martes, 24 de enero de 2017

Metafísica: CLASE II-6 - EL CUERPO MENTAL SUPERIOR. Por Alexiis.


Ambos cuerpos mentales son por naturaleza fríos y calculadores. La diferencia estriba en el conocimiento. Lo que en un nivel se ve como juicio, en el otro será discernimiento y saber distinguir. Lo que puede aparecer como arrogancia exenta de espíritu, puede llamarse en los niveles superiores honor, integridad y coraje. La esencia del Cuerpo Mental Superior trabaja a través de las facultades del Cuerpo Mental Inferior cuando éste ha logrado un balance con el Cuerpo Emocional.

Existe siempre alguna actividad del Cuerpo Mental Superior filtrándose en todo nivel humano. Éste se revela en los pensamientos de paz, de hermandad y buena voluntad y donde quiera se considere el bienestar colectivo por sobre la voluntad personal. Su lenguaje es primordialmente simbólico y abstracto. Normalmente, estos acontecimientos no pueden ser parte de una actividad constante para el individuo a menos que haya dado un paso adelante en su propia evolución.

Para poder funcionar a nivel del Cuerpo Mental Superior hemos debito tener el coraje de mantenernos solos e ir más allá de la lógica y de la racionalidad. También hemos tenido que integrar las lecciones del Cuerpo Emocional. En este punto, el Cuerpo Mental Inferior y el Emocional se mueven en armonía; la capacidad del cerebro se expande hacia los lados derecho e izquierdo y activa la porción central del cerebro responsable de la percepción que trasciende la dualidad. El Cuerpo Mental Superior es pues, quién posee la facultad de hacer pensar a todo el cerebro.

Hoy en día existen numerosas maneras de estimular y hacer pensar a todo el cerebro y promover visones de una vida más elevada y más plena. Como la mayoría de las cosas, estas metodologías y tecnologías pueden ser utilizadas por personas que buscan escapar de la realidad en vez de dominarla, o desean aumentar sus niveles de energía para auto-gratificarse en lugar de servir. Toda herramienta es buena siempre y cuando sea bien utilizada.
Aunque se logra hacer funcionar todo el cerebro, esta actividad no puede mantenerse a menos que exista una integridad mental y emocional.

Cuando todo el cerebro llega a funcionar en forma natural, emerge un nuevo estado de consciencia de una calidad distinta. Podría decirse que en este nivel el Cuerpo Mental Superior se vuelve Crístico. La dirección que toma la vida del individuo, su energía y su atención, se elevan al nivel del sexto cuerpo o Cuerpo Causal (depósito de todo lo bueno acumulado a lo largo de sus diversas vidas)

El Cuerpo Mental Superior Crístico es verdaderamente la inteligencia del corazón. Su energía no es lineal. Es el dominio de la intuición y de ese "saber" que procede de lecciones del pasado, de conocimientos y experiencias acumuladas. En este nivel, la naturaleza del sentimiento ya ha refinado el calor de la intensidad pasional en la calidez de la compasión y está lista para servir.

El Cuerpo Mental Superior refleja lo que hoy conocemos como superconsciente o impulsos de discernimiento y discriminación del alma, transmitidos al individuo. Cuando este cuerpo se vuelve Crístico puede ver estas acciones y decisiones con amor, compasión, comprensión y perdón y continuará funcionando como Cuerpo Mental Inferior en su capacidad de superconsciencia, tomando decisiones de avanzar o no avanzar. Esto lo hace de manera objetiva e imparcial, con la perspectiva amorosa que traerá además de la revelación del Plan de Vida Divino del Individuo, todas las posibilidades para su completa ejecución.

La Mente Superior Crística está asociada con el Ser del Séptimo Plano. Es a través de la gracia del ser superior (Cuerpo Mental Superior) que somos capaces de intuir principios más elevados. Nuestra asociación será tan íntima como lo seamos con nuestro ser superior. Trabajando en la purificación o perfeccionamiento del ser personal, elevará el nivel de vibración a una frecuencia tal que permitirá al Ser Superior habitar el cuerpo físico todo el tiempo que el individuo pueda mantener su frecuencia.
No es posible mantener esta frecuencia de manera permanente. Por ello, seres iluminados del Oriente han buscado maneras de cimentar conscientemente energías que prolongases su aspecto físico para enseñar y despertar. Estas se ven como inconsistencias, tales como caprichos e imperfecciones. Es muy extraño, sin embargo, que sean escogidas en forma consciente. La mayoría de los seres iluminados en Oriente y Occidente tienen, por una razón u otra, una cantidad de inconsistencias y características irritantes en sus personalidades.

