Vivo…luego…tengo energía. Podríamos
pensar. La cuestión es que para vivir adecuadamente y no llegar a casa hechos
unos zorros debemos mantener un nivel energético suficiente para el gasto que
realizamos.
Es cierto que podemos hacer parones
durante la jornada para recargarnos, pero lo suyo es ser capaces de no
desperdiciar nuestra energía.
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Actitudes que te roban la energía a diario
Te mostramos los hábitos que a diario
drenan nuestra energía y cómo evitarlo.
Nuestro vehículo: El cuerpo
Nuestro cuerpo necesita una cantidad
enorme de energía para conducirnos en nuestro día a día, un mal mantenimiento
puede dejarnos tirados en mitad de la nada, estos con los hábitos que hacen que
no rinda al máximo.
1.Sedentarismo. La falta de ejercicio físico impide la oxigenación
de nuestro cuerpo, una de las mayores fuentes de energía. No hace falta que te
apuntes a un gimnasio, con dejar de utilizar el ascensor o ir a trabajar
caminando es suficiente.
2.Desconocer tu ritmo biológico. Cada persona tiene su propio ritmo biológico
con un horario donde se siente más enérgico, los llamados búhos se revitalizan
al atardecer, mientras que los alondras disfrutan de las primeras horas del
día. Ser conscientes de nuestros mejores momentos y utilizarlos para aquello
que requiera de nuestras máximas capacidades evitará fugas de energía.
3.Alimentación. Alimentarnos con una dieta pobre en vitaminas
y minerales nos drena la energía, así como no realizar todas las comidas o
cenar copiosamente.
4.Ver la tele antes de dormir. Y cualquier hábito que nos impida entrar en
el sueño de forma progresiva, o mantenernos en él de forma constante, (teléfono
al lado de la cama, mala ventilación, ruidos, temperatura inapropiada…)
Nuestro motor: Las emociones
Las emociones son lo que nos hace
mover, algunas son maravillosas y nos llenan de energía, en cambio otras nos
convierten en una especie de colador por donde desaparece toda nuestra energía.
5.Ira. La Ira requiere de la movilización de toda la
energía disponible, además nos convierte, literalmente, en máquinas de matar
(músculos tensos, movilización, corazón acelerado) Por la cantidad de energía
que perdemos y por la que podemos montar, no entrar en Ira es fundamental.
6.Miedo.Aquí ocurre lo contrario, el miedo nos paraliza, y
para que esa parálisis se pueda producir nuestro organismo debe quedar vacío de
energía.
7.¿ Amor? Sí, un amor obsesivo focaliza toda nuestra
energía en él y aunque la secreción de hormonas de la felicidad, como la
oxitocina, nos lleve a sentirnos en un alto estado energético, lo cierto es que
nos descuidamos (dormimos poco, comemos mal…) y perdemos atención en otras
tareas que necesitan de ella aumentando nuestros niveles de estrés.
8.Culpa. Sentirse culpable (que no es lo mismo que aceptar
la responsabilidad por un acto cometido) es como abrirnos un agujero
deliberadamente en nuestro campo energético, es una forma de autocastigarnos
desperdiciando una energía que podríamos utilizar en arreglar el desaguisado.
9.Celos. Agujeritos energéticos, con forma de corazón, pero
agujeritos… Además de arruinar nuestra relación, consumen una cantidad enorme
de energía.
El conductor: La mente
Mens sana in corpore sano… Energía
Ok, podríamos añadir. La cantidad de energía que malgastamos pensando no tiene
parangón, veámoslo.
10.Pensamientos rumiativos. Esos que vuelven y vuelven y vuelven a
volver…
11.Vivir preso del ayer y esclavo del
mañana. Cualquier pensamiento puesto en
lo que ya pasó es energía desperdiciada, cualquier preocupación por lo que aún
no ha ocurrido es energía mal enfocada. Rencores, lo que pudo ser y no fue, el
madre qué miedo la que se avecina….es absolutamente inútil. Reconducir esa
energía en cómo construir un mejor futuro es bastante más útil…
12.Resistencias. Resistirse a lo que sucede, o a lo que no
sucede, querer tener la razón por encima de todo, querer controlarlo todo,
además de no servir de nada nos vacía de energía.
El recorrido diario: Los hábitos
Los malos hábitos nos conducen al
estrés que es el mayor ladrón de energía que podemos encontrar.
13.Falta de organización y ladrones
de tiempo. Una mala organización de
nuestro tiempo y espacio nos estresa, disminuye nuestra competencia, y nos
drena.
14.Procastinar. O dejar para mañana lo que puedas hacer hoy…
todo lo que arrastramos de un día a otro, bien sea una deuda económica, una
tarea, la llamada a un familiar nos desgasta energéticamente.
15.No delegar. Querer ocuparnos de todo nos sobrecarga. Podemos
delegar tareas en otros, no solo en el trabajo, sino también en nuestro hogar,
incluso a la hora de organizar una fiesta con los amigos. Aprende a repartir
tareas y mantendrás la energía para repartir tu alegría…
El tráfico: Las relaciones interpersonales
De la misma forma que no circulamos
solos por la carretera, también tenemos que lidiar, energéticamente hablando,
con el tráfico de nuestras relaciones interpersonales.
16.La queja, el chisme, el critiqueo… Juntarnos con quien practica todo esto y
practicarlo nosotros mismos es como abrir el grifo de nuestra energía y no
poner el tapón del desagüe, con la diferencia de que el caudal no limpia sino
que nos ensucia.
17.Dar poder al otro. Permitir que cualquier otra persona nos saque de
nuestro centro, nos robe nuestro equilibrio es darle nuestro poder, es
regalarle nuestra energía.
18.No decir no. Decir sí cuando queremos decir no consume una
gran cantidad de energía además de poder personal y autoestima.
Ahora ya sabes cuál es el motivo para
acabar tan cansado, prueba a cambiar estas actitudes y notarás la diferencia de
inmediato.
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