Wayne W Dyer define 7 claves para reconocerlo, y
vamos a analizarlas en este post.
1. El Ego es tu yo falso
Es una construcción mental del personaje que nos
creamos para esta encarnación, es la identificación de uno mismo con su cuerpo
y su personalidad creada. Pero no somos eso.
Somos seres espirituales con un largo bagaje, mucho
más largo que los años que actualmente tenemos, somos un alma que sabe lo que
quiere y a lo que ha venido, y no debemos olvidarlo.
2. El Ego te quiere aislado
El Ego nos define como individuos separados de los
demás, separados de la misma forma de lo divino. Para el EGO estamos solos en
una lucha constante por los recursos tanto materiales como emocionales.
Cada experiencia que vivenciamos como de
separación, le da carnaza al EGO y alimenta la idea de que hay que protegerse
de todo lo externo.
Sólo cultivando el sentimiento de unidad anularemos
este mensaje del EGO.
3. El Ego te convence de que
eres alguien especial.
Y que debe ser reconocido, y así nos pegamos la
vida esperando un reconocimiento y dejándonos seducir por aquellos que nos
confirman lo especiales que somos.
Esto es vivir desde el EGO, cuando vivimos desde la
certeza de que somos seres espirituales, nos damos cuenta de que no somos ni
más ni menos que el resto de criaturas existentes.
Todos somos especiales, cada uno en su momento
evolutivo, cada uno con su mochila, cada uno con su propósito, todos hermanos.
4. El Ego se ofende con
prontitud
Al identificarnos con el personaje, nos sentimos
ofendidos cuando no se cumplen las expectativas que tenemos de cómo debemos ser
tratados por los demás. Es un juego de egos y nada bueno puede salir de él.
Cuando entendemos que quien tenemos enfrente es
otro ser espiritual que tiene que bregar con su propio ego y con su misión de
vida, entendemos que no importa lo que haga, que no importa lo que proyecte
hacia nosotros (lo que en palabras del Ego sería, “lo que nos hace el
otro”) porque no tiene que ver con lo que realmente SOMOS
5. El Ego es cobarde
Juega con el miedo que es su máxima expresión y su
mejor herramienta. Miedo al dolor, a la separación, a la muerte, a los demás….
Todo ello es falso, tal como nos lo vende el Ego.
El alma, el ser espiritual, no teme, del dolor
aprende hasta que ya no lo necesitamos más y aprendemos desde donde
verdaderamente debemos aprender, desde el amor.
La separación no existe, ni la muerte, ni el otro,
porque todos formamos parte de la misma unidad imperecedera.
6. El Ego crece al consumir
Cada vez que nos tragamos que necesitamos tener tal
o cual cosa para ser felices, que tanto tienes tanto vales, que te van a querer
más si eres más bonita, si tienes un coche más caro, que necesitas que alguien
te diga te quiero para sentir que vales la pena… estamos alimentando la falacia
del Ego de que no contamos con los recursos suficientes en nuestro interior
para alcanzar la plenitud.
Y es precisamente a base de habernos tragado todas
esas cosas cuando hemos ido sepultando la auténtica realidad de nuestro Ser.
La paz, la alegría, el Amor y la Felicidad están
dentro de nosotros mismos, nada externo puede proporcionárnoslo.
Es limpiando todas esas creencias erróneas,
encontrando todas estas maravillas dentro de nosotros, cuando por ley de
atracción se nos acercan personas con la misma vibración, personas con la que
establecer sinergias que eleven esa vibración compartida.
7. El Ego es un demente
O sea que vive en una realidad paralela. El
problema es que la mayoría de personas viven desde el Ego y entre todos se crea
una consciencia colectiva de “verdad” de la que es difícil escapar.
Solo hay que examinar a las personas que han
trascendido el Ego, que le han dejado a un nivel mínimo, examina sus rostros,
escúchales hablar….
Yo diría que son felices, ¿y tú?
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