritos, insultos y hasta en golpes.
Si careces del conocimiento que, en ti hay una contraparte luminosa que tiene la capacidad de contener a sombras que se desatan y te complican tu vida y que de alguna forma tratarán de expresarse en tus reacciones cotidianas.
Saber que si nos equivocamos, esto forma parte de un engranaje que debe funcionar al rescate de esas sombras que se desbordaron.
Les doy un ejemplo…
Llevamos dos horas esperando que nos atiendan para completar un trámite bancario, cuando llegamos al empleado que está muy cómodamente sentado y con gran lentitud nos atiende…
Tú puedes reaccionar con ira, soltando en segundos una violencia verbal, para lograr que se active el empleado, aquí tu parte oscura, sale disparada y enfocada hacia el empleado, pero a su vez esa gota de Luz que reside en tus sombras, son las responsables de conducirte hacia tu aspecto luminoso mayor, para logar realizar el trámite dentro de un marco de tensa cordialidad.
En este ejemplo, comprendemos que la ira más violenta, contiene esa luz interior, que funciona como puente a una Luz mayor.
Asimismo, nuestra luz interior, puede presentar un punto de inflexión hacia la oscuridad, por eso podemos observar que en la alegría o la paz que demuestran las personas, pueden reaccionar con violencia o descontrol, cuando se sienten heridos por alguna causa externa a ellos, pero ese disparador, puede cambiar la actitud más fraterna en discordia.
Yin y Yang… Son las energías Universales que buscan el equilibrio permanentemente, como es arriba es abajo, como es en ti es en mí.
Luz y sombras que se agitan, que se entrelazan, que se equilibran.
Entonces…
Seamos conscientes de esta realidad de luces y sombras, sin culpas, con determinación y valor aceptemos que somos energías en evolución, buscando el equilibrio desde la aceptación, el amor y la paz.
Finalmente, recordemos que las “sombras” se expresan a través del Ego/Mente y nuestra Esencia Divina, luminosa, se encuentra en el Corazón, se conecta con nuestro Ser Superior y siempre se expresa desde el Amor ilimitado.
El Ego existe, no se lo debe negar, pero nuestra Luz también y es ella la que debe conducir al Ego/ Mente.
Somos UNIDAD de Luz y Sombra.
Los Amo!
Con Amor Ashamel Lemagsa.
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