1.- No saltes
automáticamente de la cama apenas suene el despertador. Tómate unos
minutos para hacer un breve chequeo consciente de tu cuerpo.Empezar la jornada
con una mayor conciencia establecerá las condiciones adecuadas para enfrentarte
con calma y ecuanimidad a las situaciones difíciles que el día traiga.
2.- Advierte mientras te duchas o aseas
si tu mente está pensando, organizando o
preparándose para el día que le aguarda. Si es así tráela de nuevo al momento
presente: huele el jabón, siente el agua sobre tu piel, disfruta de la
sensación de limpieza de tu cuerpo.
3.- Si vives con alguien, no salgas de
casa sin aprovechar la ocasión de hablar y escucharles atentamente unos
instantes.
4.- Camina de forma pausada cuando
salgas. Si vas a pie, presta atención durante el
camino a los sonidos, los olores, las gentes con las que te cruzas… Conecta
con tu cuerpo, advierte la presencia de cualquier tensión y trata de relajarla.Si
vas en coche, sé consciente de tus
movimientos para ponerlo en marcha y mientras conduces; fíjate en el tacto del
volante, en el ruido del motor; busca alguna ocasión mientras conduces para ir
un poco más despacio; utiliza los semáforos rojos como un recordatorio que
te permita ser consciente de tu respiración.
5.- Caminar es algo que solemos hacer con
el piloto automático. Cuando te dirijas a algún lugar o estés sencillamente
callejeando, hazlo de un modo diferente: con un ritmo más lento o acompasando
la respiración con tus pasos.Advierte las sensaciones corporales, tanto de los
pies como del resto del cuerpo, que acompañan tu caminar.
6.- Si te es posible, come solo, sin
nadie más, una vez por semana. Hazlo en silencio, un poco más
lentamente de lo habitual y tratando de ser consciente del sabor y la
textura de la comida.
7.- Descubre el valor de la pausa en tus
actividades diarias y laborales. Haz una sola cosa a la vez, para poder estar
presente realmente en ella. Una de las cosas que más estrés genera es nuestra
costumbre de ser “multitareas”. Aunque te parezca que pierdes tiempo
haciendo las cosas de una en una, en realidad lo estás ganando.
8.- Haz breves chequeos corporales a lo
largo del día. Puedes asociarlos a algunas actividades que te sirvan de “recordatorio”,
por ejemplo antes de echar un vistazo al correo electrónico, antes de agarrar
el coche, al cambiar de postura o antes de sentarte a comer.
9.- No te apresures por llegar a casa
cuanto antes. No te dejes engañar por la sensación de que disfrutarás cuando
llegues: ahora es el momento de disfrutar. Solo existe “ahora”.
10.- Antes de irte a la cama, revisa
cómo está tu cuerpo fijándote en las tensiones que adviertas.Trata en su caso
de soltar tu
musculatura siendo consciente de ella y relajándola mientras respiras(Haz primero
ejercicio de retrospección)
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Autor: Jorge Bechara
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