Bloqueo emocional:
Cuando una
persona tiene un problema sanguíneo significa que le cuesta trabajo
administrar bien su vida, de acuerdo con sus verdaderas necesidades.
Para el ser
humano, vivir verdaderamente quiere decir vivir diferentes experiencias en la aceptación
y la alegría.
La persona que
no puede administrar su vida suele ser
aquella que
dramatiza demasiado algunas situaciones, lo cual le impide tener una visión
global equilibrada. Se hace mala sangre, es decir, se preocupa por todo y por todos.
Es una persona demasiado emotiva que bloquea su sensibilidad. Necesita adaptarse
incondicionalmente a sí misma; esta forma de amor incondicional es el elemento
más importante para mejorar la calidad de la sangre. Otra forma de bloquear
su sensibilidad es tener mucha sangre fría, lo que hace de ella una
persona
impasible, que oculta sus sentimientos. Por otro lado, la persona vive sin alegría
debido a un profundo sentimiento de carencia de algo.
Bloqueo mental:
La importancia
que la sangre tiene en tu cuerpo te indica la trascendencia de administrar
bien tu vida viviéndola con alegría y aceptando lo que eres.
Este problema
se presenta para recordarte que es momento de que empieces a creer en ti
de una manera diferente.
Eres mucho más
de lo que crees.
Toma conciencia
de
tu valor, de tus
verdaderas necesidades y decídete a administrar tu vida.
En lugar de
creer que no puedes hacer todo solo y esperar que los demás lo hagan, elabora una
lista de todos tus talentos, tus capacidades y de lo que has logrado hasta ahora.
De este modo
comenzarás a escuchar de nuevo tus verdaderas necesidades y te darás
cuenta de que eres la persona más importante de tu vida.
Estás en la Tierra
para tu propia evolución y no para la de los demás.
Bloqueo físico
¿Qué adjetivos
pueden describir mejor lo que siento en mi cuerpo?
Tu respuesta
representara lo que sientes ante la persona o la situación que ha desencadenado
el mal.
Bloqueo emocional
¿Qué me impide
realizar esta enfermedad? Tus respuestas a esta pregunta representan el
deseo o los deseos bloqueados.
¿A qué me obliga
esta enfermedad?
Retoma esta
respuesta y agrega la palabra “no” al principio de cada una de
ellas.
Estas frases
representan el deseo o los deseos bloqueados.
Si me permitiera
este o estos deseos, ¿Qué sería? (utiliza los deseos encontrados en la
etapa anterior)
La respuesta
corresponde a una necesidad profunda de tu ser, bloqueada por alguna
creencia.
Si en mi vida me
permitiera ser… (repite la respuesta de la pregunta anterior) ¿Qué podría
sucederme de desagradable o de no aceptable? Esta respuesta corresponde a
la creencia no benéfica que bloquea tus deseos y te impide realizar tu
necesidad, creando así el problema físico.
CONCLUSIÓN
Cuando conoces
la creencia no benéfica o la manera de pensar que te impide ser lo que
quieres, lo primero que debes hacer para transformarla es permitirte haber tenido
la necesidad de creerla, estableciendo contacto con el niño que habita en ti y
que la creyó
después de haber experimentado un sufrimiento.
Después,
pregúntate si todavía la necesitas realmente para ser feliz.
Si la respuesta
es afirmativa, ello es señal de que todavía te es útil.
Tú eres quien gobierna
tu vida, de modo que puedes seguir creyendo en ella, pero debes saber que,
al actual así, obtendrás los mismos resultados que has obtenido hasta ahora.
No esperes
ningún cambio.
Si estás
convencido de que esta creencia todavía es cierta pero que el hecho de creerla
no te hace feliz, verifica en tu interior si estás tan convencido de su veracidad
como hace algunos años.
Es muy probable
que ahora lo creas mucho
menos.
Por lo tanto,
estás en vías de sanar.
Cuando en lo más
profundo de ti sabes que no quieres seguir creyendo la misma cosa, no te
queda más que realizar las acciones necesarias para manifestar tus deseos
a fin de permitirte ser LO QUE QUIERES SER.
