martes, 30 de julio de 2019

Respuestas #23. Por David Topí.



142. En tus artículos dices que KUMAR es el logos de la Tierra. Quisiera saber si existe un logos llamado KAIMAT. Gracias.

Es muy posible que ese nombre sea una distorsión de alguno de los nombres que los diferentes “logos planetarios” usan en la codificación del idioma “Irdim”, que hemos comentado en otros artículos que es una especie de “esperanto galáctico”, es decir, el lenguaje que, para los más de dos millones de especies y razas conscientes que hay en la Vía Láctea, se “creó” como medio de comunicación y entendimiento entre ellos. Así, todos los nombres que os pongo en el blog son nombres en Irdim, por lo tanto, Kumar es el nombre en Irdim que el logos planetario se da a sí mismo, pero ni siquiera es su nombre “original”, pues Kumar significa “joven”, y es un nombre que le fue “asignado” por nuestro logos solar “Rawak” cuando Kumar se incorporó como el ser que iba a gestionar este planeta en sus orígenes y en el momento de su creación. Siendo el logos más “joven” de todos los otros logos planetarios de nuestro sistema solar, Rawak le llamó “Kumar” y “Kumar” aceptó este apelativo, algo así como si nosotros llamáramos cariñosamente “peque” a nuestro hijo y entonces todo el mundo lo llamara “peque”. No es exactamente la misma analogía pues Kumar no es “hijo” de Rawak, en ningún sentido, pues son dos logos de enormes diferencias evolutivas, tanto que uno usa un planeta para su crecimiento y evolución, y el otro usa una estrella, algo que solo está disponible para jerarquías más elevadas. Por lo tanto, ese nombre que tienes no es el nombre real de ningún logos de ningún planeta de nuestro sistema solar, pero quizás sea una aproximación al nombre de alguno de ellos en cualquier otra parte de la Vía Láctea. También es posible que hayas recibido un nombre que se parece en vibración al nombre real de algún logos pero no así su codificación “en palabras” o nombre escrito.

143. Hola David. Al igual que realizamos peticiones directas a nuestro Yo Superior, ¿también podemos realizar peticiones directamente a Kumar, a Rawak, al logos regional Umar, al logos galáctico Eur y a la Fuente? ¿O sería más adecuado solicitar a nuestro Yo Superior que sea él quien haga la solicitud, en nuestro nombre, a estas jerarquías superiores? Muchas gracias por todo David

No, no podemos, o mejor dicho, sí que podemos hacerla, pero no tenemos los “códigos” evolutivos necesarios para que se ejecuten o se tomen en cuenta. Expliquémoslo. Si miramos la estructura de una empresa, por ejemplo, el becario o la persona que ostenta un cargo en los niveles más inferiores de la empresa no tiene línea directa con el CEO o el director general, sino que tiene que pedirle lo que necesita a su encargado que lo pide al suyo que lo pide a su nivel jerárquico más alto, etc. Lo mismo por ejemplo en estructuras militares, el soldado no puede hacerle peticiones al capitán general, puede gritársela o puede mandarle una petición por escrito, pero el capitán general o el CEO no las atienden. En el universo, en la Creación, funciona igual, por jerarquías. Pero hay una diferencia abismal con las analogías que os he puesto, mientras que en la Tierra estos ejemplos, como una empresa, son estructuras de control y de gestión de las personas para que mantengan funcionando el sistema, en el universo las jerarquías funcionan por nivel de consciencia, energético, de vibración y evolutivo, y, por lo tanto, para que nuestro logos planetario “acepte” ejecutar una petición, es necesario que venga desde el nivel de consciencia y energía adecuado para ello, y eso se “mide” por los “códigos” energéticos que todos nosotros tenemos según la evolución o el estado de consciencia que tengamos. Por lo tanto, desde la personalidad, difícilmente podemos dirigirnos a Kumar, Rawak, Umar, Eur o Uan (el nombre en Irdim del logos “cósmico” de este universo), pero, si lo hacemos a través de nuestro Yo Superior, donde la personalidad o el alma le solicitan al Yo Superior que lo “traspase a los de arriba”, este sí que posee “línea directa” con Kumar, pues tiene los códigos “jerárquicos” adecuados para interactuar directamente con el logos planetario. Luego, para que Rawak acepte “algo”, lo tiene que pedir Kumar, que es el siguiente grado evolutivo que tendríamos entre nosotros, nuestro Yo Superior y el logos solar. Para pedirle algo al logos “regional”, Umar, lo mismo, solo aquellos seres, grupos, logos o jerarquías con los “códigos” adecuados que no son más que una identificación de la consciencia, vibración y nivel evolutivo de algo o alguien, se puede hacer llegar una petición a esos niveles tan altos dentro de la jerarquía de seres que rigen todo lo que sucede en este universo. En muchos casos, cuando alguien le pide “algo” a los niveles evolutivos percibidos como superiores (según el sistema de creencias de cada persona) suele ser el propio Yo Superior de la persona quien trata de responder de la manera más adecuada a lo que cada persona cree que es el concepto de la “Fuente”, deidades externas, etc., para poder ayudar a su parte de “personalidad” sin, por otro lado, violar las reglas de no intervención y libre albedrío bajo las que se rige la ayuda del YS hacia el avatar físico y al alma.