Para lograr entender los principios fundamentales de la alquimia interior buscamos perfeccionar el vehículo físico, el mental y el emocional a un grado tal que podemos coexistir en una proximidad cercana y consciente con el ser superior y las dimensiones más allá de la séptima. De esta manera ganamos acceso a las ideas creativas, a las fuerzas y poderes que nos permiten reconstruir al ser, al mundo y al planeta e imagen y semejanza del plan original de la Divinidad. Esto podemos lograrlo únicamente aquietando nuestras emociones y silenciando el interminable parloteo de la masa mental

El control de lamente puede ser adquirido después de haber logrado aquietar las emociones. No debemos minimizar la importancia de experimentar las emociones plena y profundamente. Y, como ha sido enfatizado anteriormente, esto no quiere decir represión o desconexión. Uno tiene que tener el coraje de, no sólo enfrentarse a sí mismo, sino de sumergirse dentro de las más profundas, horribles y volcánicas partes de sus emociones. De una aceptación experimental completa emergerá la maestría. LAS EMOCIONES SIRVEN PARA ENTRENARNOS A TOLERAR EL INCREMENTO DEL VOLTAJE DE LAS ENERGÍAS.

Debemos entender que la mente en su típica arrogancia de Cuerpo Mental Inferior "pensará" que ha experimentado, "pensará" que ha perdonado y procederá a actuar "como sí", perpetuando las influencias subliminales y venenosas que están confundiendo a la humanidad. Uno puede reconocer este tipo de personas por su falta de sensibilidad emocional con su medio ambiente.
Una mente templada por sentimientos purificados calma su razonamiento autoindulgente y adquiere reciprocidad y una mayor visión por el todo. Esta calma produce receptáculos de silencio que transmiten formas de pensamiento más grandes y elevadas, así como la fuerza regeneradora del Espíritu. Este es el silencio que contiene el Todo.

La claridad es una virtud del silencio y la claridad máxima es experimentar el Vacío Primordial o el Todo Infinito. En esa realización abrumadora que nos inunda de humildad llegamos a conocer a través del sentimiento, a través del pensamiento, y ahora, a través de la facultad de la palabra hablada que YO SOY EL ÚNICO PODER QUE ACTÚA.

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LA ANATOMÍA HUMANA ENERGÉTICA

El estudio de nosotros mismos: nuestra humanidad, nuestros mecanismos, nuestras habilidades y percepciones, es el estudio de millares de transformaciones de la energía. Además de una anatomía física poseemos una muy compleja y sutil anatomía energética que regula nuestra mente, nuestras emociones, nuestras facultades síquicas y espirituales. Aunque éste no es el único sistema, aquí exploramos la dinámica humana en término de siete cuerpos, cada uno regido por siete facultades y condicionados por siete rayos.

Hemos tenido ya algunas directrices que nos explican por qué reaccionamos, respondemos y somos de la manera que somos. Vernos a nosotros como un conjunto de energías es algo nuevo. Lo que todavía no somos capaces de aprehender es que este circuito energético que somos es totalmente programable. Nuestra mente ya ha sido programada por nuestra sociedad, nuestros padres, nuestro medio ambiente, nuestra cultura y nuestra época, para creer y sentir de ciertas maneras. En realidad estamos constantemente condicionándonos, desacondicionándonos y reacondicionándonos a nosotros mismos. Nuestro mundo inmediato es una creación: el resultado directo de la mente sobre la materia. Y aunque el comportamiento humano ha sido percibido en términos de patrones mentales, entendemos muy poco de lo que la MENTE realmente significa aún a la luz de Freud y de Jung y sus conocimientos de lo niveles sub y supra conscientes. recién estamos empezando a reconocer que utilizamos una mínima fracción de nuestro cerebro.

