Cosa rara, yo siento como que me están poniendo a prueba, ¿será mi Espíritu?, porque no creo que lo sean los Maestros. La cuestión es que he leído mucho sobre este tema y ahora lo que me viene a la mente, no sé si es lo que he leído o si es lo que he recibido.
Por otro lado, justamente la mayoría de la información que tengo presente fue brindada en su momento por el Maestro Kirael, en diversos mensajes a lo largo de los años.
Por supuesto al intentar abordar semejante tema, que se podría decir es bastante discutido, me voy a basar un poco en lo leído y espero que en conjunto por lo menos esté en condiciones de componer un escrito que valga la pena.
Espero que disculpen si esto no sale a la perfección, pero es el primer intento real que hago y estoy totalmente segura del título recibido. Por otro lado también sé que muchísimos autores de libros se basan en informaciones recopiladas de los más distintos lados, así que aquí por lo menos por el momento, me referiré al material del Maestro Kirael.
Actualmente se nos ha dicho, por tantas fuentes distintas, que somos seres ilimitados y que es nuestra tarea, la de trascender las limitaciones que nos han hecho creer que eran nuestras. Al trascender estas limitaciones por supuesto nos estamos metiendo en terrenos que no pueden ser verificados, ya que todo el material que recibimos del Espíritu, no es algo que puede ser constatado en forma matemática o científica.
Ahora como el tema que me toca desarrollar se trata de las mujeres y su relación con la Biblioteca de Alejandría, y yo diría no solamente con esta Biblioteca, sino con el aprendizaje en general, tanto el normal como el espiritual, hay que tomar en cuenta que en aquellas épocas se daba por sentado, oficialmente, que las mujeres no éramos capaces de estudiar o de elevar nuestros conocimientos más allá de lo clásico, de lo que se consideraba que era la labor de la mujer.
Un gran ejemplo de estas mujeres es por supuesto la Maestra María Magdalena, con la cual, especialmente durante los últimos tiempos, muchos hemos tenido contacto a través de sus mensajes brindados a diversos canales.
Creo que nadie de nosotros sigue creyendo lo que se dice de ella en cuanto a su relación con Yeshua, sino que sabemos a ciencia cierta que ella era alguien que le brindó una enorme cantidad de enseñanza, la que en parte ella recibía por su trabajo que tenía que ver con que su familia era propietaria de un puerto de embarque, donde los barcos de todas partes del mundo tocaban puerto. María Magdalena era la encargada de la traducción de las bitácoras de los barcos entregadas a las autoridades portuarias por los capitanes. De esta forma ella aprendió muchísimo de todo lo que tenía que ver con el mundo que se hallaba más allá de su lugar de residencia.
A través de la información recibida de los reinos superiores se sabe que, contrario a lo que se comenta comúnmente, las mujeres sí tenían acceso a la Biblioteca de Alejandría, porque, debido a que los hombres estaban ocupados con las guerras, mandaban a las mujeres a estudiar y a investigar. La forma de estudiar es similar a la que utilizamos hoy en día cuando vamos a una biblioteca, en donde están los más diversos temas a nuestra disposición y nos podemos sentar a leerlos o en parte a copiarlos y luego transmitirlos de una a otra.
A raíz de estos aprendizajes las mujeres llegaron a descubrir que ellas también eran seres ilimitados, y que no estaban en inferioridad de condiciones de los hombres. Todo esto tuvo como resultado que llegó el momento en el que los hombres se percataron de lo que estaba pasando, o sea, que las mujeres se estaban tornando en demasiado sabias para la humanidad, y a raíz de ello decidieron quemar la biblioteca, creyendo a lo mejor que con este acto las mujeres retrocederían en su estado evolutivo anterior, o sea la de ser simplemente la persona que tiene hijos, se preocupa de preparar los alimentos, mantener la casa limpia y estar dispuesta para los hombres a mantener relaciones sexuales cuando a ellos se les ocurría.
Esa era una de las razones, pero las mujeres, que ahora estaban a una altura espiritual incluso mayor que los hombres, se dieron cuenta, y se comenta que ellas de a poco fueron sacando muchísimos libros, por supuesto a ocultas, de la Biblioteca y así pudieron salvar este material tan valioso para el desarrollo evolutivo del ser humano.
Comparando con lo relativamente pocos detalles que tenemos concretos acerca de aquella época, no me llama la atención que las mujeres hayan sentido las ansias y la necesidad de una instrucción mayor.
En comparación con hoy en día, en donde no hay ninguna duda de que es un porcentaje mucho mayor de mujeres que se encuentran en el camino y en la búsqueda espiritual, sabiendo que las mujeres están perfectamente en condiciones de igualdad, a veces de superioridad, en cuanto al estudio concreto, es notable que cuando se participa de conferencias, talleres, etc., es generalmente mucho mayor el número de mujeres que asisten que el de los hombres.
