El médico no puede curar, él solamente puede
aliviarles, puede quitar vuestra carga y ponerles en condiciones más
higiénicas.
Es la naturaleza quien cura.
Es el Señor quien cura.
Si
tú alimentas un pensamiento negativo o cualquier odio hacia alguien, quien
quiera que sea, – siempre estarás enfermo y difícilmente podrás curarte.
Los pensamientos negativos son malos conductores de
las fuerzas del hombre.
La
infección aparece ahí donde hay sitios obscuros. Las enfermedades se deben a la
impureza y a la obscuridad.
Estás
enfermo porque has salido fuera del Señor, porque no has guardado las leyes
Divinas y las leyes de la naturaleza. Irás al Señor y dirás: “Señor, puesto que
no cumplo Tu voluntad, por esto me he enfermado. Ahora la cumpliré para que
sane”.
Un
día cuando los científicos aprendan las leyes de la luz y del calor, curarán todas
las enfermedades con la energía de la luz y del calor.
No quedará ni una enfermedad incurable.
En
el aire hay un elemento nuevo, que ahora (1931) entra.
Él es tan ligero que entra por todas partes pero no
se queda en ninguna parte.
Con la respiración nueva, nosotros recibiremos este
elemento.
A través de la respiración nueva, los alquimistas
han buscado la manera de alargar la vida.
En él debes de detener el aire por largo tiempo y
también por largo tiempo debes exhalarlo.
Que
todo se haga con amor y con medida, sin forzar, – esto es salud -.
La
fe, la humildad y el amor, elevan las vibraciones inferiores, las vibraciones
lentas del organismo y son capaces de curar hasta la enfermedad más mala.
El
pensamiento humano es capaz de echar fuera del cuerpo cualquier dolor.
Hay fuerzas en la mente humana, que son capaces de
echar fuera del organismo cualquier infección y enfermedad.
El
hombre vanaglorioso está enfermo, incurablemente enfermo.
El irritable, el envidioso, el sospechoso, el
susceptible – también.
Mejor
masajista que los tempranos rayos solares no hay.
Cuando te curas con energía solar, pensarás sólo en
la Luz.
Eso de que tu negocio no va bien, de que alguien
está enfermo, de que alguien ha dicho algo acerca de ti, que esto esté lejos de
ti, para que aproveches como debe de ser sus cualidades curativas.
Todas
las enfermedades de las cuales sufrimos son el acta de acusación contra
nosotros.
Con
la morfina el dolor desaparece, pero no se cura.
La causa de ella viene de otro sitio,
pero los médicos no la conocen y por esto no la
curan.
Ellos logran solamente tapar el dolor.
En
el trigo se esconden fuerzas Divinas.
El químico no puede encontrar estas fuerzas a
través del análisis.
Todos los demás alimentos son como un complemento
del trigo.
Comeréis el trigo y el arroz sin añadir nada. Los
animales no sufren de diabetes porque comen mijo, naturalmente, sin mezclas.
El
orgullo es la causa de muchas enfermedades.
Todas las enfermedades se curan a través de la
humildad.
El hombre se libera de los estados dolorosos a
través de la humildad.
Los
hechos correctos aumentan el oxígeno en el cuerpo.
Los sentimientos correctos aumentan el oxígeno en
el corazón.
Los pensamientos correctos aumentan el oxígeno en
el cerebro.
El
virus no es una célula, él utiliza el aparato de la célula para alimentarse y
multiplicarse, se hace su amo y ella muere.
Luego entra en otra célula.
La tranquilidad, la fe, el gozo, el amor, corren
los virus, ellos corren el mal.
Hay
pensamientos venenosos, pero también hay sentimientos venenosos.
Hay pensamientos de los cuales la dosis mínima
puede cambiar toda vuestra vida.
Hay sentimientos venenosos que una vez entrados en
vosotros, serán como un obstáculo durante toda vuestra vida.
Hay venenos en el mundo mental, en el mundo
espiritual, pero sobre todo en el mundo humano.
Estáis nerviosos – esto es un veneno –. La ansiedad
y el miedo también son venenos.
He aquí de dónde vienen diferentes enfermedades –
del alma, del corazón, de la mente y del cuerpo.
Elegiréis
tal comida para vosotros que sea la más pura. Guardaos de la comida abundante,
pero también de pasar demasiada hambre.
En
el cerebro disminuye el fósforo, porque disminuye el amor.
