jueves, 27 de septiembre de 2018

Cómo cultivar tu mundo interior.


Cultivar tu mundo interior es tan importante para tu bienestar como cuidar de tu salud física. Tus pensamientos, tus emociones, tus valores y tus actitudes tienen una influencia enorme sobre la forma en la que experimentas el mundo. Por eso, cada vez más personas han empezado a prestarle atención a esta parte tan fundamental de su vida.


Sin embargo, encontrar la manera de cultivar tu mundo interior puede ser complicado en ocasiones. Al fin y al cabo, cuando nacemos no venimos con un manual de instrucciones sobre cómo ser felices. Por eso, en este artículo descubrirás algunos pasos que puedes dar para trabajar este ámbito de manera efectiva.

Cultivar tu mundo interior: aspectos importantes

Para cuidar tu salud física, puedes empezar trabajando sobre tres pilares básicos: alimentación, ejercicio y descanso. De la misma manera, a nivel mental puedes centrar tu trabajo en:

Tus pensamientos y creencias.
Tus actitudes y valores.
Las emociones que sientes habitualmente.
A continuación estudiaremos cada uno de ellos en profundidad.

1- Tus pensamientos y creencias

El primer componente de tu mundo interior es la manera en la que piensas, tu diálogo interno. Desde hace miles de años, sabemos que la manera en la que nos sentimos en cada momento depende mucho de los mensajes que nos dediquemos, aquello sobre lo que depositemos nuestra atención mental. Por eso, para empezar a ser una persona más feliz es necesario que modifiques conscientemente la forma en que te hablas.

Quizás pienses que eres uno de esos individuos que no se dice nada a sí mismo. Pues bien, la realidad es que sí que lo haces, aunque sea sin darte cuenta. Sin embargo, aunque no seas consciente de tus pensamientos, estos tienen un efecto muy poderoso sobre tu estado de ánimo. Debido a ello, lo primero que tienes que hacer es identificar el tipo de mensajes con los que trabaja tu mente.

Una vez que hayas logrado identificar tus pensamientos, el segundo paso es cambiarlos por otros que te ayuden. Para esto, lo mejor es identificar tus creencias irracionales y tratar de transformarlas en ideas realistas y potenciadoras.

Por ejemplo, puede que te descubras a ti mismo pensando que no sirves para nada. Sin embargo, a poco que reflexiones sobre ello, te darás cuenta de que esto es una exageración. ¿En qué ámbitos eres realmente bueno? ¿Qué puedes conseguir si te esfuerzas lo suficiente? Este tipo de reflexiones te ayudarán a formar una autoestima más sólida y una visión más realista del mundo. 


“Tanto si crees que puedes como si crees que no, estás en lo cierto”.
-Henry Ford-

2- Tus actitudes y valores

Lo segundo que necesitas para cultivar tu mundo interior es modificar tus actitudes y valores; es decir, la importancia que le das a cada aspecto de tu vida y lo que consideras importante para ti. Elegir con cuidado aquello que te parece valioso puede marcar totalmente la diferencia.

A continuación verás una lista de valores potenciadores y limitantes. Utilízala para darte cuenta de qué estás priorizando en tu vida, y de si hacerlo te está ayudando o perjudicando.

Tener siempre la razón. Para algunas personas, la necesidad de estar siempre en lo cierto es lo más importante. Por eso, no les importa pelearse con sus seres queridos o sentirse fatal con tal de que otros les escuchen y les den la razón. Por lo general, esto provoca mucha frustración e impide conseguir un bienestar continuado.
Evitar arriesgar. Muchos individuos viven sus vidas paralizados por el miedo. Para estas personas, la seguridad y la falta de riesgos es lo más importante; siempre que puedan, tratarán de no tener que enfrentarse a ningún tipo de incertidumbre. La mayoría de las veces, esto les lleva a no aprovechar la mayoría de las oportunidades que se les presentan.


Esforzarse al máximo. Algunas personas tienen claro que lo más importante de su vida es dar el 100% en todo lo que hacen. Esto suele llevarles a intentarlo, a enfrentarse a sus miedos y a lograr lo que se proponen; aunque por supuesto, el camino nunca está exento de dificultades.

Libertad. Para algunos, la capacidad de no depender de nadie y elegir en cada momento lo que hacer es lo más importante. Esto puede tener consecuencias tanto positivas como negativas. Lo cierto es que quienes eligen este valor por encima del resto tienden a tener vidas mucho más gratificantes.


3- Tus emociones


El último pilar a cuidar para cultivar tu mundo interior es la manera en que te sientes. Sin embargo, la mejor forma de trabajar en él tiende a ser indirecta. En lugar de intentar cambiar tus emociones directamente, es mucho más efectivo modificar tus pensamientos, tus valores y tu vida de una forma que te aporte la máxima felicidad.

Por supuesto, si tus sentimientos están descontrolados, puedes aprender algunas herramientas para tratar de gestionarlos. De esto precisamente se encargan la mayoría de las terapias psicológicas. Aún así, salvo en casos muy extremos, la preocupación por las emociones solo debe aparecer una vez que ya tengas bajo control los otros dos elementos de tu mundo interior.

Alejandro Rodríguez

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