144. Decías en algún artículo que nuestro nivel de consciencia como humanidad es muy bajo, ¿cómo se mide eso? ¿Qué o quién lo mide? ¿Qué nivel de consciencia o qué nivel tendremos como raza cuando estemos en la nueva Tierra? Gracias.

Alguna vez hemos comentado, en diferentes explicaciones a lo largo de estos años, que nuestra Vía Láctea, de hecho todas las galaxias, se dividen en “bandas frecuenciales” o “planos frecuenciales”. En total, existen aproximadamente unas 350 “bandas” o “niveles energéticos” desde el más denso y “sólido” hasta el menos. En cualquiera de estos 350 niveles disponibles, algo menos pues algunos están reservados para funciones de “mantenimiento” y “organización” de la vida en la galaxia, puede ubicarse el inconsciente colectivo de cualquiera de las razas que existen en nuestra Vía Láctea. Por lo tanto, el nivel evolutivo de un grupo o especie lo indica la “ubicación” de su IC, por lo que una especie cuyo IC se encuentre en la banda 100 tiene un nivel evolutivo de grado “100” dentro de todos los posibles niveles evolutivos que existen en los dominios de Eur.

La raza humana tiene su IC en el banda “3” de estos 350 niveles, pues el plano físico y sólido y material de nuestro planeta se ubica en la banda 1, siendo la más densa de todas las franjas o divisiones energéticas. El plano etérico de la Tierra se ubica en la banda 2, y el plano mental de la Tierra se ubica en la banda 3, que es donde tenemos nosotros nuestro IC. Otras razas, como los amoss, habitan en planetas que se encuentran, por ejemplo, en su nivel más denso y sólido por encima del nivel 50, su nivel etérico en las bandas 60 a 69 y su nivel mental en la banda 70 y superiores (por ejemplo). Si el IC de esta raza se encuentra en la banda frecuencial 70 de las 350, esa especie tiene un nivel evolutivo “70” de 350 posibles.

Esta organización y forma de medir que nivel de desarrollo tiene una especie consciente en cualquier planeta marca luego las reglas de intervención, las reglas de contacto intergaláctico, las reglas de comunicación y cooperación entre especies, estando nosotros aún lejos de poder tener acceso a esos aspectos de la “relación vecinal” con otras razas pues es el equivalente a estar en la guardería de la galaxia, aún sin acceso a la información, conocimiento y comprensión de la mayoría de cosas que son necesarias para poder ser “aceptados” e interactuar con otras especies abiertamente. Esto, sin embargo, no es un concepto negativo para nadie, es decir, estar en el nivel que estamos es tan respetable y tan adecuado como estar 80 niveles por encima, pues se comprende que cada especie consciente avanza al ritmo que puede o consigue avanzar, y, por lo tanto, nadie tiene “prisa” por que una raza o especie en ningún punto de la galaxia dé saltos de consciencia sin estar completamente preparada para ello. Se han dado casos de especies como los grises cuyo IC se mueve tecnológicamente de una banda a otra cada vez que asimoss lo deciden, con lo que esa raza, los “grises bajos”, no avanza “evolutivamente” porque su especie crezca en consciencia o vibración, sino por que por medios tecnológicos se la está subiendo “de curso” sin haber hecho, digamos, los “deberes” para ello, algo que tendrá consecuencias para este grupo en el futuro y en sus procesos de “karma” (causa-efecto, acción-reacción).

