Entonces, desde un lugar de total entrega intencioné “Que mi Ser tome el mando, que mi Ser me de claridad y guía”. Y no fue solo recitar unas palabras. Fue hacerlo de todo corazón, desde el sentir, con total gratitud y certeza de que ya ha sido respondido, como “la oración basada en el sentimiento” que describe Gregg Braden en este artículo titulado "La manera perdida de orar de los Esenios".
Y las intuiciones, los sucesos y sincronías que comenzaron a darse a partir de allí, me ayudaron enormemente a resolver mi situación, de formas muy concretas e inesperadas. Y luego, al seguir intencionando eso mismo, siguieron sucediéndose milagros que trajeron más bendiciones a mi vida, milagros de una magnitud y magia que exceden mucho de lo que me había sucedido hasta ahora.
Luego, desde esta misma guía y asistencia, sentí que esta simple pero muy poderosa intención o invocación se podía ampliar un poco, de la siguiente manera:
“Que mi Ser tome el mando, que mi Ser me de claridad, guía, objetividad, paz. Agradezco poder decidir y actuar en alineación con mi Ser”.
Y si no me estoy sintiendo bien también puedo agregar, “Agradezco poder volver a la frecuencia de mi Ser”.
La recomendación es intencionar esto todos los días, cada vez que lo sintamos necesario, y desde ya cada uno de nosotros lo puede adaptar a su forma y manera.
Entonces la idea es decir esto y quedarme pasivo?
No, esa no es la idea. Al intencionar esto y permanecer atentos, es muy posible que además de sentirnos mejor anímicamente, se den sucesos sincrónicos que nos ayuden, o tengamos intuiciones muy claras que nos guíen en una dirección o que nos ayuden a actuar. Por ejemplo, en mi caso, luego de intencionar esto, sentí muy claro que definitivamente tenía que mudarme a un nuevo hogar, y lo más extraño fue que sentí que tenía que ir a preguntarle a una persona en particular, si sabía de alguna casa en alquiler. A esta persona la conocía hace poco tiempo, y si bien
teníamos amigos muy cercanos en común, no tenía mucha lógica ir a preguntarle a ella. El curso de acción más típico hubiera sido preguntar a inmobiliarias o buscar un alquiler por Internet. Pero la intuición era clara y fuerte. Entonces fui a verla, y resultó que esta persona tenía que viajar por unos meses, y quería dejarle su hogar a alguien de confianza. Y como le parecía difícil resolver esto, el día anterior ella misma también se lo había entregado a su Ser. Así que la sincronía fue asombrosa, y el resultado fue que a ambos se nos resolvió la situación. Y a partir de allí, al seguir intencionando día a día que mi Ser siga tomando el mando, se siguieron dando sincronías de una magnitud extraordinaria, que al día de hoy me siguen guiando por buen camino. Ni más ni menos que el Camino de nuestro Ser.
Autor: Sebastián Alberoni
No hay comentarios.:
Publicar un comentario