En mi experiencia personal he visto que durante todos los años que he tenido grupos de Luz, siempre ha sido la mayor parte formada por mujeres y solamente muy de vez en cuando un hombre. También me ha pasado que en ocasiones si asistían hombres a los grupos, en general parece que tenían la ilusión de hacerse cargo de los mismos, pero hace mucho tiempo atrás yo he recibido indicaciones concretas de los Maestros de que tengo que ser yo la que los dirige.
No me gusta emplear la palabra dirigir, pero sé por experiencia que tiene que haber alguien, ya sea yo u otra persona, que tiene que tratar de mantener un cierto lineamiento de proceder, porque si no uno se aleja de lo que es la meta del grupo, en el caso nuestro el de la evolución y trabajos para la humanidad y la Madre Tierra.
Yo sé que en el planeta todavía hay muchas poblaciones en donde la mujer está totalmente subyugada, donde prácticamente es una herramienta de trabajo y no merece la consideración que tendría que tener, y tampoco se le permite ir incrementando su aprendizaje, su conocimiento y todavía no se les da el lugar que les corresponde, aunque en muchos países, en muchas culturas ya esto está cambiando y la mujer está ocupando lugares que antes eran imposibles de considerar para una mujer.
No es que esté hablando en favor de un matriarcado, no. Sé perfectamente que esto tampoco ha funcionado y que no es la solución. Pero también sabemos que ha llegado el momento en que las energías masculinas y las femeninas tienen que volver a fusionarse para formar una unidad. Es esa la meta que estamos persiguiendo, la Unidad del ser humano.
Una vez, yo creo por lo menos que, una vez que hayamos logrado esta unidad también habremos llegado al punto de estar plenamente conscientes de que los otros seres humanos son iguales a nosotros y que no haya diferencias de credos, de razas, de religiones y de colores.
Todos provenimos de la misma Fuente, del mismo Creador y es esa la meta final a la que todos tenemos que aspirar, incluyendo en ello a todos los otros reinos que conforman nuestro planeta y nuestro universo.
Sé que es relativamente poca o ninguna información nueva que estoy brindando con respecto al tema encomendado. Quiero creer que me llevará un cierto tiempo el acostumbrarme o a recordar cómo absorber dentro de mi mente una información más amplia, pero igualmente estoy segura de que ello se producirá.
* * * * *
Por otro lado, justamente la mayoría de la información que tengo presente fue brindada en su momento por el Maestro Kirael, en diversos mensajes a lo largo de los años.
Por supuesto al intentar abordar semejante tema, que se podría decir es bastante discutido, me voy a basar un poco en lo leído y espero que en conjunto por lo menos esté en condiciones de componer un escrito que valga la pena.
Espero que disculpen si esto no sale a la perfección, pero es el primer intento real que hago y estoy totalmente segura del título recibido. Por otro lado también sé que muchísimos autores de libros se basan en informaciones recopiladas de los más distintos lados, así que aquí por lo menos por el momento, me referiré al material del Maestro Kirael.
Actualmente se nos ha dicho, por tantas fuentes distintas, que somos seres ilimitados y que es nuestra tarea, la de trascender las limitaciones que nos han hecho creer que eran nuestras. Al trascender estas limitaciones por supuesto nos estamos metiendo en terrenos que no pueden ser verificados, ya que todo el material que recibimos del Espíritu, no es algo que puede ser constatado en forma matemática o científica.
Ahora como el tema que me toca desarrollar se trata de las mujeres y su relación con la Biblioteca de Alejandría, y yo diría no solamente con esta Biblioteca, sino con el aprendizaje en general, tanto el normal como el espiritual, hay que tomar en cuenta que en aquellas épocas se daba por sentado, oficialmente, que las mujeres no éramos capaces de estudiar o de elevar nuestros conocimientos más allá de lo clásico, de lo que se consideraba que era la labor de la mujer.
Un gran ejemplo de estas mujeres es por supuesto la Maestra María Magdalena, con la cual, especialmente durante los últimos tiempos, muchos hemos tenido contacto a través de sus mensajes brindados a diversos canales.
Creo que nadie de nosotros sigue creyendo lo que se dice de ella en cuanto a su relación con Yeshua, sino que sabemos a ciencia cierta que ella era alguien que le brindó una enorme cantidad de enseñanza, la que en parte ella recibía por su trabajo que tenía que ver con que su familia era propietaria de un puerto de embarque, donde los barcos de todas partes del mundo tocaban puerto. María Magdalena era la encargada de la traducción de las bitácoras de los barcos entregadas a las autoridades portuarias por los capitanes. De esta forma ella aprendió muchísimo de todo lo que tenía que ver con el mundo que se hallaba más allá de su lugar de residencia.