También sabemos muy poco del aspecto físico. Cuando la medicina crea un divorcio con la mente, se convierte en fragmentaria e ineficaz. Aún los estudios de las enfermedades sicosomáticas ofrecen una visión superficial. La ciencia no sabe realmente qué es lo que hace que el hombre funcione física, sicológica y espiritualmente, principalmente porque no abarca los reinos del arte y la metafísica. De todas maneras tenemos que creer (aunque de mala gana) en los milagros. La alquimia interior es el estudio de los milagros, de las leyes de la Luz: esas leyes que gobiernas la realidad interior y a su vez afectan la exterior.

Se conoce el caso de una mujer que se curó a sí misma de AIDS (Sida) utilizando técnicas de enfoque mental y mediación. De manera intuitiva invocaba la Sustancia de Luz o Sustancia del Fuego Sagrado accesible a través de la dinámica interior. Ella produjo la transmutación mediante un acto de fe generado por el sentimiento y la aplicación de la voluntad o el poder del pensamiento y el primer rayo. Muchos casos como éste están registrados. Lo que muchas veces es considerado mera superstición no es nada más que el resultado directo de la aplicación de las leyes universales de la energía o la metafísica.

Perdemos nuestra conexión con la metafísica y por ende nuestro conocimiento directo de ella. El más grande metafísico, el más grande alquimista de todos los tiempos fue el Maestro Jesús y sus milagros fueron nada más que la aplicación de leyes de energía interna. Cuando uno conoce las leyes universales sabe que no existen milagros, que en realidad todo es un milagro.

Todo es energía. La energía es la interacción de sustancia y espacio. Esta sustancia a través del espacio tiene inteligencia y responde a una directriz mental. Visto de manera sencilla, esta inteligencia es Luz o Dios. Esta unidad primaria de actividad es lo que en Oriente se denominaba "prana". Actualmente, se están descubriendo unidades más pequeñas que el átomo y que constituyen la esencia de toda sustancia.
El hecho de que la vida es Luz ha sido observado por cirujanos en el área de las glándulas pineal y pituitaria en una persona viva. No existe luz alguna en el cuerpo de una persona muerta. Y además es más pesada. La luz en términos de brillantez y peso parece significa vida.

El hombre es en esencia un ser cósmico que existe como una conciencia que se expresa a sí misma, como un cuerpo de espíritu y un cuerpo de materia física. El cuerpo en el cual existimos posee su propia inteligencia, sus propios mensajes, sus propias respuestas pero nuestro verdadero conocimiento es de un orden superior: de Luz o Cósmico. Nuestros cuerpos y el conocimiento o inteligencia relacionados con ellos son análogos a la casa que habitamos. Nos refleja pero no somos nosotros.

Nuestra propia dualidad (humana y divina) es en realidad ilusoria. Somos en verdad seres cósmicos. Pensamos que somos sólo entidades físicas porque la realidad tridimensional es muy patente. Sin embargo, nuestras facultades son duales; tenemos tanto la facultad del conocimiento cósmico como del planetario. Y estamos sujetos a las leyes de la materia y de la luz, de la sustancia planetaria y la luz cósmica. Estamos sujetos a las leyes de la energía en sus dos niveles.
A nivel de la personalidad, respondemos a leyes claras y descifrables. Siempre existimos en relación con alguna cosa viviente. Constantemente estamos disparando sentimientos desde nosotros y hacia nosotros.

Existe un cierto patrón que provoca una respuesta y un cierto sentimiento que identificamos como bueno o no-tan-bueno. Pero ESTA ACTIVIDAD NO ES LO QUE SOMOS. Somos una inteligencia superior mucho más elevada de lo que la mayoría de nosotros siquiera ha vislumbrado.
Y en cuanto a la personalidad, como proviene de sustancia planetaria, responde a la del planeta. El planeta posee como nosotros sus propios campos mental y emocional, ya que éste es también una inteligencia, una entidad. A nivel de sustancia planetaria existe la polarización o dualidad. Para que la materia exista tiene que haber polaridad negativa y positiva; debe existir una tensión que la sostenga. LAS POLARIDADES EXISTEN SÓLO EN RELACIÓN A LA SUSTANCIA PLANETARIA O LA MATERIA Y NO EN LOS NIVELES ELEVADOS DE CONCIENCIA. Estas polaridades físicas, mentales y emocionales, este conglomerado de opuestos gobiernan nuestros cuerpos inferiores y nuestras acciones y reacciones hacia los demás. Es muy importante para nuestra liberación comprender que nuestras experiencias planetarias sirven sólo al vehículo y no al conocimiento de quienes somos verdaderamente a nivel del Ser.

