Meditar no se trata solo de sentarse y cerrar
los ojos,
se trata de algo mucho más profundo que eso.
Durante la práctica de meditación,
hay mucho ruido en la cabeza;
un movimiento mental constante y juguetón,
que atrae completamente toda nuestra
atención.
Para meditar correctamente,
hemos de trascender este movimiento mental,
hemos de elevarnos por encima del
pensamiento,
y que el movimiento mental llegue a la calma
total.
Ésta es la finalidad de la verdadera
meditación.
¿Qué es lo que debemos hacer?
Es muy importante permanecer alerta,
consciente,
atento a todo este movimiento mental.
Vemos como los pensamientos vienen y van,
pero no vamos a hacer nada para calmarlos,
pues estaríamos poniendo resistencia,
y toda resistencia es lucha interna,
la cual no conduce a la paz.
La clave es no hacer ningún esfuerzo,
simplemente descansar en nuestra propia
presencia,
observando el movimiento mental.
Los pensamientos tenderán a llamar tu
atención, a distraerte,
y en medio de todo ese movimiento mental,
un pensamiento con una gran intensidad,
aparecerá para que le sigas la corriente,
para que entres en su juego y te apegues a él.
No debes permitir que esto suceda,
por tanto, hay que permanecer
completamente alerta,
con tu atención puesta en un punto;
puede ser la respiración,
puede ser un objeto en tu mente,
o puede ser tu propia presencia.
Pon tu atención en uno de estos puntos y
descansa ahí,
alerta... presente... consciente de todo lo que
sucede,
pero sin intervenir en nada, únicamente
descansando,
únicamente siendo, únicamente en silencio.
Mientras va pasando el tiempo,
tu atención está centrada en el mismo punto,
permaneces completamente sereno, atento,
no haces esfuerzo alguno,
simplemente reposas en tu propio silencio,
y gozas de estar siendo.
En este momento, el movimiento mental va
desapareciendo,
se va calmando y todo va volviendo al
equilibrio interno.
Este punto es fundamental en la meditación.
Es solo en el más puro silencio,
cuando el movimiento mental ha llegado a su
calma total,
que deviene el vacío... un vacío de
contenido...
un espacio-silencio omnipotente,
en el cual te fundes completamente.
El movimiento ha desaparecido,
solo permaneces Tú, siendo en tu propio
silencio...
Ésta es la finalidad de la meditación;
hallar la paz y el equilibrio interno,
trascendiendo completamente todo el
movimiento.
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