Orígenes metafísicos de los males humanos
Cuando el hombre se identifica con su cuerpo, sus sentidos y su mente, cae en el reino de la relatividad y queda sujeto a la experiencia de placer y dolor, gozo y pena, ganancia y pérdida. Es sólo por medio de la conciencia egoísta o Ahamkara que surgen las preocupaciones mentales, los peligros y la creciente actividad mundana. No hay mayor enemigo que el Ahamkara o egoísmo; mientras éste esté presente, seguirá engendrando deseos en el hombre y esos deseos son la matriz de todos los sufrimientos. En los hombres de conciencia egoísta, la pasión domina e impide que surja el amor divino.
El trabajo de la ignorancia
Hay dos fuerzas en el hombre, una que lo conduce hacia arriba y la otra que lo lleva hacia abajo, hacia la impureza y la ignorancia. Las personas ignorantes realizan diferentes Karmas con variados motivos o deseos, y recogen los respectivos resultados de los mismos. Pero los sabios no llevan a cabo acciones egoístas, que nunca están libres de falta. El camello come arbustos espinosos; la sangre mana de su boca y a pesar de ello, no deja de comerlos. Así también, el hombre mundano pasa por sufrimientos y dolor, y aún así no abandona su mundanalidad. La ignorancia destruye el discernimiento y el hombre olvida su deber de lograr conocimiento del Ser o Brahma Jñana.
Esclavitud: Su causa central
En este mundo, no hay mejor navío para vadear el océano del Samsara que el dominio de la mente instintiva inferior. La mente impura consiste en los deseos sutiles que generan innumerables nacimientos. La tendencia a pensar en objetos sensuales es en verdad la causa de esclavitud. Liberación no significa más que la destrucción de la mente impura. La mente se purifica cuando los deseos son aniquilados. Si tienes pureza mental, recordarás a Dios; si siempre recuerdas a Dios, los nudos del corazón – ignorancia, deseo y acción – son destruidos. Obtienes liberación.
El semillero de todas las aberraciones
La imaginación errónea de que tú eres el cuerpo es la raíz de todos los males. Mediante el pensamiento erróneo te identificas con el cuerpo. Surge Dehadhyasa; te apegas al cuerpo; esto es Abhimana. Luego viene Mamata (noción de lo ‘mío’). Te identificas con tu esposa, tus hijos, tu casa y demás. Es esa identificación o ese apego lo que genera esclavitud, sufrimiento y dolor. No te sentiste apenado cuando millones de alemanes murieron en la guerra. ¿Por qué? Porque no había identificación ni apego. Pero lloras mucho cuando muere tu hijo, debido al apego. La palabra ‘mi’ produce una sorprendente influencia en la mente. Nota la diferencia en el efecto que se produce en la mente cuando oyes estas dos oraciones: ‘El caballo está muerto’ y ‘Mi caballo está muerto’. Vacíate de egoísmo. Serás llenado por Dios.
La triple raíz de la mayoría de las enfermedades
La mayoría de las enfermedades tiene su origen en el demasiado comer, el exceso sexual y los arrebatos de ira y odio. Si mantienes la mente fría y calmada en todo momento, tendrás una salud maravillosa, fuerza y vitalidad. La energía disminuye con los ataques de ira. Las células y los tejidos se llenan de sustancias mórbidas y venenosas cuando uno pierde los estribos y alberga sentimientos de odio. Entonces surgen muchas clases de enfermedades físicas. Diversas enfermedades nerviosas son atribuidas a la excesiva pérdida de energía seminal y a los frecuentes ataques de ira, furia o emociones indeseables. El fuego de la ira que enciendes para tus enemigos te quema a ti. Conquista la ira cultivando la serenidad. Medita diariamente en el Ser siempre sereno, el Eterno pacífico e inmutable. Obtendrás la virtud de la serenidad que todo lo cura.
Genealogía de los sufrimientos.
La siguiente es la cadena de la esclavitud. De la ignorancia, surge la falta de discernimiento; de ésta, surge el egoísmo o Abhimana; del egoísmo, surgen el amor y el odio; de éstos, las actividades o Karma; de las actividades, la encarnación o asunción de un cuerpo; de la encarnación, los sufrimientos. Un hombre cuya ropa se ha prendido fuego correrá inmediatamente hacia el agua; no se detendrá a preguntar cómo fue que su ropa comenzó a arder. Así también, siendo que estás atrapado en esta terrible rueda del Samsara, de nacimientos y muertes, con todo tipo de miserias, aflicciones y dolores, debes tratar lo mejor que puedas de liberarte de la ignorancia.
Desarrolla desapego y discernimiento, e investiga ‘¿Quién soy?’.
LECTURAS DIARIAS por Sri Swami Sivananda
http://no-dualismo.blogspot.com.ar/
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