lunes, 1 de julio de 2019

ACERCA DEL AUTO-LENGUAJE


Nos referimos al auto-lenguaje como la forma en que tenemos de dirigirnos a nosotros mismos. Normalmente este tipo de comunicación la ejercemos para con nosotros mediante la forma de pensamientos. Es lo que comúnmente se conoce como la forma de hablarnos o de tratarnos. Una vez hemos entrado en materia de lo que conocemos como la natural forma de tratarnos, podemos pensar, y con razón, que según como lo hagamos tendremos más o menos probabilidades de vivir mejor o peor.

Y aquí matizo las palabras con cuidado porque quiero desvincularme totalmente de la psicología positiva que tanto ha usado el término ser feliz es igual a hablarnos bien y toda esa serie de afirmaciones que han usado de forma manida.


Y, aunque no estén del todo errados, esto es como en todo, puede ser así, pero con matices.

Podemos usar el poder del auto-lenguaje para sentirnos mejor (o peor), pero no deja de ser una herramienta (de potencia regulable por nosotros mismos), en nuestras manos, que depende de nosotros para ser mejor o peor.

Por tanto, los escépticos dirán aquello de: “pues a mí no me funciona”. O también: “Eso es psicología barata”.

Pero lo cierto es que, si el auto-lenguaje se utiliza, y con éxito, en programas de tratamiento para la depresión, fobias y otros trastornos psicológicos, será porque funciona, aunque como ya he comentado antes, es una herramienta más. En problemas complejos como los que acabo de mencionar es posible que no funcione por sí solo, y es que, como cualquier herramienta, o método más, es efectivo cuando está integrado en un tratamiento multidisciplinar, con más métodos y herramientas de trabajo.

Pero para lo que nos ocupa, que es la persona sin problemas complejos, una persona que se acoge a intentar solucionar mejor y de forma más productiva su día a día, vivir mejor y aprovechar más todas las oportunidades que se le presentan (en la vida, da igual del tipo que sea), el auto-lenguaje es importante tal cual por sí mismo y por eso debemos ser conscientes y cuidarlo y trabajarlo como se merece.

COMO USAR NUESTRA FORMA DE DIRIGIRNOS A NOSOTROS MISMOS EN NUESTRO BENEFICIO:

1º En primer lugar lo más importante es tomar conciencia, saber que la forma en que nos dirigimos a nosotros mismos influye en nuestras emociones y sentimientos, una vez somos conscientes de esto, incluso, si dudamos de que en realidad sea así, lo podemos poner a prueba, una vez teniendo esto claro es hora de empezar a trabajar sobre ello.

2º No se trata de intentar cambiar el pensamiento a estar todo el día agasajándonos. No es eso. Pero sí se ha comprobado que muchos de los pensamientos que tenemos están tan aprendidos, son tan inherentes a nosotros mismos que se han vuelto automáticos y, algunos de ellos muy negativos, influyen directa e indirectamente en nuestro estado de ánimo más inmediato, con lo que detectar este tipo de pensamientos automáticos, muchas veces se hace una tarea ardua y difícil pero necesaria.

3º Una vez empezamos a detectar los pensamientos automáticos y negativos que pueden entorpecernos, es importante observar como la mayoría de las veces son del tipo totalitario, todo o nada, bueno o malo, con lo que darnos cuenta de su irracionalidad ayuda a la hora de cambiarlos por otros más razonables y realistas.

4º Un buen ejercicio para darnos cuenta de lo irracional de nuestro lenguaje es intentar imaginar cómo nos sentiríamos si eso mismo se lo estuviéramos diciendo a una persona muy querida para nosotros mismos. Seguro que nos dolería muchísimo hablarle así. No tiene sentido, por tanto, hacerlo con lo más preciado que tenemos, nosotros.
Tomar estas reflexiones en serio y practicar a menudo con nuestros pensamientos nos ayudará a verlo todo con otros ojos, a crecer interiormente y a vivir mejor, pues nuestros pensamientos, nuestro yo interior pasará de ser un pequeño dictador a un yo mucho más comprensivo y justo.

Autor desconocido

http://buscandome.es

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