Se había roto un caño en mi cocina y arruinado un mueble en la vecina del piso de abajo. Cuando el plomero le sugirió que pida que se lo cambien, ella dijo riéndose: “Sí, total lo paga el consorcio”. Pensé: “El consorcio somos todos, tú y yo también”. Es como cuando se comenta: “Total, lo paga el Gobierno.”
Es un típico pensamiento argentino (y sospecho que latinoamericano): el Gobierno es una entelequia (en el sentido de algo perfecto e ideal que solo existe en la imaginación), sostenido por el aire y el dinero de quién sabe quién… Parece que nadie toma en cuenta que el gobierno somos todos y que todos lo mantenemos con nuestro trabajo y nuestros impuestos.
En lo espiritual, es como cuando decimos “Todos Somos Uno” como una hermosa teoría pero vivimos exactamente lo contrario: creemos que todo se queda en nuestra pequeña burbuja energética pero resulta que pasa al Inconsciente Colectivo de la Humanidad, alimentando cualquier clase de inequidades y desastres.
Cuando nos enojamos por algún hecho y decimos: “¡Tiene que morir de la peor manera!”; cuando vemos por décima vez un asesinato y rumiamos: “Esto es una lotería: uno sale y no sabe si vuelve; nos pueden matar en cualquier momento”; cuando el vecino nos molesta y pensamos: “¡Qué tipo de porquería, ojalá le pase algo!”; cuando posteamos hermosas frases en Facebook y después insultamos al gobierno de turno o nos quejamos de todo: ¿asumimos que esto no tiene derivaciones, personales y sociales?
Todo tiene consecuencias, todo nutre el acervo común, nada se pierde. Si existe una demanda, habrá una oferta. Si crees que te asaltarán en cualquier momento, estás creando la situación y al ladrón. Si piensas que alguien te ayudará y que juntos podrán asociarse en un emprendimiento, estás creando la empresa y al socio. ¿Qué eliges?
De eso se trata: TÚ ELIGES. Si quieres un mundo mejor, comienza a crearlo pensamiento a pensamiento, palabra a palabra, emoción a emoción, acto a acto. Todo cuenta. Estamos elevando la vibración, pasando de una realidad a otra. No es un ensayo, es la realidad. Eres parte de un cambio impresionante, de un paso maravilloso de la Humanidad.
Estamos pasando del control del ego a la guía del alma. La resistencia es enorme pero no tenemos que engancharnos de ella. Respiremos, conectemos con el cuerpo, con el presente, encontremos la suave luz del corazón y creamos posible la creación de un nuevo mundo. Ya está aquí. Requiere de tu participación total.
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