sábado, 8 de julio de 2017

Las heridas y la rabia. Por Louise L. Hay.


Nada ni nadie puede hacernos daño cuando estamos centrados en nuestro espacio y nos amamos a nosotros mismos. Sólo nos pueden dañar nuestros propios pensamientos.

No te asustes de tus propios pensamientos. No reacciones con temor.
No traiciones tu poder. Vive centrándote en tu propio espacio, en donde sabes que la vida es para vivirla.


¿Qué es el amor incondicional?
Expresado con palabras sencillas, es la capacidad de amarnos a nosotros mismos y amar a los demás sin normas ni reglamentos. El amor incondicional es un estado ideal hacia el cual tiende todo el planeta. Es la principal lección que debemos aprender, y hemos de comenzar por nosotros mismos. Significa aceptarnos a nosotros mismos y aceptar a los demás sin emitir juicios. Una flor es, un cachorrito es, una tormenta es, una experiencia es. Si decimos una flor hermosa, un cachorro precioso, una tormenta dañina, una experiencia terrible, hemos emitido un juicio. Igualmente otra persona puede decir una flor fea, un cachorro insoportable, una tormenta benigna o una experiencia maravillosa.
Todo esto son juicios y proceden de la actitud que adoptamos ante las cosas y los acontecimientos.

Decir que alguien tiene el pelo rojizo es la afirmación de una realidad.

Decir que tiene un hermoso pelo rojizo o un horrible pelo rojizo es hacer un juicio. Los juicios que hacemos provienen de nuestra opinión sobre cualquier tema o acontecimiento. ¿Te has fijado en cómo te juzgas?

Decimos cosas como: «Tengo la nariz demasiado larga», «Mis pantorrillas son demasiado gruesas», «No soy lo bastante listo», «Mi manera de ser no me hace simpático» o «No soy lo bastante capaz».

«Tengo la nariz demasiado larga»: ¿para quién o para qué? ¿Cuál es la nariz perfecta? ¿Dónde está el modelo? ¿Te has fijado en que la forma de la nariz cambia en las diferentes regiones del planeta? ¿Realmente colocas tu valor personal en la forma de tus pantorrillas? Si crees que no eres una persona simpática es porque no te amas. ¿Y quién dice que no eres lo bastante capaz? ¿De dónde sacaste ese juicio?

Todo esto no son más que tonterías. Tu nariz sirve y tus pantorrillas también, tengan la forma que tengan. Sí, puedes hacerte la cirugía estética, pero eso no tendrá nada que ver con tu valía personal ni con el amor que sientas por tí. Serás una persona simpatiquísima si así lo crees, y sólo tú puedes decidir si eres lo bastante capaz.
Nos preguntamos cómo podemos aceptar todas las cosas difíciles que nos ocurren en la vida. Esas cosas nos suceden porque practicamos el desamor hacia nosotros mismos y nos juzgamos. Cuando, como individuos, nos tratemos con amor incondicional, no habrá experiencias negativas. No las crearemos. Podemos aprender a aceptar a los demás sin ponerles condiciones, dejándolos ser como son, aprendiendo de sus experiencias al mismo tiempo que aprendemos de las nuestras, amándolos a medida que aprenden a amarse a sí mismos.

Si todos practicáramos el amor incondicional tanto como nos fuera posible, estoy segura de que en dos generaciones podríamos transformar este planeta en un lugar lleno de amor y seguro para vivir.

De una u otra forma todos sufrimos de la falta de amor incondicional, algunos desde que nacimos. Si cuando éramos niños rara vez se nos permitió amarnos y respetarnos a nosotros mismos, es muy probable que ahora nos neguemos ese amor. Si se nos educó en la idea de que éramos poco dignos de cariño, entonces a menudo optamos por tratarnos como a personas despreciables, y expresamos esta indignidad de muchas formas, por ejemplo convirtiéndonos en drogadictos para no pensar, y castigando así nuestro cuerpo a diario.


Tratamiento
Hoy es otro precioso día sobre la Tierra y vamos a vivirlo con alegría.

Aceptamos este don con gratitud y gozo. Comprendemos que no tenemos tiempo para perder viviendo en el pasado. Así que entramos en nuestro interior y con ojos amorosos Escudriñamos todos los rincones en donde habitan el dolor y el temor. Ya no queremos aguantar más estos viejos obstáculos. Nos trasladamos a nuestro espacio del corazón, adonde llevamos la abundante luz del amor que habita en nuestro interior. Hacemos que este amor, que ve sin juicios ni expectativas, fluya por nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestra conciencia. La luz del amor sigue brillando y disuelve todo lo que no se le parece. Estamos dispuestos a deshacernos de toda la basura. No tiene vida propia, no hay verdad en ella. Es sólo un viejo recuerdo que ya no existe, que desaparece de nuestra vida. Somos uno con el Poder que nos ha creado. Estamos seguros y a salvo, y todo está bien en nuestro mundo.

 http://www.diapordiamesupero.com

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