La armonía del alma y la armonía de la mente
pueden garantizar la armonía en el funcionamiento celular.
Descubrimiento del científico Bruce Lipton:
Al extrapolar la información obtenida en su
laboratorio de la Universidad de Stanford, el científico Bruce Lipton llega a
la conclusión de que lo que determina el comportamiento de nuestro cuerpo no
son nuestros genes sino nuestras creencias y la forma en que percibimos el
mundo. Somos un agregado de células y lo que pasa a nivel de una de ellas,
refleja lo que nuestro cuerpo es y hace, dice Lipton, quien ha creado una nueva
y muy interesante corriente en biología.
Mientras experimentaba con células madres – que son pluripotenciales, o sea, que pueden convertirse en cualquier tipo de tejido – Lipton se da cuenta que cuando cambiaba el medio en el que las células crecían, unas se transformaban en tejido muscular y otras en tejido óseo u otro tejido. ¿Por qué, si las células eran genéticamente idénticas?, se preguntó Lipton.
Lipton descubre que la membrana celular contiene receptores que reciben señales del medio ambiente, y luego transmiten esta información al interior de la célula, indicándole qué funciones debe desempeñar. O sea que el núcleo de la célula, donde están los genes, no es el cerebro de la misma, como siempre se había creído.
Lipton descubre que ese papel de comando central que se había asignado al núcleo está en realidad en la membrana celular y es el tipo de señales que la célula percibe en su medio ambiente lo que determina la función de la misma. Lipton concluye que nuestros pensamientos y nuestra percepción determinan en últimas nuestra salud física y mental.
Los genes no controlan nuestra biología.
Si la teoría de que los genes controlan nuestra biología fuera correcta, los investigadores del proyecto del Genoma Humano hubieran encontrado al menos 120.000 diferentes genes, explica Lipton. Pero el proyecto identificó solamente algo más de 20.000. No se necesita un gen por cada proceso celular que tiene lugar en el cuerpo.
O sea que si la creencia estaba equivocada, se necesitaba una nueva manera de enfocar la biología. Y entonces surgió la epigenética que nos explica cómo los genes se activan o inhiben de acuerdo a las condiciones que se dan en el medio ambiente.
Es cierto que algunas enfermedades – sólo un 2 por ciento – son genéticas. Pero personas que sufren de enfermedades como diabetes o condiciones cardiovasculares son el resultado no sólo de la propensión genética, si esta existe, sino de su estilo de vida y su forma de pensar.
Las células tienen capacidad para aprender y tienen memoria. En su contacto con el medio que las rodea, aprenden lo que necesitan para adaptarse a los cambios. Esto confirma la existencia de una inteligencia en el cuerpo humano.
¡Este es un descubrimiento fenomenal!
El descubrimiento de Lipton significa que nuestros pensamientos afectan lo que nuestras células hacen. Entonces, ¡los que creemos que en la unidad mente-cuerpo, estamos en lo cierto!
Las conclusiones de Lipton confirman que la tristeza nos hace más propensos a las infecciones y la ira puede interferir con el crecimiento de las células. También implica que cuando nos identificamos con un diagnóstico, nuestra percepción de un cuerpo enfermo puede contribuir a mantener la enfermedad.
Mientras experimentaba con células madres – que son pluripotenciales, o sea, que pueden convertirse en cualquier tipo de tejido – Lipton se da cuenta que cuando cambiaba el medio en el que las células crecían, unas se transformaban en tejido muscular y otras en tejido óseo u otro tejido. ¿Por qué, si las células eran genéticamente idénticas?, se preguntó Lipton.
Lipton descubre que la membrana celular contiene receptores que reciben señales del medio ambiente, y luego transmiten esta información al interior de la célula, indicándole qué funciones debe desempeñar. O sea que el núcleo de la célula, donde están los genes, no es el cerebro de la misma, como siempre se había creído.
Lipton descubre que ese papel de comando central que se había asignado al núcleo está en realidad en la membrana celular y es el tipo de señales que la célula percibe en su medio ambiente lo que determina la función de la misma. Lipton concluye que nuestros pensamientos y nuestra percepción determinan en últimas nuestra salud física y mental.
