La asertividad se podría definir como la capacidad de un individuo para transmitir a los demás sus posturas, opiniones, creencias o sentimientos de una manera que sea eficaz, sin sentirse incómodo/a, sin dañar ni a los otros ni a uno mismo/a, con capacidad de defender los derechos propios, sin dejarse manipular por otras personas y sin manipular tampoco a los demás.
Entre sus beneficios, este estilo de comunicación, facilita la solución de problemas, o los previene a largo plazo, y es una pieza crucial para poder establecer relaciones sanas y equilibradas con otras personas.
Entre sus beneficios, este estilo de comunicación, facilita la solución de problemas, o los previene a largo plazo, y es una pieza crucial para poder establecer relaciones sanas y equilibradas con otras personas.
Sin más, esperamos que estas diez reflexiones te resulten de utilidad en tu camino para convertirte en una persona asertiva:
1. Una de las claves más importantes de la interacción interpersonal reside en que nos sintamos valorados y respetados, y esto, a su vez, no depende tanto del otro, sino de tener las habilidades necesarias para responder con eficacia a las demandas externas y de poseer una serie de esquemas mentales que nos ayuden a encontrarnos bien con nosotros mismos.
2. Resulta muy difícil llegar a ser una persona asertiva si no se dispone antes de una adecuada autoestima, y es casi imposible gozar de una buena autoestima si se adolece de las habilidades necesarias para exteriorizarla. Por lo que, de alguna manera, se podría interpretar que la asertividad es la expresión de una sana autoestima.
3. La asertividad, de una forma similar a lo que ocurre con las conductas relacionadas con la pasividad o la agresividad, es algo que aprendemos durante la vida. De forma que si un pensamiento o comportamiento demuestra ser ineficaz o nos genera algún problema siempre podemos cambiarlo y aprender nuevas opciones de conducta.
4. Si, cualesquiera que sean tus razones, deseas modificar algún aspecto de tu propia persona, deberás esforzarte por generar cambios a tres niveles: en tus pensamientos, tu estado corporal y tu comportamiento.
5. La mayor parte de la gente afronta los problemas utilizando un enfoque donde se quedan en una descripción global del mismo, pero así difícilmente podrá solucionarse. Si estás resuelto/a a cambiar algo en tu vida te será útil delimitar con precisión cuál es el problema, dónde, cómo y con quien se produce. Este pequeño “truco” te permitirá ser más eficiente a la hora de hacerlo.
6. Para poder transmitir un mensaje de forma completamente asertiva, es necesario que las señales no verbales estén en consonancia con el contenido que se pretende transmitir. Con lo que es importante cuidar nuestra comunicación no verbal para obtener los mejores resultados.
7. El objetivo primordial de la asertividad es expresar el respeto que uno siente hacia sí mismo y reclamar ese mismo respeto de los demás a través de su comportamiento.
8. Para ello, la mejor forma de expresar respeto hacia uno mismo y hacia los demás es teniendo presente en todo momento los derechos de los demás, que conviene respetar si deseamos vivir en un marco de asertividad interpersonal.
9. La conducta agresiva difícilmente logra solucionar una situación. Solamente sirve para despertar en la otra persona una respuesta emocional desagradable. Por lo que, este estilo, lejos de resolver los problemas inmediatos de la situación aumenta la probabilidad de tener futuros de problemas.
10. La persona asertiva; no busca defenderse, sino hacerse respetar; no busca ganar, sino llegar a un acuerdo; no invalida, sino que respeta; y no aplaza o agrava los problemas, sino que los soluciona.
En esta entrada del blog hemos hablado de la conducta asertiva, y más concretamente sobre las diez reglas básicas de la asertividad, pero no hemos profundizando sobre otros estilos de comunicación –como la persona agresiva, la persona sumisa o la persona pasivo-agresiva–. De tal forma que si estás interesado en conocer más sobre esta cuestión, te invitamos a navegar por nuestro blog donde encontrarás respuesta a esa y otras inquietudes en artículos publicados con anterioridad.
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