EJERCICIO
DE PERDÓN
La curación solo
puede realizarse en el momento en el que uno se perdona.
Esta etapa
tiene el poder de transformar no solo nuestro amor hacia nosotros mismos, sino
también al corazón y la sangre de nuestro cuerpo físico.
Esta sangre
nueva, re-energetizada por el influjo de este amor reencontrado, es como
un bálsamo que circula por todo el cuerpo: a su paso transforma y rearmoniza
las células.
Aun cuando
intelectualmente te resulte difícil creerlo, ¿Qué
puedes perder
con probar?
Estas son las
etapas del perdón verdadero, que han sido experimentadas por miles de
personas con resultados extraordinarios:
1) Identifica
tus emociones (a menudo hay más de una). Toma
consciencia de
la acusación que te haces a ti mismo o que le haces a otro y de lo que
esta te hace sentir.
2) Asume tu
responsabilidad. Ser responsable es reconocer que siempre tienes la opción
de reaccionar con amor o con miedo. ¿De qué tienes miedo?
Date cuenta
también de que tienes miedo de que te acusen de tener miedo.
3) Acepta al
otro y suéltate. Para lograr soltarse y aceptar al otro, ponte en su lugar
y siente sus intenciones.
Acepta la idea
de que la otra persona seacusa y te acusa probablemente de la misma cosa que
tú.
Ella tiene el mismo
miedo.
4) Perdónate.
Esta es la etapa más importante del perdón.
Para realizarla, date
el derecho de haber tenido y de tener todavía miedo, creencias, debilidades
y limites, que te hacen sufrir y actuar.
Acéptate tal y
como eres ahora, sabiendo que es temporal.
5) Ten el deseo
de expresar el perdón.
A modo de
preparación para la etapa seis, imagínate con la persona adecuada en el
acto de pedirle perdón por haberla juzgado, criticado o condenado.
Estarás listo
para hacerlo cuando la idea de compartir tu experiencia con dicha persona
te suscite un sentimiento de alegría y liberación.
6) Ve a ver a la
persona en cuestión.
Exprésale lo que
has vivido y pídele perdón por haberla acusado o juzgado y por haber
estado resentido con ella.
Menciónale que
la has perdonado solo si te lo pregunta.
7) Haz el enlace
imaginario con un cordón o una decisión ante uno de tus
progenitores.
Recuerda un
acontecimiento similar que ocurriera en tu
pasado con una
persona que representase a la autoridad: padre, madre, abuelos, maestro,
etc. generalmente será del mismo sexo que la persona con la cual acabas de
realizar el perdón.
Vuelve a
efectuar todas las etapas con esta persona (la figura de autoridad).
Cuando la
emoción sentida sea hacia ti mismo, realiza los pasos 1, 2, 4 y 7.
CONSEJOS
Date el tiempo
necesario para realizar el proceso del perdón.
En cada etapa
puede pasar un día o incluso un año.
Lo importante es
que tu deseo de lograrlo sea sincero.
Cuando la herida
es grande y profunda el ego se resiste, puede tomar más tiempo.
Si la etapa 6
del proceso del perdón te resulta difícil, debes saber que esvel ego el que se
resiste.
Cuando piensas:
“¿Por qué ir a pedirle perdón por estar resentido con él cuando fue él
quien me ofendió? ¡Tengo toda
la razón del
mundo para estar resentido!”, es tu ego quien habla.
El deseo
más grande de tu corazón es hacer las paces y sentir compasión por el
otro.
No te preocupes
por la reacción del otro cuando vayas a pedirle perdón (puede tener reacciones
diferentes, como no decir nada, cambiar de tema, sorprenderse, negarse a
hablar de ello, llorar, pedir perdón, saltar a tus brazos, etc.).
Respeta su
reacción y la tuya.
Nadie en el
mundo puede saber lo que va a suceder.
En la sexta
etapa del perdón, la razón por la cual menciono que no le digas al otro
que lo perdonas es importante.
