Si este texto llega
a nuestras vidas es porque estamos preparados para entender que ningún copo de
nieve cae alguna vez en el lugar equivocado. Una vez que empiezas a analizar lo
que ha pasado en tu vida desde estos puntos de vista, la actitud frente a muchas
circunstancias y situaciones -que debemos seguir enfrentando a lo largo
de nuestro camino en la tierra-, será muy diferente a la que veníamos
aplicando.
La primera ley
dice:
"La persona
que llega es la persona correcta"
Es decir, que nadie
llega a nuestras vidas por casualidad, todas las personas que nos rodean, que
interactúan con nosotros, están allí por algo, para hacernos aprender y avanzar
en cada situación.
Estoy convencido de
que cada persona en la vida es un maestro. Y claro está, en algunos casos somos
alumnos y en otros somos maestros de otros. Siempre a lo que resistimos
persiste en nuestra vida, así que la vida nos seguirá poniendo personas de
quienes no soportamos algo para aprender y hasta que no lo aprendamos no nos
graduaremos en ese aspecto.
O bien, se nos pone
en el camino a personas que se convierten en una linterna de luz que alumbran
nuestro camino y nos guían hacia donde debemos ir y no por donde nosotros
creíamos que debía de ser. Toda en cuenta que lo que te molesta de alguien es
lo que quizás debas trabajar en tu vida y además siempre suma lo bueno de cada
persona. De todos aprendemos, el chiste es identificar qué es lo que los demás
aportan a nuestro camino y crecimiento.
Además, recuerda,
si recibes piedras, paga con flores. ¡Sí se puede! Es difícil a veces ser bueno
con quienes son grandes maestros y nos irritan o sacan de las casillas, pero es
posible. Porque al final siempre, con el tiempo, agradecerás el aprendizaje a
esas personas que creíste te hacían la vida imposible, tanto como a quienes se
dedicaron a apoyarte. Todo en esta vida suma. Así que empieza de una vez por
todas a ver el lado bueno de todo.
SIEMPRE existe,
¡descúbrelo!
La segunda ley
dice:
"Lo que sucede
es la única cosa que podía haber sucedido"
Nada, pero nada,
absolutamente nada de lo que nos sucede en nuestras vidas podría haber sido de
otra manera. Ni siquiera el detalle más insignificante. No existe: "si
hubiera hecho tal cosa... hubiera sucedido tal otra...". No. Lo que pasó fue
lo único que pudo haber pasado, y tuvo que haber sido así para que aprendamos
esa lección y sigamos adelante. Todas y cada una de las situaciones que nos
suceden en nuestras vidas son perfectas, aunque nuestra mente y nuestro ego se
resistan y no quieran aceptarlo.
La mayoría de las
veces y en muchas ocasiones y decisiones, siempre los seres humanos decimos es
que si "hubiera" hecho tal cosa o tal otra y eso no existe, cuando
tomamos un camino debemos saber que de pronto nos lleva directo a donde deseamos
o bien, nos lleva a aprender algo que nos falta para poder llegar a la meta
final o a ese deseo anhelado. Entonces la cuestión es no amargarnos ni
arrepentirnos de lo que hicimos y saber que como solo tenemos una vida, lo
hecho, hecho está.
Y así gracias a lo
vivido está en nosotros no tropezarnos dos o tres veces con la misma piedra y
tomar el camino correcto. Cuando algo no sale como planeamos o visualizamos
simplemente debemos agradecer porque es aprendizaje necesario y preguntarnos
qué la vida quería que aprendiéramos de esa situación, en vez de por qué. Así
sabremos que todo lo que está debajo del cielo tiene su momento y su lugar y
que lo sucedido fue perfecto. No hay otra opción. No puedes hacer la maratón si
no caminas antes.
NO puedes caminar
sino gateaste. No se pueden evitar pasos necesarios en la vida.
La tercera ley
dice:
"En cualquier
momento que comience es el momento correcto"
Todo comienza en el
momento indicado, ni antes, ni después. Cuando estamos preparados para que algo
nuevo empiece en nuestras vidas, es allí cuando comenzará.
Ésta nos deja claro
que lo que pasó te fortaleció y es entonces cuando debe llegar lo que esperamos
o quizás el universo, la vida, Dios, la energía, nos sorprende con algo
tremendamente mejor.
Todo lo que nos sucede es lo que nosotros atraemos, seamos consciente o no y si algo todavía no se manifiesta en nuestra vida es porque tenemos que aprender. Como decía antes, todo en la vida son pasos, ten claro que nada "debería ser" ni "debió haber sido", simplemente es cuando tiene que ser.
Todo lo que nos sucede es lo que nosotros atraemos, seamos consciente o no y si algo todavía no se manifiesta en nuestra vida es porque tenemos que aprender. Como decía antes, todo en la vida son pasos, ten claro que nada "debería ser" ni "debió haber sido", simplemente es cuando tiene que ser.
Además, siempre la
vida nos concede más de lo que esperábamos pero debemos tener la actitud y
humildad de saber que todo es en el momento que debe ser no cuando nosotros
asumimos que debe ocurrir. Mientras ocurre, disfruta lo que tienes, porque sino
en el camino te frustras de pensar en lo que deseas y no tienes y no agradeces
lo que sí.
Y la cuarta y
última ley dice:
"Cuando algo
termina, termina"
Simplemente así. Si
algo terminó en nuestras vidas, es para nuestra evolución, por lo tanto es
mejor dejarlo, seguir adelante y avanzar ya enriquecidos con esa experiencia.
Así de simple, no
hay que darle muchas vueltas: borrón y cuenta nueva. Para que complicarse y
caer en procesos de tristeza y depresión por lo que ya no es.
Hay que avanzar de
la manera que la vida nos pone en el camino.
No podemos andar
viendo para atrás.
Ubícate en qué
deseas, y desde donde estás, y con lo que has aprendido, avanza.
Qué es lo que
tienes que hacer para llegar a donde deseas y para adelante.
Como bien dicen, si
la vida te da limones haz limonada y con ella fiesta y carnaval.
Enfócate en el Aquí
y Ahora y pa'lante.
Si es necesario
darse un periodo de luto por algo que acabo como una relación de pareja,
permítelo pero que no te desgaste por semanas, meses o años, que la vida porque
lo único que tienes y lo que pasó ya no lo puedes cambiar.
¡Y recuerda: a sonreír,
agradecer y abrazar la vida!https://ayurvedadeltibet.com
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