lunes, 3 de octubre de 2016

El rasgo de la personalidad que aumenta en un 48% el riesgo de sufrir demencia. Por Jennifer Delgado.


¿Te exaltas prácticamente por todo?

¿Te enfadas cuando algo no marcha como tenías previsto?

¿Te estresas por los pequeños contratiempos del día a día?

Cada una de estas emociones y estados de ánimo tienen un impacto sobre tu cuerpo y, obviamente, sobre el cerebro. Podemos comprender las emociones como pequeñas gotas. Por sí solas, no pueden causar un gran daño e incluso pueden pasar desapercibidas para el organismo, pero cuando se acumulan, día tras día, pueden llegar a colmar el vaso. 

La Medicina tradicional ha tardado mucho en reconocer el impacto de las emociones y las características de personalidad en la aparición y el agravamiento de las enfermedades, pero en la actualidad se están llevando a cabo numerosos estudios que demuestran el impacto que el estado emocional tiene sobre nuestra salud.

En este sentido, hace poco, un estudio desarrollado en el Instituto Karolinska dio a conocer cuál es el rasgo de personalidad que más aumenta las probabilidades de sufrir demencia. Sin duda, sus resultados son muy interesantes ya que, a diferencia de la genética, la expresión de la personalidad es algo que sobre lo que podemos influir, que podemos cambiar, para disminuir el riesgo de sufrir una enfermedad que ya afecta a 47,5 millones de personas en el mundo.

Demencia: La enfermedad que nos roba los recuerdos

Cada año se registran 7,7 millones de casos nuevos de demencia y se estima que para 2050 los casos se tripliquen. Se trata de una patología muy cruel ya que primero nos arrebata los recuerdos más preciados y luego, poco a poco, nos arrebata la posibilidad de reconocer a nuestros seres queridos, borrando las huellas de quienes fuimos y a quienes amamos.

Ahora un grupo de científicos estadounidenses y suecos han publicado un estudio en el cual les dieron seguimiento durante 28 años a 1.082 mellizos. A lo largo de ese tiempo, sometieron a los participantes a diferentes test de personalidad, cada tres años. Así descubrieron que la ansiedad rasgo era la característica que más influía en el riesgo de padecer demencia. Las personas ansiosas tenían , nada menos y nada más, que un 48% más de riesgo de padecer demencia.

¿Qué es la ansiedad rasgo?

La ansiedad rasgo es un término que se utiliza para hacer referencia a una característica relativamente estable de la personalidad a lo largo del tiempo. Es una tendencia de la persona a reaccionar de manera ansiosa ante diferentes situaciones, una predisposición a percibir los hechos como peligrosos o amenazantes, y a responder ante estos con gran ansiedad.

¿Por qué la ansiedad puede provocar demencia?

Los investigadores afirman que la clave de la relación entre la ansiedad y la demencia se encuentra en el cortisol, también denominada “la hormona del estrés”. De hecho, existe una vasta línea de investigación que demuestra los estragos que causan los niveles elevados de cortisol en el funcionamiento y la estructura del cerebro.

En este sentido, un estudio realizado en la Universidad de Islandia con 4.244 adultos mayores reveló que los niveles elevados de cortisol, medidos a través de la saliva apenas las personas se despertaban, están relacionados con una disminución de la cantidad de sustancia gris y el volumen del hipocampo, un área del cerebro que desempeña un rol fundamental en la memoria. Este y otros estudios apuntan a que el cortisol tiene un efecto tóxico sobre el cerebro, en especial sobre las zonas vinculadas a la formación de recuerdos y la memoria.

Sin embargo, una de las investigaciones más concluyentes en este sentido fue llevada a cabo en la Universidade Federal de Minas Gerais. Estos investigadores trabajaron con 309 adultos mayores y comprobaron que los niveles elevados de cortisol estaban relacionados con un mayor riesgo de sufrir demencia, con independencia de la APOE-ε4, una molécula que aumenta en más de un 50% las probabilidades de desarrollar Alzheimer. Esto significa que, más allá de la genética, en muchos casos los estados emocionales son determinantes para la aparición de numerosas patologías, entre ellas la demencia.

Ahora ya lo sabes, la ansiedad no es buena compañera de viaje. Por tanto, es mejor poner en práctica algunas de estas estrategias prácticas para combatir la ansiedad ;)


Fuentes:
Petkus, A. J. et. Al. (2016) Anxiety is associated with increased risk of dementia in older Swedish twins. Alzheimers Dement; 12(4): 399-406.
Geerlings, M. I. et. Al. (2015) Salivary cortisol, brain volumes, and cognition in community-dwelling elderly without dementia. Neurology; 85(11): 976-983. 
Lara, V. P. et. Al. (2013) High cortisol levels are associated with cognitive impairment no-dementia (CIND) and dementia. Clinica Chimica Acta; 423(23): 18–22.

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