miércoles, 19 de octubre de 2016

Esconder y fingir emociones afecta a tu pareja.


Fingir emociones no es positivo para ninguna de nuestras relaciones y mucho menos si nos referimos a nuestra pareja. Pero, ¿quién querría esconder o simular lo que siente?
Esto sucede porque hemos confundido la gestión emocional con la acción de ocultar.
Es verdad que darles total libertad a nuestras emociones podría acarrear consecuencias fatales. Algunas de ellas son el arrepentimiento, casi momentáneo, de lo que le hemos transmitido a nuestra pareja.
Por eso, es necesario que recordemos lo que ocurre cuando estamos “en caliente”. No pensamos con claridad, decimos disparates y, en muchas ocasiones, hacemos daño a la otra persona.
Esto no significa que tengamos que callar lo que sentimos, sino aprender a transmitirlo de la forma adecuada.
El hecho de fingir emociones puede tener consecuencias demoledoras para nuestra relación. Una estrategia que no tendrá vuelta atrás.
La comunicación en la pareja

Cuando no expresamos lo que pensamos no se está produciendo una comunicación sana en la pareja. Nos estamos guardando cosas que sería necesario e imprescindible decir.
Pongamos un ejemplo muy simple. Imagina que hay algo que te molesta de ella, que no colabore lo suficiente en casa, que tenga hábitos poco saludables… lo que sea.
Si no manifiestas tu parecer, estarás provocando que un foco de negatividad se vaya instalando dentro de ti.
Tarde o temprano esto saldrá por algún lado. Tu descontento se manifestará en discusiones absurdas, en brotes de ira inexplicables y, mientras, tu pareja no entenderá qué es lo que en realidad ocurre.
Poco a poco, esta situación se irá haciendo cada vez más grande y puede que llegue incluso a provocarte un gran rechazo hacia esa persona con la que compartes tu vida. Todo esto porque has optado por fingir emociones, en vez de expresarlas.

Para algunos individuos, esta es la opción más fácil. Quizás porque tienen miedo a la posible reacción, tal vez porque asumen que no servirá de nada o porque quieren que su pareja se dé cuenta de lo que ocurre y lo rectifique.
Pero, ¿sabes qué? Si no se lo dices, no lo va a adivinar.
Fingir emociones por extrovertidos y por introvertidos

¿Tienes una personalidad introvertida o extrovertida? Si te sientes identificada con esta última opción, posiblemente no tengas muchos problemas con el punto anterior.
Tú siempre buscas la comunicación de la pareja, compartiendo los diferentes puntos de vista que tenéis.
Sin embargo, que seas una persona extrovertida no evita que, en alguna ocasión, escondas lo que sientes. Los miedos, las inseguridades, las circunstancias… Son varias las causas que pueden llevarte a fingir emociones. La opción “más fácil”.
El gran problema es que te sentirás terriblemente mal. Te darás cuenta de que no estás haciendo lo correcto y tendrás una gran necesidad de comunicar lo que sientes.
Guardarlo para ti, provocará que se enquiste dentro de ti y que se transforme, por ejemplo, en ansiedad.
No ocurre lo mismo si somos introvertidos. En este caso, es muy difícil luchar contra esa manifestación de emociones. Una “exigencia” que se nos hace muy cuesta arriba.

Las personas introvertidas se sienten cómodas expresando lo justo y necesario, guardándose algunos sentimientos para sí. No obstante, esto no quiere decir que no se sientan mal fingiendo emociones.
Se dan cuenta de que mienten, de que actúan de una forma en la que no son ellas mismas.
¿Te gustaría que te hiciesen lo mismo?
Aprende a ser asertivo
Para que dejemos de fingir emociones con nuestra pareja, es importante que aprendamos a ser asertivos. ¿Qué quiere decir esto? Que tenemos que empezar a expresar lo que sentimos tratando de no dañarla.
Por eso, si te encuentras en medio de una discusión, espera unos minutos o un tiempo para hablar y declarar cómo te sientes y lo que piensas. De otra manera, puede que perjudiques a esa persona que tanto quieres.
Además de ser asertivos, es imprescindible que empecemos a gestionar nuestras emociones. Para ello, es conveniente que sepamos identificarlas.
Reconocer lo que sentimos nos permitirá poder expresarlo de la mejor manera. De esta forma, no escondemos lo que nos consume por dentro y nos sinceramos con nuestra pareja.

Recuerda que la confianza y la sinceridad son las claves para una relación sana y feliz. Ir en contra de estos valores tendrá consecuencias fatales. Tal vez no ahora, pero sí con el tiempo.
No le hagas daño a tu pareja fingiendo y escondiendo tus emociones. No se lo merece, ni tú tampoco.


1 comentario:

  1. Las primeras metirosas aun son las mujeres. De ahi el conflicto con la pareja y el extraño e inoperante equilibrio de ellas - las parejas - en el mundo. Hasta que no se cambien esos roles mentales de necesidades o carencias y afectos sociales .. solo seremos egos (ni masculino ni femenino)en eterna lucha por ser el Rey - o la Reina- en nuestro entorno de apariencias

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