Tal vez no te hayas dado cuenta, pero la forma en
que nos sentamos es algo inherente a cada uno de nosotros y por mucho que
intentemos mantenernos en una posición luego de unos momentos inevitablemente
adoptaremos la manera en que simplemente el cuerpo determine.
Este lenguaje corporal es una forma de comunicación
totalmente inconsciente que puede revelar hasta qué punto las personas que nos
rodean nos hacen sentir bien, mal, nos ponen incómodos o nos gustan. La forma
en que nos sentamos es una verdadera fuente de información que podemos aprender
a leer tanto nosotros mismos como los demás.
Lo cierto es que pasamos mucho tiempo sentados y
durante todo ese tiempo los demás nos ven y nos juzgan, incluso sin que ellos
mismos lo perciban. En cada postura, nuestro cuerpo y nuestro cerebro generan
emociones muy particulares que modifican nuestro humor a lo largo del día.
¿Cómo reconocer y establecer una interpretación de
la postura que adoptamos cuando nos sentamos?
¿Te gustaría conocer qué revela de nuestra
personalidad la forma en que nos sentamos? Esto te permitiría al mismo tiempo
analizar a otros que tienes a tu alrededor y conocer algo más de su
personalidad aún sin haber hablado con ellos.
1) Con las piernas cruzadas: Esta debe ser una de
las posiciones más comunes de sentarse sobre todo para las mujeres y para quien
las ve representa un signo de dominio de la situación pero combinado con rasgos
de persona afable. Las mujeres que se sientan con las piernas cruzadas se
perciben como muy femeninas. Además, las que se sientan con las piernas
cruzadas pero apoyando el tobillo en la rodilla son jugadas como más dóciles y
simples pero al mismo tiempo menos dominantes.
En cuanto a los hombres que se sientan de esta
manera, la posición revela una idea de hombre masculino y abierto al diálogo.
Este tipo de personas evidencian una personalidad
sociable, que invitan a ver las cosas de manera positiva, al mismo tiempo que
son percibidas como trabajadoras e inquietas.
2) Sentarse de frente: Las personas que se sientan
de frente con la mirada hacia adelante demuestran confianza en sí mismos. Jamás
dudan de que han tomado una decisión justa y se mantienen firmes en sus
posiciones. Le gusta tener control de la situación y estar al tanto de todo lo
que pasa.
Por otra parte, todas estas características hacen
de esta persona alguien confiable tanto en sus relaciones personales como en
las laborales y tienden a ser los primeros en llegar para ayudar en un momento
difícil.
3) Las manos sobre las rodillas: Las personas que
se sientan con las manos sobre las rodillas son percibidas por los demás como
líderes naturales, seguros de sí mismos y confiados y a sabiendas de que
trasmiten esa imagen a los otros.
Esta posición habitualmente la adoptan las personas
con determinación y que están siempre atentas. Son personas que no temen
aceptar desafíos y asumir responsabilidades no sólo en relación a ellas mismas
sino también en lo que concierne a las decisiones de los demás.
Las personas que adoptan esta posición al sentarse
saben enfrentarse a los problemas y las dificultades y rápidamente encuentran
solución para cualquier eventualidad que se presenta.
4) Con las piernas juntas y las manos entre las
rodillas: Se trata de personas dulces, sensibles y que caen bien a todo el
mundo. Les gusta participar en todo lo que pueden ayudar cuando encuentran a
alguien en dificultades y no dudan involucrarse para encontrar una solución.
Tal vez encontremos algún rasgo de timidez en estas personas y eso las lleve a
durar algunas veces de las decisiones tomadas aun cuando hayan sido buenas.
5) Sentarse con los brazos cruzados: Estas personas
revelan ser serias y tener un carácter fuerte. Tienen pensamientos profundos y
a menudo adoptan una expresión pensativa y un rostro serio. Suelen tener dudas
sobre sí mismos y les cuesta abrirse a los demás pero cuando lo hacen se
convierte en amigos muy leales.
6) Sentarse con los tobillos cruzados: Esta es una
variante de las piernas cruzadas y revela una personalidad de líder que siempre
quiere estar informado y tener todo bajo control. Tal vez alguno de sus rasgos
hagan que los demás vean a esta persona como un poco autoritaria pero le gusta
hacer amigos y es muy celoso de sus relaciones con los otros.
7) Con las piernas juntas: Esta actitud denota un
signo de rigidez que hace que los demás perciban a esta persona como
inquebrantable y dura pero en cuanto otros logran acercarse a ellas pueden
reconocer que se trata de una persona gentil, amable y sincera. Sin embargo,
prefieren ser directas cuando tratan cuestiones serias. Le gusta la
puntualidad, es meticulosa y prefiere tener un plan organizado de sus
actividades diarias. Las personas que se sientan con las piernas juntas no
dejan nada librado al azar y no les gustan las improvisaciones.
8) Sentarse inclinándose hacia adelante: Esta
posición revela una personalidad curiosa y abierta a conocer nuevas personas.
