Hemos
visto en estos días muchas cosas, que, para algunos, ya eran conocidas y solo
han servido como recordatorio de la situación en la que estamos, y, para
otros, han supuesto un verdadero shock al tratar de asimilar que quizás, solo
quizás, todo lo que se ha ido explicando de la situación tan compleja por la
que estamos atravesando tiene una base real, y que, a veces, cuando se
atraviesan momentos críticos en diferentes puntos de las octavas que están en
marcha, es necesario incrementar la información y los choques conscientes, para
que podamos dar pequeños saltos hacia adelante en la octava personal de cada
uno.
Ahora mismo, afortunadamente, nuestro
inconsciente colectivo, nuestro campo mórfico y mente grupal sigue protegido,
al menos lo suficiente como para que no se pueda usar con fines no alineados
con el bien mayor de todos nosotros como especie. Esto implica, por otro lado,
que los ritmos de avance hacia la consecución de una masa crítica disminuyen y
se desaceleran un poco, pero es una contrapartida menor y aceptable respecto a
lo que pudiera suceder de no tener esta protección. El “tiempo” perdido se
recuperará en breve.
Modificando la percepción
del tiempo
Y de tiempo, precisamente, vamos a hablar hoy,
pues es bien sabido que todo el mundo tiene la percepción de que el día se le
escapa sin saber que hacer para terminar las mil cosas que uno tiene en marcha,
y que ya no caben en el computo del reloj que nos hace pasar los meses a una
velocidad imparable. En algunos casos, esto nos lleva a estresarnos, ya que no
hay manera de que terminemos y hagamos que quepan las obligaciones y tareas que
tenemos impuestas y programadas.
El porqué el tiempo se acelera, la percepción
del mismo, es algo complicado de explicar.
Tiene que ver con el aumento de la frecuencia de resonancia del planeta,
y con los movimientos de nuestra tercera dimensión dentro de la dimensión o
dimensiones superiores. En todo caso, voy a intentar explicaros como modificar
nuestra programación para que sintamos y notemos que el tiempo vuelve a
disminuir su velocidad, ya que tenemos un margen en el cual podemos intervenir.
Estas modificaciones las tendrá que hacer nuestro ser o Yo Superior, y
volveremos a desacelerar la percepción psicológica del mismo (el reloj seguirá
yendo a la misma velocidad, el día tendrá 24 horas de reloj, pero al cambiar la
manera en la que la mente lo percibe, sentiremos que va más lento y, a no ser
que estemos adictos a mirar el reloj cada 10 segundos para ver que hora es,
volveremos a sentir que la cosas recuperan su velocidad normal).
Trabajando con la esfera
consciente continuo
Bien, ¿cómo se hace esto? El ser humano tiene su
mente formada por varias esferas mentales, esto ya lo hemos explicado al
detalle en esta conferencia que tenéis aquí, y una de esas
esferas mentales, uno de los niveles de nuestra psique, es la llamada esfera
consciente-continuo. La función de este nivel de la mente, entre otros, es
facilitar la gestión de la realidad a la mente consciente y racional,
ocupándose de detalles que esta no puede incluir, por sus limitaciones, en sus
procesos normales, así, por ejemplo, la percepción del tiempo, que es algo que
se “nota” en lo físico, no es gestionado por la mente consciente sino por la
esfera mental consciente continuo.
Posiblemente habrás notado que cuando estás
haciendo algo que te interesa y te gusta, las horas pasan volando, y todos
habéis notado que, a veces, un minuto se hace eterno. El componente psicológico
que nos proporciona estas sensaciones es un programa imbuido en esta esfera CC.
Para dominar estos procesos de forma consciente, y movernos en el tiempo más
rápido, es decir, que pasen las horas de reloj sin darnos cuenta, es necesario
mover nuestra consciencia a través de los procesos automáticos de esa parte de
nuestra mente, y poner en marcha otros mecanismos de la esfera consciente
continuo para que nuestra percepción del tiempo se ajuste a la velocidad que
deseamos percibir, dentro del margen que las frecuencias y velocidades del
planeta nos permiten, pues no podemos estirarlo más allá de un limite superior,
ni ralentizarlo más allá de un limite inferior, que va entre la percepción de
que el día dura unas 17 horas como límite inferior, hasta unas 29 horas como
límite superior. Entre esas percepciones, si que podemos “jugar”.
