Los seres humanos experimentan una variedad de emociones, como
felicidad, tristeza, alegría extrema y depresión.
Cada una de estas emociones crea una sensación diferente en el cuerpo.
Después de todo, nuestro cuerpo libera distintas sustancias químicas cuando
experimentamos cosas y cada producto químico trabaja para crear un ambiente
diferente en el cuerpo. Por ejemplo si tu cerebro libera serotonina, dopamina u
oxitocina, te sentirás bien y feliz. Por el contrario, si tu cuerpo libera
cortisol cuando estás estresado, tendrás una sensación completamente diferente
que estará asociada con el cuerpo entrando en modo de supervivencia.
¿Qué sucede cuando tenemos pensamientos negativos todo el tiempo? ¿O
cuando tenemos pensamientos positivos? ¿Qué ocurre cuando no estamos
emocionalmente cargados ni positiva ni negativamente? A continuación vamos a
explorar cómo todo esto afecta nuestro cuerpo y nuestra vida.
1. Positivo vs. Negativo
¿Hay dualidad en nuestro mundo? Podríamos decir que sólo hasta cierto
grado, pero la mayoría de nosotros pasamos mucho tiempo tratando de definir y
juzgar lo que se considera como positivo y negativo. El cerebro es una
herramienta muy potente y cuando definimos algo, empezamos a sentirlo en
nuestro mundo. Por ejemplo, ¿Alguna vez has notado cómo alguien mientras
conduce puede ser adelantado por otro auto, perder su ventaja y de repente
sentirse negativo y de mal humor? ¿Mientras que otra persona en la misma
situación simplemente pisa el freno ligeramente y sigue adelante con su día
como si nada hubiera pasado? En este caso, ambos vivieron la misma experiencia
pero uno la ve como algo negativo, mientras que el otro no. Entonces, ¿son las
cosas por naturaleza positivas y negativas? ¿O somos nosotros los que definimos
las cosas como positivas y negativas?
Reducir las percepciones tanto como sea posible.
Después de pensarlo por un momento, puedes darte cuenta de que de hecho
no existen las experiencias positivas o negativas, sino que nosotros somos
quienes las definimos como tal. Por lo tanto nuestra propia percepción de una
experiencia o situación tiene la última palabra en cuanto a cómo nos sentiremos
mientras esté sucediendo y cómo se verán afectados nuestros cuerpos. Aunque es
posible trabajar para lograr ir más allá de nuestras definiciones de cada
experiencia y pasar a un estado de mente/ precepción/ conciencia donde
simplemente aceptamos cada experiencia como lo que es y la utilizamos como área
de aprendizaje, es posible que nos resulte muy difícil, por lo que es
importante entender cómo ciertas emociones pueden afectar nuestra salud.
“Si deseas tener buena salud, primero debes preguntarte si estás
dispuesto a acabar con las razones de tu enfermedad. Sólo entonces es posible
ayudarte”, dice Hipócrates.
2. Conexión Mente Cuerpo
La conexión entre la mente y el cuerpo es muy potente y aunque no se
puede ver visualmente, los efectos que la mente puede tener en tu cuerpo físico
son bastante profundos. En general podríamos tener una actitud mental positiva
y lidiar directamente con nuestros desafíos internos, y así crear un estilo de
vida saludable.
Por otro lado, podríamos ser negativos, tener pensamientos
autodestructivos y no lidiar con nuestros asuntos internos, incluso llegando a
esconder estos problemas con afirmaciones y positividad, sin encontrar el
camino y creando un estilo de vida poco saludable. ¿A qué se debe esto?
Nuestras emociones y experiencias son en esencia energía y se pueden
almacenar en la memoria celular de nuestro cuerpo. ¿Alguna vez has
experimentado algo en tu vida que dejó una huella emocional o un dolor
permanente en un área determinada de tu cuerpo? Es probable que esto se deba a
que en esa zona de tu cuerpo todavía se guarda la energía liberada de esa
experiencia.
Cuando sientes un dolor, rigidez o lesiones en ciertas áreas, a menudo
están relacionadas con algo que sientes de forma emocional dentro de ti mismo.
A simple vista puede parece que no es así, porque no estamos lo suficientemente
conectados con nosotros mismos y nuestras emociones, ya que vivimos a un ritmo
muy rápido. Cuando se ha sufrido de dolores crónicos en la espalda, las
rodillas, el cuello o los hombros, y ningún tratamiento físico tiene
resultados, es cuando se tienen que resolver aquellas emociones que estaban
detrás de esos dolores.
Por mucho que se gaste tiempo y dinero en terapia
física, y por más que uno piense que va a ayudar, se puede no obtener
resultados. Hay algo más con lo que trabajar. Una vez que se preste atención al
patrón de pensamientos inconscientes y emociones que se concentran en el
cuerpo, las cosas se aflojan y el dolor se va.
Cuando nos enfermamos o sentimos mucha tensión y dolor, varias veces
nuestro cuerpo nos pide que reflexionemos y encontremos la paz en nuestro
interior y en nuestro entorno. Es todo un proceso de aprendizaje y crecimiento
que no tenemos que juzgar ni temer.
3. Tú tienes el poder
Davis Suzuki escribió en su libro ‘El Equilibrio Sagrado’, que las
‘moléculas condensadas de aliento exhalado durante las expresiones verbales de
ira, odio y celos, contienen toxinas. Si se acumulan durante 1 hora, ¡estas
toxinas son capaces de matar a 80 conejillos de india!’ ¿Puedes imaginar el
daño que le hace a tu cuerpo reprimir dentro de ti todas esas emociones
negativas o aquellas experiencias emocionales sin procesar?
Recuerda, tú tienes todo el poder dentro de ti para poder afrontar
cualquier desafío que se presente. En lugar de etiquetar las cosas como
negativas y positivas a medida que las relacionas con cada experiencia que
tienes en tu vida, trata de ver las cosas desde un punto de vista más amplio.
Pregúntate a ti mismo, ¿cómo puede ayudarme esto a aprender algo? ¿Puedo usar
esto para cambiar mi percepción? ¿A aclarar alguna emoción dentro de mí? ¿Me
ayuda a comprender algo y a aceptarlo? Sea lo que sea, en lugar de simplemente
reaccionar, tómate tu tiempo y observa. Descubrirás que tienes las herramientas
suficientes para procesar las emociones y las enfermedades rápidamente, una vez
que las veas como lo que son y explores por qué ocurrieron. Si piensas que te
enfermarás todo el tiempo o que sentirás algún dolor, porque todo está fuera de
tu control, nada de eso cambiará hasta que te des cuenta de que en realidad sí
tienes el control sobre gran parte de lo que atraes hacia tu cuerpo.
Collective-evolution
Las pautas mentales causantes de la mayoría de los malestares del cuerpo
son la crítica, la rabia, el resentimiento y la culpa.
Por ejemplo, la crítica: si uno se entrega a ella durante un tiempo
suficiente, suele conducir a enfermedades como la artritis.
La rabia se transforma en cosas que hacen hervir, queman e infectan el
cuerpo.
El resentimiento que se alberga durante mucho tiempo se encona y corroe
el yo conduciendo finalmente a la formación de tumores y cánceres.
La culpa siempre busca castigo y conduce al dolor. Es mucho más fácil
liberar estas pautas de pensamiento negativo cuando estamos sanos que tratar de
erradicarlas bajo la influencia del miedo y ante la amenaza del bisturí.
Louise Hay.
http://saikualternativo.blogspot.com.ar/
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