Luego, en el siguiente nivel evolutivo, la “nueva Tierra”, la cosa cambia, pues el plano más “sólido” de todos, el plano físico 15,6Hz está en la banda 6, el plano etérico 15,6Hz está en la banda 8 y el plano mental está en la banda 12, que no corresponde directamente con un incremento del doble de las bandas actuales, pues de estar en los planos 1, 2 y 3, físico, etérico y mental de la Tierra 7,8Hz pasamos a tener nuestra nueva Tierra en los planos 6, 8 y 12, físico, etérico y mental 15,6Hz.

Esto es así porque el plano físico de la nT se ubica en las bandas 6 y 7 de la estructura de Eur, el plano etérico de la nT abarca las bandas 8 a 11, y el plano mental abarca las bandas 12 a 14 de la estructura de Eur, mientras que el plano causal y los planos superiores al mismo se ubican en bandas aún más altas. De hecho, el llamado plano “átmico” de la Tierra 7,8Hz está casi al mismo nivel que el plano físico de la Tierra 15,6Hz.

La humanidad, pues, da un salto enorme de consciencia, pero solo lo hace o lo hará quien tenga la frecuencia y vibración adecuada para ello, porque nuestras moléculas y partículas actuales de nuestros cuerpos físico, etérico, mental, etc. no pueden resonar ni resistir la vibración de las bandas energéticas 6, 8 y 12 donde se asientan los planos y estructuras de la nueva Tierra, de ahí la enorme preparación que hemos de hacer durante estos años para llegar a la frecuencia mínima necesaria para rozar la banda 6 (15,6Hz) y poder traspasar a la nueva escuela.
145. ¿Está previsto algún tipo de acción “externa” al plano físico 1.1 (el que podemos “ver”) para tener la certeza de que se nos está ayudando “desde fuera”?

Para contestar a esta pregunta, lo mejor es que os copie un trozo de uno de los capítulos de Dinámicas de lo Invisible volumen II donde he intentado explicarlo en profundidad:

“La dificultad de abordar un tema como este radica en la cantidad de fantasía presente en el inconsciente colectivo sobre el concepto de “razas extraterrestres”, no en vano hemos escrito hace un par de temas que no van a venir mil naves pleyadianas a salvarnos o a elevar al ser humano a un lugar idílico para que continúe con su camino evolutivo, ni va a llegar ninguna otra salvación externa. Y sin embargo, tenemos ayuda “de fuera”. Y es que hay mucha otra vida consciente que está millones de años de evolución por delante de nosotros, de amoss, de asimoss y de otros de los grupos en control que han permanecido en la Tierra desde nuestra creación, y, a esos grupos, es a los que el propio planeta pidió ayuda hace ya muchas décadas, sino siglos, para poder contrarrestar, hasta cierto punto, la caótica situación evolutiva que se estaba dando en la Tierra en su plano físico, etérico y mental.

Esto quiere decir que diferentes razas y grupos, algunos que habían tomado parte en el proyecto de creación de la propia Tierra como reserva multi-especie y otros que fueron colaborando con el tiempo en el mismo, aceptaron y se ofrecieron a ayudar a mantener en el mejor “estado” posible la estructura evolutiva del planeta sin interferir, o haciéndolo lo menos posible, en la evolución de la humanidad.

De esta manera, siempre ha habido interferencia sobre las estructuras de la Tierra por otras razas que han tenido el permiso para ayudar cuando ha sido necesario, por ejemplo, cuando el ser humano lanzó varias bombas atómicas en el siglo pasado durante la escalada armamentística de la segunda guerra mundial y la guerra “fría”, cuando explorábamos el potencial de las bombas nucleares, cuando hacíamos experimentos subterráneos con todo tipo de explosivos que dañaban tanto la vida física como la vida etérica del planeta, etc.

Y, puesto que en todas estas ocasiones, los elementales y fuerzas de la naturaleza no se bastaban para mantener controlados los efectos tan nocivos y destructivos de las acciones de la humanidad sobre la estructura de la Tierra, otros grupos de fuera, “extraterrestres” a nuestra concepción, tuvieron que intervenir, y lo han seguido haciendo, procurando que la Tierra no se “rompiera en pedazos” por nuestra inconsciente acción. Esto llevó, con el tiempo, a la formación de diferentes grupos de “trabajo” que diferentes razas iban formando para poder asistir a Kumar, de nuevo, que no a la humanidad, y, de ahí, a procurar que el resto de vida no física pudiera mantener un lugar habitable hasta cierto punto para poder seguir con sus caminos evolutivos.