El camino a la maestría a nivel de la personalidad está en el entendimiento de las dualidades operando dentro de nosotros y de una desapegada observación de las mismas. Nuestras reacciones duales: alegría y tristeza, amor y odio, armonía y discordia, dar y recibir, felicidad y desdicha, son naturales signos de polaridad. Creamos un desequilibrio cuando tratamos de mantenernos en un solo polo sin tomar en consideración al otro. En lugar de no querer sentirse triste o furioso, uno puede comprender que aunque su propia naturaleza es dichosa en esos momentos está experimentando tristeza. Este proceso requiere que nos identifiquemos con nosotros mismos a nivel del Ser (más allá de la dualidad) mientras aceptamos la actividad de las leyes de la materia. Esto no significa una represión sino una recalificación de la energía que luego seremos capaces de integrar a nuestra totalidad.

El sentimiento de desamparo proviene de la creencia que somos materia y sujetos a la dualidad en todo nivel. La única manera de trascender este círculo vicioso es conociéndonos como Seres de Luz; en otras palabras, siendo uno con nuestro Yo Superior. Cuando una persona está triste puede darse cuenta que es su cuerpo el que está triste. La química del cuerpo emocional está pasando por la tristeza, experimentando separación o desengaño. Negarse la experiencia es fragmentarse aún más. Integrándola a la propia totalidad se adquiere poder e ímpetu, aumentando los niveles de tolerancia para energías más elevadas para energías más elevadas. En lugar de evitar la energía hay que transformar su cualidad y agregarla al sistema total.
Existen diversos tipos de energía que estimulan reacciones en nosotros. Quizás las más difíciles de dominar son aquellas despertadas a través de la intimidad, especialmente sexual. De ahí el miedo a la intimidad en nuestra época. En ese nivel todas las energías convergen unas con otras en el más intenso grado de vibración de la anatomía humana. El chackra básico tiene una gran fuerza con un propósito muy específico: atraer la energía hacia adentro y transformarla en vida. Su poder es enorme.

Cuando uno ha estado compartiendo sus energías con otra persona es una proximidad física, emocional y mental y esa persona se aleja por alguna razón, sentirá la separación de esa interacción energética. La energía alquimista de las relaciones es absolutamente básica para el proceso de vida, para el proceso de transformación, transmutación, modificación y expansión del conocimiento. Los síntomas de privación emocional son tan dolorosas como aquellos experimentados por alguien adicto a las drogas. Es un hecho que la adicción (adherencia) está relacionada con las leyes de la materia pero no con las Leyes de la Luz.

La personalidad que tenemos es un reflejo de cómo respondemos a las polaridades dentro de nosotros. Puede ser alegre o triste, con una disposición nerviosa o aletargada. Nuestra personalidad revela cómo repartimos nuestras polaridades y la colección de respuestas que programamos en nuestra computadora humana. Nosotros somos los que programamos. Si en mi vida enfatizo por hábito o por miedo la desdicha, no podré ser feliz. Si enfatizo la claridad sobre la oscuridad, seré luz. Me creo a mí mismo al modificar la energía de mis respuestas a la vida y estas reacciones actúan como un imán de cualidades similares que dan lugar a todo tipo de efectos, constructivos o destructivos.
Proyectamos lo que sentimos y también llegaremos a sentir lo que proyectamos. Sabemos que cuando estamos enamorados todo se ve hermoso. Todo sale como queremos y entonces todo es posible. Pero en el momento que algo se interpone, nos volvemos furiosos, taciturnos, irritable.. y si alguien dice algo desagradable, se lo creemos y el mundo que era hermoso se convierte en oscuridad. Nada funciona; nada está bien. Gruñimos y nos gruñen.

