miércoles, 5 de julio de 2017

Para Vivir Feliz, Toma Las Dificultades de la Vida Como Aprendizajes, no Como Problemas.


La vida es para aprender, todo el tiempo estamos aprendiendo y de hecho, los problemas sirven para demostrar lo que sabemos.
Lo que sabemos siempre permanecerá con nosotros, los problemas un día estarán y luego desaparecerán. Tu saber siempre estará contigo, mientras que los problemas irán desapareciendo.
Los problemas cuando niños, adolescentes, en el colegio, en la universidad, ya no están, pero, lo que aprendimos forman parte nuestra.
Similarmente a que nunca te olvidarás de manejar la bicicleta, tampoco olvidarás los problemas que resolviste cuando eras niño. Eso siempre te acompañará: la aplicación del conocimiento y la sabiduría.
Inclusive puedes divertirte de aquellos que se hacen problemas por todo.

Jhon Maynard, economista inglés, se divertía diciendo:
“Si yo te debo una libra, tengo un problema; pero si te debo un millón, el problema es tuyo”.

Henry Ford decía:
“La mayoría gastan más tiempo y energía en hablar de sus problemas que en enfrentarlos”.

Un sabio proverbio hindú menciona:
“Con mis maestros he aprendido mucho, con mis colegas más, con mis alumnos más todavía”.

Todo el tiempo debemos estar abiertos al aprendizaje. Nadie es tan ignorante como para no enseñar, ni nadie tan sabio para no aprender.
Si concentramos toda nuestra vida en aprender, no habrá tiempo para preocuparnos de los problemas. Solucionar no es preocuparse.
Todo lo que llamamos problemas es parte de seguir aprendiendo, nadie debe llamarlos problemas.
Séneca uno de los más grandes filósofos de la antiguedad, decía:
“Considera las contrariedades como un ejercicio”.

El pesimista es una parte del problema. El optimista, el creativo, el hombre que crece, es una respuesta a la vida.
Claro que no siempre es fácil aprender, Bertrand Russell, famoso polifacético personaje, dijo:
“Lo más difícil de aprender en la vida es qué puente hay que cruzar y que puente hay que quemar”.
Todo pasa
Shakespeare mencionaba:
“Ocurra lo que ocurra, aún en el día más borrascoso, las horas y el tiempo pasan”.

Es una verdad ineludible.
No hay porque sufrir si estás por caer en lo más bajo, ya que todo en el mundo se desarrolla como la curva de una campana, con su apogeo en la cúspide la campana y su valle en la parte baja.
Todo pasa, todo es cíclico. Por supuesto, que se puede lograr que las partes bajas o mínimas sean el menor tiempo posible y la partes de subida perduren más tiempo. Eso se logra con una buena actitud de superación, con fe en que las cosas van a tirar para arriba, con una visión optimista de las cosas y con las ganas de salir adelante. 
Lo mejor es que aprendas y luego apliques, así siempre estarás en la cresta de la ola.
Lo que aprendes, nadie te lo quitará, salvo que tu lo descartes. Pero nunca dejar de aprender.

Aprender es como nadar contra la corriente, en cuanto dejas de aprender comienzas a retroceder.
Finalmente, Platón nos dice:
“Aprendiendo a morir se aprende a vivir mejor”.


Via: Vida OK
http://elvasomediolleno.guru

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