Cuando la acción de asimoss, amoss y otras razas de fuera ponían en peligro la integridad de alguna de las estructuras del planeta, estas fuerzas y razas también intervenían contra ellos, tratando de mantenerles a raya en la medida que era posible sin violar las reglas de no intervención y de libre albedrío.

Y es que esto último es muy importante. ¿Por qué no intervienen todos esos grupos para sacar de una vez por todas a asimoss y amoss por la fuerza? Porque una de las directrices “galácticas” que todos los grupos “positivos” respetan es la no intromisión en ningún planeta donde conscientemente no se haya dado o se haya producido una invitación y un permiso conjunto de la especie que lo habita para poder ser asistidos.

Es decir, si no hay permiso total o global desde la humanidad solicitando esa ayuda, la ayuda no se puede conceder, y ninguno de los grupos que nos asisten tiene el menor deseo de iniciar una guerra contra otras razas como los asimoss cuando aquellos que se pudieran beneficiar de ello, en este caso los humanos, ni siquiera son conscientes de que han sido creados ellos mismos por otros seres de allende y que están sujetos a un sistema de control que les mantiene “dormidos” y como recursos del mismo.

Debido a este tipo de “reglas del juego” galáctico, los diferentes grupos de otros planetas que vinieron a asistir a Kumar, se han mantenido al margen durante milenios de la acción de asimoss y amoss y demás excepto cuando el propio planeta lo pedía, daba permiso y autorizaba alguna acción para poder contener un exceso de acciones contra su integridad y la del resto de la vida natural.

Por lo tanto, tenemos ayuda de fuera, pero no nos está ayudando a nosotros directamente, por decirlo así, sino que está aquí para ayudar al planeta. Sin embargo, y por esa misma razón, los seres humanos nos estamos beneficiando de esta ayuda porque, sin ella, no podríamos estar ahora hablando de un cambio de nivel evolutivo.

¿Qué significa esto? Que aquellos que han instalado las estructuras de la nueva Tierra no son los elementales o no son las fuerzas de la naturaleza, son fuerzas externas que han venido a ayudar a Kumar a crear la “nueva realidad”. Aquellos que están protegiendo a la línea temporal 42 y a sus puentes de paso, no son las jerarquías que cuidan de la flora o de la fauna, sino que son fuerzas externas que están dejándose sus “horas de trabajo” para que haya unas estructuras de paso que permita a la humanidad subir de curso. Pero ¿están haciendo algo para que subamos de curso? No. Es el equivalente a alguien que te pone un puente entre dos puntos y luego deja el puente “ahí” para que lo cruce quien lo necesite o pueda cruzar, de manera que no se está “empujando” a la humanidad a subir de nivel, o se está frenando que una parte suba y otra no, o se está impidiendo que los miembros de los círculos de poder intenten frenar a aquellos que desean pasar a la nueva realidad.

Pero, si una persona hace todo el trabajo interior que ha de hacer, se encontrará con una estructura de paso, un plano físico 15,6Hz, un entramado etérico y mental listo para ser habitado, unas barreras de protección y todo lo necesario para que esa persona pueda dar el salto evolutivo y tenga los “caminos” necesarios para ello. Y todo eso, lo están haciendo más de 50 grupos y razas que ahora asisten al planeta en este cambio.

Estos más de 50 grupos son miembros de diferentes “asociaciones” o “consejos” que colaboran allá donde son requeridos dentro de los dominios de Eur, ya que su orientación de servicio y su capacidad, tecnología y conocimiento les permite ejecutar este tipo de asistencia. Pero no se trata de que venga toda una raza a echar una mano, sino de que si Kumar pide ayuda a “gritos” para que le asistan con esto o con lo otro, simplemente se envía a un equipo “especializado” que pueda hacer esas labores y luego, si es necesario se puede quedar a monitorizarlo una temporada o si no, regresa a su lugar o planeta de origen.