¿Qué pasó? Uno mismo creyó una reacción emocional en cadena que se reflejó de nuevo en sí y en su propio medio ambiente. Perdió su visión, su identidad como presencia consciente dentro del mar de causa y afecto alrededor suyo.
El mundo es en realidad el reflejo de la propia maestría o de la falta de ella que se proyectará en las relaciones, éxitos o fracasos, salud, finanzas, etc. si no hay maestría en su mundo es porque no ha logrado integral algún aspecto de sí mismo que se relacione con ella. Si aún existen problemas en su mundo (aunque sienta que es culpa de otro) es indicación clara de que está haciendo algo para atraerlos. Esto sucede tanto en los más altos como en los más bajos niveles energéticos de vida. La maestría necesita ser corporizada a través de actos físicos.

El conocimiento del alquimista, base de toda transmutación y toda maestría, está en el armonioso control y manejo de los tres cuerpos inferiores, el físico, el mental y el emocional, que dan a uno la elección y el sentido de dirección. Uno puede escoger dónde ir, qué hacer, y cómo se manifestará en el mundo.
No hay nada que no sea posible para quien ejerce un sabio control de su cuerpo emocional sin huella alguna de supresión o represión. No debe existir ninguna tensión en este tipo de control. Este proviene de la maestría, de la absorción y la recalificación de la energía. Esta maestría otorga la habilidad de contener y trascender la energía dentro de uno. En el nivel mental es un conocimiento.
Al admitir energía, sea ésta física, mental o emocional, uno gana no sólo control sino claridad y la capacidad de expresarla de manera creativa. Este es el verdadero acto de elegir.

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LA ELEVACIÓN DE LA CONCIENCIA DESCANSA
DENTRO DE SU LIBRE ALBEDRÍO

La elevación (o disminución) de la acción vibratoria de la conciencia bajo el control consciente del Libre Albedrío, es la Maestría y la Liberación para la corriente de vida que logra esa Victoria Personal.
Lo que la humanidad hace todos los días involuntariamente puede ser hecho por cada corriente de vida a voluntad si la perseverancia y la determinación están presentes. No hay hombre, mujer o niño, encarnado o desencarnado, que no haya cambiado, y que no cambie a través de la acción vibratoria en un período de ocho horas, el estado de conciencia y la acción vibratoria de las ondas de energía que pasan a través de él, más de cientos de veces por medio de estímulos internos y externos, pero en su mayor parte los individuos no tienen control sobre los diversos estados de conciencia dentro de los cuales ellos entran - lanzados de un estado a otro al pasar por el "Maya" de la vida diaria.

Cada estado de conciencia dentro del cual la corriente de vida entra llena inmediatamente al ser entero y al mundo del individuo con sus experiencias, y el individuo vive durante es período en ese mundo o reino - en ningún otro. Aunque la humanidad viaja a través de la Tierra más o menos hombro o hombro, ustedes difícilmente pueden alguna vez encontrar dos corrientes de vida que viajen constante y consecutivamente ocho horas al día en el mismo estado de conciencia. Debido a este cambio continuo, algunas veces impactando en sucesión rápida, loas gentes de la raza están en una condición de tensión y altamente nerviosas, y ya que se mueven juntos en una familia, negocio, escuela o cuerpo comunal, todos están funcionando en diferentes estados de conciencia, un momento tras otro, y no están consecutivamente en la misma esfera. Esto causa confusión además de la intolerancia en la mente externa.

Sin embargo, para el individuo que está tratando de encontrar la Verdad, el primer paso es tratar y mantener, sin perturbar, tanto como sea posible, una acción vibratoria estable, la cual mantendrá al alma en más o menos el mismo estado de conciencia receptivo a las vibraciones superiores, a través de la mayor parte de las horas del dormir y las de vigilia. Es mucho más fácil para el alma aprender cuando ésta no está constantemente forzada a someterse a vibraciones de diferentes longitudes de onda correspondiente a cambios en el pensamiento y el sentimiento.

Si ustedes tratan de establecer una acción vibratoria a través de la música y la lectura, y controlan el pensamiento y el sentimiento - manteniendo un nivel uniforme, se encontrarán a sí mismos llegando a estar más y más cerca de la Conciencia Crística - que es la Paz Eterna.


martes, 25 de octubre de 2009

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