Los genes no controlan nuestra biología.
Si la teoría de que los genes controlan nuestra biología fuera correcta, los investigadores del proyecto del Genoma Humano hubieran encontrado al menos 120.000 diferentes genes, explica Lipton. Pero el proyecto identificó solamente algo más de 20.000. No se necesita un gen por cada proceso celular que tiene lugar en el cuerpo.
O sea que si la creencia estaba equivocada, se necesitaba una nueva manera de enfocar la biología. Y entonces surgió la epigenética que nos explica cómo los genes se activan o inhiben de acuerdo a las condiciones que se dan en el medio ambiente.
Es cierto que algunas enfermedades – sólo un 2 por ciento – son genéticas. Pero personas que sufren de enfermedades como diabetes o condiciones cardiovasculares son el resultado no sólo de la propensión genética, si esta existe, sino de su estilo de vida y su forma de pensar.
Las células tienen capacidad para aprender y tienen memoria. En su contacto con el medio que las rodea, aprenden lo que necesitan para adaptarse a los cambios. Esto confirma la existencia de una inteligencia en el cuerpo humano.
¡Este es un descubrimiento fenomenal!
El descubrimiento de Lipton significa que nuestros pensamientos afectan lo que nuestras células hacen. Entonces, ¡los que creemos que en la unidad mente-cuerpo, estamos en lo cierto!
Las conclusiones de Lipton confirman que la tristeza nos hace más propensos a las infecciones y la ira puede interferir con el crecimiento de las células. También implica que cuando nos identificamos con un diagnóstico, nuestra percepción de un cuerpo enfermo puede contribuir a mantener la enfermedad.
¡Hay que imaginar todas las posibilidades!
No es un trabajo solitario el del Dr. Lipton. Muchos otros investigadores están en su misma línea, pero el impacto de sus conclusiones es profundo. Un obstáculo para la difusión de las ideas de Lipton se encuentra en la industria farmacéutica, más interesada en la enfermedad que en la salud.
No es un trabajo solitario el del Dr. Lipton. Muchos otros investigadores están en su misma línea, pero el impacto de sus conclusiones es profundo. Un obstáculo para la difusión de las ideas de Lipton se encuentra en la industria farmacéutica, más interesada en la enfermedad que en la salud.
Pero hay una corriente importante de medicinas
alternativas y complementarias y un resurgimiento de una espiritualidad que nos
ayuda a entender cada vez mejor que somos cuerpos multidimensionales: físicos,
emocionales, mentales y espirituales.
TUS CELULAS ESCUCHAN LO QUE PIENSAS
Recuerda que cada sistema de tu organismo es a su vez parte de un sistema mayor… Por lo mismo cada célula en tu cuerpo, independientemente de que tipo sea, se entera de lo que ocurre con las demás.
Recuerda que cada sistema de tu organismo es a su vez parte de un sistema mayor… Por lo mismo cada célula en tu cuerpo, independientemente de que tipo sea, se entera de lo que ocurre con las demás.
Es por esto que tus pensamientos y emociones
son escuchados y percibidos por cada una de estas células…
Más aun las células de tu Sistema Inmunológico
están en constante atención de las imágenes, ideas, sensaciones y emociones que
experimentas…
Si tus pensamientos te llevan a experimentar
temor, angustia, inseguridad… vibran en una frecuencia que inevitablemente
perciben tus células inmunológicas… ¿ y cual crees que es el resultado que
vibren en dicha frecuencia? Lo que ocurre es que la increíble Farmacia Interna
que existe en tu cuerpo no puede procesar y administrar de manera correcta el
“Antibiótico… Analgésico” o la sustancia necesaria para combatir esa
enfermedad… Realmente nuestras células están constantemente escuchando nuestros
pensamientos y percibiendo nuestros sentimientos…
No permitas que esos pensamientos y emociones
interfieran con tu curación… En nuestro organismo está la cura para cualquier
enfermedad… La SALUD es nuestro estado natural…
http://cienciacosmica.net/
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