El amor es una energía, que se encuentra en nuestra misma Esencia Divina.
Nosotros somos una Fuente inagotable de amor.
No me refiero a la emoción de Amor, que puede variar su frecuencia según la intervención del Ego/Mente, cambiando del supuesto Amor, al rencor u al odio.
Me refiero a la Fuente misma del Amor que está en nosotros en nuestra misma Divinidad, desde este centro, desde esa Fuente nace el Amor y se expande en nosotros, como hacia afuera de nosotros.
Para sentir ese Amor, sin límites, debemos integrarnos a la misma Fuente, Ser uno en ella...
Allí no existe la dualidad, no puede habitar ni habita la ausencia de Amor.
Pues el amor incluye lo diverso, lo distinto y lo transforma, acepta desde la comprensión, suelta desde la compasión y reflexiona desde la Paz.
El Amor sabe de la existencia de las sombras y las perdona, pues si no lo hiciera dejaría de ser amor.
El Amor se expresa en alegría, sin ser exceso o desborde, pues dejaría de ser amor comprensivo.
El desborde nada tiene que ver con el amor, pues cuando se actúa en el exceso se pierde la noción de las consecuencias de lo que se hace, se dice y se piensa, pues en el amor se es Luz sanadora siempre.
Cuando hablo del amor como Luz sanadora, no solo lo digo a nivel físico, se es en todos los niveles, emocional, mental y espiritual.
Cuando nos hacemos consciente de la existencia de la Fuente de Amor que somos y que desde ella podemos cambiar nuestro Ser Interior, puramente Humano, hacia una integración con la Divinidad que realmente somos, logramos Ser Divinamente Humanos.
Sabiendo que los "errores" son aprendizajes que debíamos adquirir y que cuando nos hacemos conscientes del aprendizaje es porque dejamos que el amor actúe en nosotros.
El amor no se vende, ni se compra, pues él está en todos y en todo, simplemente muchos no son conscientes de su existencia, creyendo que los otros son amor, pues les hicieron creer eso, que el amor está afuera de ellos, en los Santos, los Dioses o los Maestros, pero no en ellos, cuando en realidad nunca fue así.
Simplemente, algunos antes y otros después logran lentamente hacerse consciente de esta gran verdad... Que en todo y en todos yace la semilla Divina del Amor, Dios viviente en ti, en todos y en todo.
Cuando llegamos a este estado de Paz amorosa de Dios en nosotros, nuestra capacidad de comprensión se expande y comenzamos a irradiar amor, creando "puentes de Amor" hacia todos y hacia todo.
Es el Amor en acción que nos hace disolver en nosotros el miedo, la culpa y toda energía más calificada, para fluir en el amor desde el centro del Corazón hacia el mundo exterior.
Así comenzamos a tender lazos de amor, a sentir lo que el otro siente y comprenderlo, que no implica necesariamente justificarlo, simplemente se comprende la situación, para aceptar lo que es o se muestra ante nosotros y así elevarlo a la Consciencia Superior.
Comprendemos, por ejemplo, que el otro tiene un sendero de vida, que nosotros podemos ayudar o dar nuestra opinión, pero en definitiva las decisiones son entera responsabilidad del otro y nosotros podemos opinar, pero no intervenir para cambiar sus decisiones si el otro se niega al cambio, por eso es importante saber soltar y el amor sabe de soltar, por amor a al otro y a la vida misma.
Lo que sí podemos es dar amor, establecer lazos de amor hacia todos, hasta en aquellos que nos rechazan o nos han herido de alguna manera, pues el amor que les enviamos es el sendero del perdón, la sanación nuestra y la liberación del otro!!!
Sanamos las heridas desde el amor y el perdón tanto hacia nosotros como hacia todos los conectados con nosotros.
De esta forma establecemos las conexiones de amor, desde nosotros, abriendo el corazón a la Fuente Divina que hay en nosotros y dejando fluir la energía del amor hacia toda la vida.
Entonces...
Comprenderemos que no hay "enemigos", solo Maestros que nos conducen hacia nosotros mismos, para sacar a la Luz nuestras propias sombras y así sanarlas en el Amor de nuestra misma Fuente Divina.
Nos conectamos con los otros, sentimos sus alegrías, sus penas y su amor y en el amor les enviamos sanación... ondas de amor.
De esta manera sanamos y nos sanamos expandiendo amor sin límites, pues el amor no sabe de límites, como es la Luz que no conoce la oscuridad, pues solo sabe Ser Luz.
Finalmente, recordemos...
El Amor no espera respuestas, ni recompensas, simplemente... fluye, como un río que avanza conectándose con el entorno que recorre, buscando avanzar y nada más. Entregando sus aguas a los campos, brindando un hábitat a los peces que viven en él.
Seamos amor, conectemos nuestro amor a la Vida toda, transformemos nuestra realidad en más amor, sabiendo que somos los creadores desde el amor.
Los Amo!
Con Amor, Ashamel Lemagsa.
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