Mientras sigamos identificados con pensamientos,
emociones, creencias, comportamientos etc. y los consideramos como nuestros,
como parte de nosotros mismos, no podemos liberarnos de ellos. No podemos
liberarnos de algo que creemos que es nuestro yo. Así que, mientras estemos
identificados con la mente y sus contenidos seguiremos siendo víctimas del
condicionamiento mental y emocional almacenado en la mente subconsciente.
Para estar libre del acondicionamiento mental debemos,
en primer lugar, darnos cuenta de que no somos este acondicionamiento
psicológico, de que somos algo diferente de este; de que la mayor parte del
funcionamiento mental y emocional es mecánica y compulsiva y un producto de la
identificación, la imaginación, la asociación y la proyección. Esta realización
será posible gracias a la auto-conciencia (ser consciente de sí mismo) y la
auto-observación continua, momento a momento.
La auto-conciencia (ser consciente de sí mismo) y la
autoobservación (que deben ir de la mano) son la única manera de dejarnos de
identificar con las funciones y las expresiones mentales y emocionales y ser
capaces de reconocer y realizar plenamente la función mecánica y compulsiva de la
mente. Por medio de la, momento a momento, auto-observación podemos llegar a
ser conscientes del que estamos gobernados por patrones inconscientes mentales
y emocionales en lugar de ser sus creadores conscientes -que pensábamos que
éramos... Al ser plenamente conscientes de que estamos obligados a actuar y
comportar bajo los impulsos inconscientes de varios patrones psicológicos
nacerá en nosotros el deseo de deshacernos de todo este acondicionamiento
psicológico. Esta realización será posible solo por medio de la
auto-observación desapasionada y atenta, momento a momento, y el
discernimiento.
Con el fin de darnos cuenta de que nuestra mente está
poseída por patrones subconscientes que dictan nuestro comportamiento, hace
falta crear una distancia del proceso de pensamiento y de las reacciones
emocionales; debemos dejar de identificarnos con los pensamientos y, aún más
urgente, con las emociones para dejar de ser sujetos a ellos.
Es necesario percibir, descubrir y darse cuenta de
que, en las mismas o similares circunstancias y situaciones, se reproducen
mecánicamente los mismos pensamientos, las mismas emociones, los mismos deseos,
reacciones y comportamientos. Y esto se puede conseguir auto-observándonos
continuamente.
Sólo cuando, por medio de la desapasionada y atenta
auto-observación y el discernimiento, lleguemos a ser plenamente conscientes de
la repetición mecánica de los pensamientos, las emociones, los impulsos, las
reacciones y los comportamientos, solo cuando nos demos cuenta de que todo este
material psicológico es algo diferente de nosotros mismos y que somos
prisioneros de ello, sólo entonces nacerá en nosotros un auténtico deseo fuerte
de deshacernos de todo esto; y seguro que haremos el mejor esfuerzo para
liberarnos de ello.
http://no-dualismo.blogspot.com.ar
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