En realidad, hay
3 buenas razones:
1) Con
frecuencia sucede que creíamos que la otra persona nos ofendió, cuando
nunca tuvo intención de hacerlo.
La realidad es a
menudo muy diferente de nuestra percepción. ¡Quizá ni siquiera se entero
de que te sentiste herido!
2) Debes darte
cuenta de que el proceso del perdón existe para tu propia liberación. El
hecho de perdonar al otro es solo una mas entre las etapas necesarias para
perdonarte.
3) También debes
darte cuenta de que no tienes poder para perdonar realmente a nadie.
El es el único
que puede perdonarse.
Si al otro le
cuesta trabajo recibir tu petición de perdón, es que el mismo no puede
perdonarse.
Aunque tú lo
hayas perdonado, no puedes hacerlo por él. Deberá lograrlo por sí
mismo.
No eres
responsable de su reacción, solo de la tuya.
Por otro lado,
el hecho de perdonarte a ti mismo es un
hermoso ejemplo
para ayudar al otro a que también lo consiga.
Si en el momento
de expresarle lo que sientes se opone y trata de justificarse, comprueba
inmediatamente con esta persona si se siente acusada por tus
palabras.
Si es así,
comprueba si no hay todavía en ti una acusación hacia el y una esperanza
de que cambie.
Si vas a ver a
una persona con la esperanza de que comprenda cuanto te hizo sufrir y
esperas que te pida perdón, es que todavía la acusas.
En este
caso, no te resientas, acepta la idea de que necesitas todavía un cierto
tiempo antes de realizar las etapass 2 y 3.
Es probable que
hayas logrado perdonar con la cabeza, pero todavía no con el corazón.
Perdonar con la
cabeza es comprender al otro intelectualmente sin sentir alivio ni liberación
interior.
Es algo muy
frecuente.
Este es un buen comienzo,
porque al menos demuestra tu buena voluntad.
Recuerda que el
hecho de perdonar a alguien no significa que estés de acuerdo con la
ofensa, sino que estas en vías de decir que, con los ojos del corazón, has
sido capaz de ver más allá de la ofensa, de ver lo que pasaba en el
interior de la persona.
Gracias a este
perdón podrás concederte más fácilmente el derecho de ser tu mismo, con
tus sentimientos humanos.
Veamos
ahora las 3 emociones peor vividas por los seres humanos: el miedo, el enojo
y la tristeza.
Por lo
general, estas emociones son rechazadas, controladas y
ocultadas;
en resumen, hacemos todo para no sentirlas porque despiertan heridas de
nuestra niñez.
Las 5 heridas
más importantes son: el rechazo, el abandono, la
humillación, la
traición y la injusticia.
De concederse el
derecho de ser humanos y tener todavía heridas no sanadas por no haber
perdonado al otro ni a uno mismo, la mayoría de las personas prefieren
seguir acusando a los demás de ser la causa de su miedo, de su enojo y de
su tristeza.
Esto es lo que
nos hace vivir tantas emociones negativas y lo que nos hace enfermar.
Sin embargo,
estas emociones pueden ser muy útiles:
El miedo debe
ser utilizado para ser consciente de que buscas protección.
Existe para
recordarte que la verdadera protección esta dentro de ti.
El enojo debe
ser utilizado para descubrir que necesitas afirmarte, hacer tus demandas
claramente y escuchar más tus necesidades.
La tristeza debe
ser utilizada para descubrir que crees haber perdido algo oa alguien, o que
tienes miedo de perderlo.
Debes ayudarte a
aprender el desapego.
Esto es lo que
quiere decir AMARTE:
es hacerte cargo
de tu propia vida, dándote el derecho de vivir todo tipo de experiencias
para lograrlo.
Así es como
conseguirás vivir en un cuerpo sano y lleno de energía que te permita
crear la vida que quieres.
Extraído de
"Obedece a tu Cuerpo: ¡Amate!" de Lisa Bourbeau.
http://saikualternativo.blogspot.com.ar/
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