A través de la información recibida de los reinos superiores se sabe que, contrario a lo que se comenta comúnmente, las mujeres sí tenían acceso a la Biblioteca de Alejandría, porque, debido a que los hombres estaban ocupados con las guerras, mandaban a las mujeres a estudiar y a investigar. La forma de estudiar es similar a la que utilizamos hoy en día cuando vamos a una biblioteca, en donde están los más diversos temas a nuestra disposición y nos podemos sentar a leerlos o en parte a copiarlos y luego transmitirlos de una a otra.
A raíz de estos aprendizajes las mujeres llegaron a descubrir que ellas también eran seres ilimitados, y que no estaban en inferioridad de condiciones de los hombres. Todo esto tuvo como resultado que llegó el momento en el que los hombres se percataron de lo que estaba pasando, o sea, que las mujeres se estaban tornando en demasiado sabias para la humanidad, y a raíz de ello decidieron quemar la biblioteca, creyendo a lo mejor que con este acto las mujeres retrocederían en su estado evolutivo anterior, o sea la de ser simplemente la persona que tiene hijos, se preocupa de preparar los alimentos, mantener la casa limpia y estar dispuesta para los hombres a mantener relaciones sexuales cuando a ellos se les ocurría.
Esa era una de las razones, pero las mujeres, que ahora estaban a una altura espiritual incluso mayor que los hombres, se dieron cuenta, y se comenta que ellas de a poco fueron sacando muchísimos libros, por supuesto a ocultas, de la Biblioteca y así pudieron salvar este material tan valioso para el desarrollo evolutivo del ser humano.
Comparando con lo relativamente pocos detalles que tenemos concretos acerca de aquella época, no me llama la atención que las mujeres hayan sentido las ansias y la necesidad de una instrucción mayor.
En comparación con hoy en día, en donde no hay ninguna duda de que es un porcentaje mucho mayor de mujeres que se encuentran en el camino y en la búsqueda espiritual, sabiendo que las mujeres están perfectamente en condiciones de igualdad, a veces de superioridad, en cuanto al estudio concreto, es notable que cuando se participa de conferencias, talleres, etc., es generalmente mucho mayor el número de mujeres que asisten que el de los hombres.
En mi experiencia personal he visto que durante todos los años que he tenido grupos de Luz, siempre ha sido la mayor parte formada por mujeres y solamente muy de vez en cuando un hombre. También me ha pasado que en ocasiones si asistían hombres a los grupos, en general parece que tenían la ilusión de hacerse cargo de los mismos, pero hace mucho tiempo atrás yo he recibido indicaciones concretas de los Maestros de que tengo que ser yo la que los dirige.
No me gusta emplear la palabra dirigir, pero sé por experiencia que tiene que haber alguien, ya sea yo u otra persona, que tiene que tratar de mantener un cierto lineamiento de proceder, porque si no uno se aleja de lo que es la meta del grupo, en el caso nuestro el de la evolución y trabajos para la humanidad y la Madre Tierra.
Yo sé que en el planeta todavía hay muchas poblaciones en donde la mujer está totalmente subyugada, donde prácticamente es una herramienta de trabajo y no merece la consideración que tendría que tener, y tampoco se le permite ir incrementando su aprendizaje, su conocimiento y todavía no se les da el lugar que les corresponde, aunque en muchos países, en muchas culturas ya esto está cambiando y la mujer está ocupando lugares que antes eran imposibles de considerar para una mujer.
No es que esté hablando en favor de un matriarcado, no. Sé perfectamente que esto tampoco ha funcionado y que no es la solución. Pero también sabemos que ha llegado el momento en que las energías masculinas y las femeninas tienen que volver a fusionarse para formar una unidad. Es esa la meta que estamos persiguiendo, la Unidad del ser humano.
Una vez, yo creo por lo menos que, una vez que hayamos logrado esta unidad también habremos llegado al punto de estar plenamente conscientes de que los otros seres humanos son iguales a nosotros y que no haya diferencias de credos, de razas, de religiones y de colores.
Todos provenimos de la misma Fuente, del mismo Creador y es esa la meta final a la que todos tenemos que aspirar, incluyendo en ello a todos los otros reinos que conforman nuestro planeta y nuestro universo.
Sé que es relativamente poca o ninguna información nueva que estoy brindando con respecto al tema encomendado. Quiero creer que me llevará un cierto tiempo el acostumbrarme o a recordar cómo absorber dentro de mi mente una información más amplia, pero igualmente estoy segura de que ello se producirá.
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