Por lo tanto, de todo aquello que el ser humano ha sabido o creído saber siempre sobre el tema “ovnis”, y sobre el tema “extraterrestre” una parte tiene una base cierta y otra parte tiene una base distorsionada. La mayoría de avistamientos “ovnis” corresponden a las naves de asimoss, amoss y resto de fuerzas que han gestionado la humanidad. La segunda “gran mayoría” de avistamientos es debido a los prototipos de aparatos militares de última generación obtenidos por las élites militares en cooperación con razas como los “grises bajos” o los asimoss, y una pequeñísima parte de los avistamientos de naves y “ovnis” es debido a misiones de reconocimiento en el plano físico de aquellos que nos asisten o por otras razas y grupos que han pasado como observadores y que, o bien se han dejado ver por descuido, o bien tenían la intención de comprobar las reacciones de aquellos humanos siendo observados al verles a estos.

Esto nos lleva a la siguiente cuestión. ¿Por qué aquellos que nos asisten no se dejan ver, conocer o interactúan más con nosotros? Porque no están interesados en ello, porque no buscan publicidad y no la necesitan, y es contraproducente para la ayuda y el servicio que desean hacer. Debido a la cantidad de desinformación que se ha vertido en el inconsciente colectivo de la humanidad sobre el tema extraterrestre, ahora mismo ninguna raza que realmente tenga intención de echarnos una mano se dejaría ver ni conocer ni por asomo. Primero por el caos, miedo y sospechas que eso levantaría, y segundo porque no hay permiso para ello, ya que la humanidad no ha pedido que se den a conocer ni que interactúen con nosotros más abiertamente. Seria rechazado de plano por todos esos grupos que están y siguen procurando ayudar al planeta, ya que la mitad de la raza humana los trataría como salvadores, tomando el rol de dioses y “cristos” que vienen a rescatarlos, y la otra media humanidad recelaría, sospecharía, entraría en pánico y tendría una crisis existencial.

Como podéis intuir, todo esto ha sido muy bien planificado por el sistema de control que evita así que la humanidad por un lado crea en todo el entramado de ayuda “intergaláctica” que existe en Eur, y, por otro lado, que si se llegara a producir algún tipo de intervención que fuera visible, pudiéramos llegar a aceptarla, creer en ella, tomarla como algo positivo para nosotros, etc.

Estamos en un nivel 3 de consciencia de 350 grados evolutivos, y eso marca la diferencia a la hora de decidir por parte de otros grupos si realmente es necesario dar a conocer su presencia o no. Para que esto, en todo caso, no pudiera ser tomado como que nos dejaban a nuestro aire y que nadie nos venía a ayudar, siempre se ha intentado dar la visión y algo de conocimiento a personas que pudieran tratar de explicar lo que son realmente estos grupos y estas razas que nos asisten, sin entrar en el juego del sistema de control sobre que si nos quieren conquistar, comer o dominar, o si vienen a salvarnos y hacer el trabajo por nosotros.

El equilibrio es muy precario entre estas dos posiciones, porque ninguna de ellas es correcta, y, sin embargo, sí que es correcto, hay seres de “ahí fuera” ayudando a que este proceso que estamos explicando llegue a buen puerto, pero lo hacen entre bambalinas, desde el anonimato para el ser humano “medio”, porque, entre otras cosas, todos los Yo Superiores saben quiénes son, todos los seres que habitan en la Tierra conocen sus proyectos, asistencia y trabajo y solo la humanidad permanece en la inopia respecto al origen, posición, y ayuda que se está recibiendo.

Por eso, personalmente, siempre me he acostumbrado a hablar de “aquellos que nos asisten”, y por mucho que a través de mi Yo Superior conozca nombres, jerarquías, proyectos o planes de varios grupos y razas, no tiene sentido darlo a conocer a bombo y platillo, porque sería muy contraproducente para todos. De eso se encarga ya el sistema de control con miles de libros que hablan de decenas de especies extraterrestres que van y vienen, que hacen esto y lo otro, que se consideran nuestros “hermanos galácticos” o “primos mayores”, que hablan de mucho amor y de mucha luz, pero, luego, no hay ninguna base real sobre ello, no son conocimientos que tengan un sustrato cierto pues solo viendo lo que se publica sobre estas razas y grupos “salvadores”, ya vemos que si no cumplen las mínimas reglas de no violación del libre albedrío y no intervención sobre una especie en desarrollo es que no forman parte de aquellos que están para asistir al planeta, sino que, probablemente, son aquellos que, en el imaginario colectivo, han sido “colocados” para reforzar sistemas de creencias que contribuyan a la manipulación del mismo.”

Un abrazo,

David Topí


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