Todos los elementos que existen en el plano físico,
que deben estar presentes en el cuerpo, se someten al amor.
También aquellos elementos de los cuales está
formado el mundo espiritual y el mundo mental.
Nosotros
guardamos nuestro cuerpo físico – la vestimenta externa –, pero no guardamos
los demás cuerpos con los cuales estamos “vestidos”.
El corazón y el alma también tienen cuerpos.
El hombre vive no solamente con este cuerpo que
vemos.
Nunca
comáis un alimento que no améis.
La fruta que améis actúa curativamente.
El
comer mucho hace tropezar la vida espiritual.
Cuanto más avanza el hombre, menos come.
El
comer poco actúa curativamente.
Tres
factores son necesarios para que el hombre sane: la Naturaleza, Dios y el mismo
ser humano.
El médico es el último que puede curarte.
Después de esto viene el medio ambiente.Si estos
factores están en una armonía interna, cada enfermedad se puede curar.
Para que sanes, muchas criaturas visibles e
invisibles deben participar en tu sanación.
Digan
a la enfermedad: “¡En el Nombre del Señor, en el Cual creo, te ordeno (a la
enfermedad) que salgas de mí!”
Todo
lo que fermenta, vida no da. Las cosas Divinas siempre llevan fuerza dentro de
sí. Comerás y beberás las cosas que Dios ha creado.
Vosotros
os curáis con medicamentos – esto no es curación -.
Es
un ejercicio.
Curación
es la del Cristo “¡Levantate y anda!”
Cuando
el hombre se infecta, esto muestra que su luz no es tan fuerte, o que su sangre
no es tan pura.
La
infección aparece ahí donde hay sitios obscuros.
La
salud del hombre en el aspecto físico, espiritual y mental, depende de la luz
que brille en él, es decir, de su candelabro.
La
mente puede obscurecerse y el cuerpo enfermarse.
Cada
hombre que es codicioso por riquezas, que es avaro, que es envidioso, que teme,
tiene una mente obscurecida.
Si
el alma está llena con amor razonable, Divino, el hombre no puede perder la luz
de su mente.
No
hay medicación más bella que el agua caliente, pero debéis de saber como
hervirla, en qué recipiente y en qué tiempo.
El
agua es el primer elemento de la vida y su mejor conductor, es el elixir de la
vida.
Los
medicamentos solamente tapan la enfermedad, pero el agua cura.
Ella,
como también todos los líquidos, debe beberse a tragos.
Que
el agua se quite del fuego en el momento cuando empiece a hervir – es entonces,
cuando se separa su fuerza más grande.
Los baños solares montañosos son preferibles, puesto que el ritmo del Sol no es quebrantado por la nube mental astral que envuelve la ciudad.
Los baños solares montañosos son preferibles, puesto que el ritmo del Sol no es quebrantado por la nube mental astral que envuelve la ciudad.
La
pureza (interna y externa) es el medicamento más bello contra todas las
enfermedades.
El
tono básico de la vida se adquiere a través de la pureza.
Ella
es conductora del color rojo.
Y
él, por su parte, trae aquel material del cual se edifica la vida.
Este
color rojo que vemos es solo una sombra del verdadero.
El
color rojo introducirá en vosotros alegría, calor, luz y fuerza.
Cuanto
más plata tiene el hombre en su sangre, tanto más aprovechará de las energías
de la Luna.
La
plata es su mejor conductor.
Estas
energías purifican el organismo.
Los
mismos comportamientos que hay entre la plata y la Luna, existen también entre
el oro y el Sol. Si el hombre tiene oro en su sangre, el Sol puede actuar sobre
él y curarle.
Si
un hombre está sano, si tiene sentimientos frescos, si tiene pensamientos claros,
entonces tiene oro dentro de sí.
La
energía solar crea el oro en el hombre.
Todo
lo que se puede tomar y lo que se puede aprovechar es antes y alrededor de la
salida del Sol. Cualquier cosa que se tome durante el día son trazas
Pan
y agua, paz, amor, buena disposición – esta es la base para que se viva bien –.
Cuando
estás agotado y decaído,
dí:
“Señor, he pecado en el pasado y ahora también he cometido muchos errores, pero
Tú Eres Misericordioso, ayúdame a salir de esta dificultad”.
El
corazón humano se cura con cariño, con amor, con bondad, con mansedumbre, con
templanza, con alimento específico.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario