La cabeza es mi centro de comunicación, está
vinculada a mi individualidad. Frecuentemente se le llama el centro de mando.
Por ella pasan todas mis emociones y todas mis comunicaciones, por vía de mis
cinco sentidos.
Si vivo
dificultades o enfermedades de la cabeza, debo preguntarme si vivo un conflicto
referente a mis pensamientos y mi vida espiritual o mi crecimiento personal.
Esto se explica por el hecho que la cabeza está constituida por huesos que
están hechos de un tejido duro y que simbolizan mi energía espiritual, y que
estos huesos rodean el tejido blando y los fluidos, que simbolizan mis energías
mentales y emocionales. Si ambos aspectos están en armonía, habrá
fusión de mi cuerpo y de mi mente. Sin embargo, si la sangre que está
en mi cabeza, no circula bien o si ejerce una presión, esto me indica que tengo
dificultad en expresar o recibir el amor y todo sentimiento que me habita
(porque la sangre transporta mis sentimientos en todo mi cuerpo).
Dolor de cabeza
La cabeza
tiene una relación directa con el “Yo soy”. Tener un dolor de
cabeza (sobre todo en la parte superior de la misma) significa que la persona
se la golpea con “Yo” desvalorizantes. Hay varias causas a los
dolores de cabeza. Por ejemplo, el estrés y la tensión cuando me
esfuerzo tanto como pueda para estar de cierto modo o para hacer tal cosa.
¿Cuál es el conflicto emocional que se vive?
La persona
que tiene dolor de cabeza se acusa de no ser esto o aquello y, sobre
todo, de no ser suficientemente inteligente; se exige demasiado. Dice o
piensa a menudo o varias de las expresiones siguientes: “Me rompo la cabeza”,
“Estoy hasta la coronilla”, “No sé dónde tengo la cabeza”, “Ando de cabeza”,
“Soy cabeza dura” o “Tengo la cabeza dura”, “Me doy contra la pared”, “Lo tengo
en la cabeza”, “He perdido la cabeza”.
Se desprecia
en lugar de apreciarse. Para quien
tiene la impresión de que la cabeza va a estallarle, el mensaje es que deje de
acumular tantas cosas en ella por miedo al juicio de los demás con respecto a
lo que es o no es. Es posible que sea una persona que no se acepta, que se
acusa de ser demasiado irreflexiva. También puede ser una persona que tiene
miedo de ir a la cabeza, es decir, estar al frente, ser la primera, o mostrar
la dirección.
Tener un dolor de cabeza, sobre todo en la frente, le indica a esta
persona que se esfuerza demasiado por comprender todo. Debe darle tiempo al
intelecto para que acumule suficientes datos en su memoria y que su
inteligencia pueda hacer una síntesis y comprender.
El dolor de
cabeza aparece frecuentemente cuando intento demasiado fuerte de realizar algo
o cuando estoy obsesionado por esto que viene e inquieto por lo que me espera
en el futuro. Vivo en este momento mucha ansiedad y preocupación. Así puedo
reaccionar a fuertes presiones ejercidas por situaciones o acontecimientos que
me rodean. Puedo vivir un sentimiento intenso de fracaso, duda, odio de sí que
da vida a la crítica y, sobre todo la auto – crítica. Estoy cogido,
“encajonado” en mi cabeza, no me gusta lo que veo, y me juzgo con severidad,
dándome a mí – mismo “golpes de cabeza”. El dolor de cabeza puede
provenir también de la negación y de la supresión de mis pensamientos y
de mis sentimientos que creo inaceptable o desaprobado. O bien no
tengo el valor de expresarlos, o sencillamente no los escucho, porque
racionalizo, intelectualizo todo lo que vivo. “¡Esto está bien, esto está
mal!”. Quiero quizás comprender demasiado, ir demasiado de prisa, querer saber
o tener respuesta a mis preguntas en seguida. Pero el tiempo quizás no ha
llegado aún y debo desarrollar mi paciencia y mi confianza en que todo sucede
en el momento justo. El dolor de cabeza expresa también emociones negativas que
están “cogidas en la trampa”, en mi cabeza, tales como la inseguridad, el
tormento, las ambiciones excesivas, la obsesión de ser perfecto, que causan una
dilatación sanguínea.
Por ser la sede de cuatro de los cinco sentidos, la cabeza es una parte
del cuerpo muy importante. Cuando te duele, ello te impide ver, oír y oler
bien, y decir lo que responde a tus verdaderas necesidades, lo cual te aleja de
lo que quieres ser.
¿Cómo se libera esa emoción biológica?
Debes
establecer el contacto con tu Yo soy verdadero, es decir, lo que
eres en ese momento. Tienes que dejar de forzar a ser lo que crees que los
demás quieren que seas. Relaja tu mente, deja de querer comprender todo
mentalmente y permítete ser más tú. Si utilizas una o algunas de las
expresiones antes citadas, date cuenta de que el miedo oculto detrás de ellas
no es bueno para ti.
Un dolor de
cabeza al nivel de la frente se referirá más a una situación en mi
trabajo o vinculada a mi papel social pero si se sitúa lateralmente (cerca de
las sienes), más bien es mi lado emocional (familia, pareja) el que está
implicado. Cualquier sea la causa, el dolor de cabeza está directamente
vinculado a mi individualidad y debo aprender a ser más paciente y más flexible
hacía mí y los demás. “Mis ideas son cada vez más claras”, y aprendo a
dar el lugar que corresponde tanto a mi intelecto como a mis emociones, para
alcanzar el equilibrio. Entonces estaré más en armonía conmigo mismo, me
sentiré la cabeza más liberada y ligera.
Migrañas
La migraña
común se caracteriza por la aparición violenta de dolores intensos en un lado
de la cabeza, a menudo acompañados de náuseas y vómitos, que pueden durar
algunas horas a varios días. Puede presentarse precedida de trastornos
visuales. Existe también la migraña acompañada, que es mucho más
grave, ya que puede afectar además el campo visual y a la elocución.
Esta
enfermedad tiene una relación directa con el YO SOY de la
persona afectada. En general se manifiesta en la persona que no se concede el
derecho de ser lo que quiere, incluso antes de que la migraña aparezca. Por
ejemplo: una adolescente quería SER artista, pero se dejó convencer por
sus padres para estudiar otra carrera. Padecía migrañas en la medida
en que no se había concedido el derecho a seguir la dirección deseada. Las
migrañas frecuentemente están asociadas a trastornos de la visión y la
digestión. Ya no quiero ver y no quiero digerir lo que sucede en mi
vida. Son angustias, frustración frente a una situación en la cual soy
incapaz de tomar una decisión.
¿Cuál es el conflicto emocional que se vive?
Las migrañas
se producen en la persona que se siente culpable por atreverse a cuestionar a
aquéllos que tienen mucha influencia sobre ella. Incluso puede no ser
consciente de lo que realmente quiere. Con frecuencia vive en el no
puedo, hasta el extremo de vivir a la sombra de alguien. Además, las personas
que sufren de migrañas suelen tener dificultades en su vida sexual porque no
están en contacto con su poder creativo, simbolizado por la región de los
órganos genitales. Hay conflicto entre mis pensamientos, mi intelecto
que está sobre cargado, mis necesidades y deseos personales. ¿Me
siento a la altura o tengo la sensación de ser incompetente, sobre todo en el
plano intelectual?
¿Cómo se libera esa emoción biológica?
Hay que
plantearse la siguiente pregunta: “¿Si todas las circunstancias
hubieran sido o fueran perfectas a mi alrededor, qué es lo que hubiera querido
ser o qué es lo que quiero ser?”. A continuación, observa lo
que te ha impedido manifestarlo hasta este momento y descubrirás la forma de
pensar que te perjudica, que te impide ser tú mismo/a. Ya no necesitas creer
que dependiendo de los demás vas a ser más querido. Además concédete el derecho de tener esos temores y de tomarte el tiempo
necesario para llegar a tu meta.
Debo tomar consciencia de que estoy huyendo de lo que me molesta o que
siento incomprensión y una carencia de amor por parte de alguien. Debo
comprender que, cuando tengo una migraña, tengo una toma de consciencia por
hacer. Debo cambiar cosas y debo ser capaz de cambiarlas, es decir de pasar a
la acción. Al darme un tiempo de pausa la migraña, puede ser también un modo de
lograr más amor y atención. Dejo los acontecimientos fluir libremente en mi
vida y recibo a cambio alegría, paz, armonía.
Fuente:
http://bit.ly/2kpnai2
http://memoriaemocional.com/
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