Cambiar la velocidad de
procesamiento de los fotogramas “temporales”
Entonces, si deseamos percibir el tiempo pasando
más rápido y que las cosas lleguen antes, como cuando tengas algo que hacer y
no puedas “esperar” a que llegue el momento de hacerlo a velocidad normal,
puedes modificar los componentes de la esfera CC para acelerar esa percepción
de la realidad a una velocidad más elevada, como procesar más fotogramas por
segundo, así tu mente consciente solo verá que ya es la hora de irte, y no se
habrá enterado de que ha hecho en las dos horas que aún faltaban.
Pero si quieres retrasar la llegada de algo para
que te dé más “tiempo” a ejecutar más acciones en menos tics de reloj, lo
contrario también es posible, haciendo que tu esfera CC procese menos
fotogramas por segundo, o menos clics de reloj por segundo. Esto hará que percibas
que, en solo media hora, te ha dado tiempo a hacer cosas que antes hacías en
una hora o en dos, dependiendo de la habilidad de manipular esta esfera.
Para ello, existe dentro de la esfera CC un
programa o un componente que es el que adapta la energía que proviene de esta
cuarta dimensión, nuestro tiempo, al movimiento de la tercera, pues nuestra
percepción del tiempo no es más que el movimiento de nuestro sistema de
realidad en una dimensión superior, como si la “caja 3D” en la que estamos se
estuviera desplazando, que de hecho así es, dentro de la “caja” que
representa la cuarta dimensión, que es lo que nos da un marco de referencia a
la hora de poder navegar por el tiempo 3D que usamos como referencia.
Entonces, esto se puede hacer de dos formas, o
lo hace uno por uno mismo, modificando y trabajando sobre su esfera CC, lo cual
es complicado para la mayoría pues no se tiene conocimiento de como hacerlo, o
pedimos a partes de nosotros mismos, nuestro ser, nuestro YS, que lo haga.
La
manera más sencilla es una simple petición, tipo “solicito que se ajuste la velocidad de procesamiento del
tiempo en mi esfera consciente continuo a la velocidad mínima posible”
(por ejemplo, para que los días se estiren y duren más, de nuevo,
psicológicamente hablando) o lo contrario, que se ajuste a la velocidad máxima
posible, para que duren menos, y pasen las horas volando sin darnos cuenta.
Tened en cuenta que uno tiene que ser consciente de esa parte, de nuestro ser o
YS, para ello, no es una petición al aire, no es una petición “por probar”, es
una solicitud consciente y focalizada a una parte del ser humano para que se
ejecute un cambio en nuestra programación, que no esté en contra de nuestro
libre albedrío, y que no represente ningún contratiempo o tenga ninguna repercusión
negativa, que no las hay).
A partir de aquí es cuestión de observar y ver
como cambia nuestra percepción, y como nos da tiempo a hacer muchas más cosas
en menos tics de reloj. Para una persona cuyo programa de gestión del tiempo
esté ajustado a la velocidad mínima, es decir, que la percepción de su día dure
unas 28-29 horas, el resto de personas que estén regidas por la percepción
actual de unas 17-19 horas la notarían como si fuera un poquito a cámara
rápida, para que me entendáis, ya que el tiempo de quien lleva el reloj interno
ajustado a 29 horas diarias tiene que caber en 24 horas de reloj que es el
estándar para todos.
Por el contrario, quien tiene su tiempo
psicológico ajustado a 19 horas, la mayoría, parecería que se mueve más lento,
ya que sus 19 horas psicológicas tienen que estirarse para acoplarse a las 24h
de reloj. Aunque suene complicado, y si uno no se obsesiona con controlar el
paso de los minutos, porque entonces te vuelves a sincronizar con el tiempo
real de reloj y la frecuencia del planeta actual, en uno o dos días, o incluso
menos, en unas horas para algunas personas, este alargamiento del día será
perceptible y muy útil.
Servidor lo usa regularmente, para acortar
momentos tediosos (un largo viaje en avión), o para alargar los días cuando hay
mucho trabajo pendiente, y en tres horas de reloj te cabe el trabajo de 6h.
Espero que os sirva como pequeña ayuda para
estos momentos en los que estamos yendo tan deprisa, que no da tiempo a
procesar las cosas. Hacedlo y en unos días ya veréis la diferencia.
un
abrazo,
David Topí
David Topí
http://davidtopi.com
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