Si a una bombilla no le llega suficiente corriente, no puede alumbrar. Lo mismo nos ocurre a nosotros. Cómo administramos y nos preocupamos por mantener la energía en nuestro quehacer diario es un elemento decisivo si queremos ser eficaces en lo que estamos haciendo. Si no somos capaces de conseguir tener un nivel óptimo de energía vital durante todo el día, es complicado disfrutar de lo que estamos haciendo.
Sin energía no hay vida. La bioenérgetica o energía del cuerpo juega un papel destacado en nuestro rendimiento. Muchos fracasos laborales e intelectuales no son consecuencia de un mayor e menor esfuerzo, sino que son resultado de una mala gestión de nuestra energía.
Lo primero que tenemos que hacer si queremos mantener nuestra energía en unos niveles óptimos, es ser conscientes de en qué situación nos encontramos en cada momento. Para ello es necesario conectar con nuestro cuerpo. Existen varias técnicas que nos permiten conectar con nuestro cuerpo, para ser conscientes de cómo nos sentimos en cada momento. Entre estas técnicas destacan las técnicas meditativas o de mindfulness y las técnicas de bioenérgetica.
Si queremos dar lo mejor de nosotros y de una manera saludable tenemos que tener en cuenta nuestras reservas de energía.
Un síntoma claro cuando estamos bajo mínimo energéticamente hablando es cuando nos sentimos cansados. El cansancio indica que hemos consumido más energía de la que hemos generado. Para que el cuerpo esté vivo y funcione necesita energía.
Las principales formas que tenemos de recargar nuestra energía vital es: a través de la respiración, manteniendo nuestra observación, con alimentos saludables y a través de la sexualidad.
Una de las mayores virtudes de los hombres de éxito es su buena administración de la energía. Si hemos estado delante alguna vez de un gran maestro rápidamente habremos sentido la tremenda serenidad y equilibrio que atesoran en su cuerpo, mente y espíritu. Ese equilibrio se debe principalmente al buen manejo de la energía del cuerpo, sin desarrollar esta capacidad resulta muy complicado que nuestro proceso personal avance a buen ritmo.
Una de las mayores virtudes de los hombres de éxito es su buena administración de la energía. Si hemos estado delante alguna vez de un gran maestro rápidamente habremos sentido la tremenda serenidad y equilibrio que atesoran en su cuerpo, mente y espíritu. Ese equilibrio se debe principalmente al buen manejo de la energía del cuerpo, sin desarrollar esta capacidad resulta muy complicado que nuestro proceso personal avance a buen ritmo.
Detrás de todo movimiento está la fuente principal, la energía. Cuando no hay energía en nuestro cuerpo nos sentimos tristes, sin ganas ni capacidad para hacer nada. En las personas que sufren depresión se ve claramente como están tan desconectadas del cuerpo y tan bajas de energía que eso hace que no puedan casi ni levantarse de la cama.
Depende de cada uno de nosotros el manejo que hagamos de nuestra energía, como mantengamos nuestra vitalidad. Es muy recomendable poner nuestro empeño en ser conscientes de nuestra energía vital y de cómo la manejamos.
“Hay dos formas de ver la vida: una es creer que no existen los milagros, la otra, creer que todo es un milagro”. Albert Einstein.
Fuente: El templo de la meditacion
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