Le gusta dejarse llevar por lo que surja y se interesan en todo. Saben caerle
bien a los demás, le gusta halagar a los otros y no dudan en adular a su
interlocutor si lo consideran apropiado.
9) Sentarse inclinándose hacia atrás: Estas
personas denotan ser personas sensibles y bondadosas que nunca son indiferentes
a lo que sienten los demás. Son decididas y actúan con cuidado luego de haber
analizado muy bien lo que van hacer. Antes de lanzarse a la aventura de un
proyecto importante, observan muy bien y durante mucho tiempo los pro y los
contra con el fin de tomar la mejor decisión.
10) Sentarse con las piernas separadas: Estas
personas suelen tener dificultad para concentrarse en las cosas importantes
porque a menudo están distraídas en cosas que no lo son tanto. Tienden a
exagerar cualquier problema pero al mismo tiempo sacan fuerzas de la situación
para tratar de hacer lo mejor en función de encontrar soluciones.
Además, no les gusta atarse a formalismos y lo
evidencian en su forma de vestir siempre utilizando prendas cómodas y casuales.
Otros detalles que revelan mucho:
A lo largo de nuestras vidas hacemos muchos cambios
y la personalidad no es la excepción. Por eso suelo pensar que si bien la
esencia de cada uno siempre estará allí, algunos rasgos de la personalidad
pueden ir cambiando con el tiempo.
Pero nuestra forma de sentarnos es algo que casi no
sufrirá modificaciones a lo largo de nuestra vida porque tal vez esta
característica esté atada a algo que tiene que ver con la esencia de cada
persona. Es decir, siempre nos sentaremos más o menos igual pero podemos al
mismo tiempo revelar algunos detalles de nuestra personalidad o de lo que nos
esté pasando en ese momento mientras estamos sentados.
Vamos a ver algunos ejemplos:
- Los que se sientan utilizando toda la superficie
de la silla o el sillón son enérgicos y ambiciosos. Cuanto más se aferran a su
lugar más tenaces y audaces se revelan.
- Los que se sientan utilizando toda la superficie
de la silla o el sillón pero cada tanto van cambiando de posición y cruzan las
piernas son voluptuosos y les gusta mostrarse y destacarse.
- Los que se sientan dejándose caer pesadamente se
sienten abatidos y descorazonados y creen que no podrán tomar el control de sus
vidas.
- Los que se sienten en medio de la silla juntan
sus pies y mantienen las piernas paralelas revelan una personalidad metódica,
cuidadosa y ordenada.
- Los que se sientan en el borde de la silla y se
mueven permanentemente como si no encontraran una posición cómoda suelen ser
tímidos y retraídos.
- Los que se sientan apoyando sus piernas sobre una
mesa o sobre otra silla revelan una personalidad desenvuelta, carismática y
desinhibida.
- Los que mientras están sentados se mueven todo el
tiempo, apoyando sus brazos en el respaldo de la silla de al lado y se levantan
permanentemente se sienten nerviosos y amenazados.
- Los que se sientan con los antebrazos apoyados en
las piernas denotan confianza en su interlocutor y quieren establecer una
relación de amistad y cordialidad.
- Los que se sientan cerca de la puerta muestran
signos de desconfianza y temor.
- Los que cruzan toda la habitación y eligen con
cuidado donde sentarse son audaces y denotan coraje.
- Los que toman su silla y lo ubican según su
conveniencia ya sea para ver mejor o para escuchar mejor o para ser vistos
muestran que se sienten a gusto en el lugar en el que están y tienen la
intención de hacerse notar.
¿Y qué hay de los buenos modales?
Sentarse bien también demuestra un signo de buena
educación y respeto hacia los interlocutores. Vamos a ver qué cosas debemos
tener en cuenta en este sentido.
- Siéntese de manera discreta, sin tirar de la
silla y cuidando no golpear los pies de alguna persona que se encuentre cerca.
- Deje sus pies ubicados debajo de la silla una vez
que se haya sentado y no los extienda de manera despreocupada a riesgo de
golpear o pisar el pie de otra persona que se encuentre cerca. Si quiere
adoptar una posición más relajada asegúrese de no chocar con nadie.
- Mantenga el torso y los hombros derechos. No se
relaje demasiado en la silla.
- Si está sentado en un sillón no se distienda
demasiado, es decir, no adopte en público una posición como si estuviera “en
casa”.
- Si usted llega como invitado algún lugar espere a
que su anfitrión le indique el momento de sentarse y dónde debe hacerlo. Lo
mismo en caso de que se trate de una entrevista de trabajo.
¿Ya descubriste con cuál de estas posiciones te
identificas? Esta información puede ser muy útil en casos de entrevistas
laborales o cuando conocemos a alguien por primera vez, ya sea para conocer los
rasgos de su personalidad o para saber qué imagen queremos trasmitir.
Si conoces a alguien que en breve tenga una
entrevista de trabajo o un encuentro especial con otra persona tal vez puedas
serle de gran ayuda compartiendo estos rasgos de la personalidad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario