Cuando alguien hace un aprendizaje espiritual, un
aprendizaje relacionado con nuestra alma y no dirigido hacia nuestra mente,
entonces viene a ser como nuestro ADN, donde cada capa es diferente a las demás
con unas características concretas, pero a la vez está relacionada con todas
las otras. El conjunto de nuestro ADN no podría activarse y proceder a la
evolución del ser que lo contenga, a no ser que cada parte del mismo influencie
y estimule al resto del conjunto. Con esto quiero decir que una capa activada
hace que otras también se activen, como el efecto dominó, donde todas las
fichas están de pie una al lado de otra, y haciendo tú un gesto, hace que todas
las demás también caigan, es decir, queden influenciadas e implicadas. Lo mismo
sucede con las leyes espirituales. Cada una de ellas es única, pero están
implicadas con otras, y cuando integramos una en nuestro interior, hay otras
que también se activan. Todas, absolutamente todas están relacionadas.
Todo verdadero aprendizaje relacionado con nuestra
alma está dirigido a una interiorización del ser y a una toma de consciencia y
responsabilización de nuestra vida. Esto conlleva otros aspectos que nos hacen
elevar todavía más, aunque sólo hayamos dado un solo paso.
Todo aprendizaje es una gran aventura, y sobre
todo, cuando es consciente por parte de quien lo vive. Cuando te permites
experimentar, aceptar y estar abierto a todo lo que pueda presentarse ante ti,
como regalo de la vida, entonces, es cuando puedes llegar a entender que no hay
nada porque sí, y todo lo vivido tiene su sentido.
Otro de los aspectos que está relacionado con el
aprendizaje espiritual, es el tiempo. Sabemos, y se ha dicho muchas veces que
“el tiempo no existe”, espiritualmente hablando. Bien, cuando nos encontramos
en medio de una situación no querida a voluntad inicialmente, es cuando te das
cuenta que el tiempo desaparece de tu campo de visión. No lo tienes en cuenta,
aunque sí los días, o ciertos días, debido que parece que los hayan creado
exclusivamente para ti, para que puedas hacer con ellos lo que tú quieras.
Exactamente es así, porque hay momentos que no sabrás qué sucederá aquel día, y
esto sucede cada jornada al despertarnos, siendo unos instantes donde sólo te
queda ir a tu interior y hacer aquello que te gusta o te gustaba hacer cuando
no hacías la tarea principal diaria. El tiempo desaparece, viviendo solo el
presente, dándote cuenta cómo de rápido va pasando cada intervalo, porque
desconectas de él para dedicártelo a ti, sabedor que eres tú quien lo tiene que
llenar con tu actitud, tu acción, tu decisión y presencia, estés donde estés.
Estás tan centrado en tu presente, que cuando miras
un poco hacia atrás, ya ves que ha pasado un mes, medio año, o dos años, sin
darle más importancia, pero todo lo que habrás hecho te habrá servido para
sentirte bien, porque en el fondo, esto es lo que importa. O el tiempo puede
contigo y te hunde, o te elevas por encima de él y lo superas. En estos casos
es una bendición tener todo el tiempo para ti. Solo, contando exclusivamente
contigo mismo.
Cada día es una oportunidad para dejarte llevar por
las sorpresas preparadas para ti. Hemos de aprender a crearnos bienestar
estando en una tempestad. Viviendo momentos de grandes borrascas, turbulencias,
e incluso, de huracanes que barren todo lo que encuentran ante sí,
aprendamos a estar en medio de este huracán en todo momento, en el ojo
del huracán donde reina la paz. Estando aquí observa a tu alrededor, donde todo
parece estar desubicado de su lugar adecuado, pero la gente continua viviendo
como si fuese este desorden, su estilo habitual de vivir. Todo y así, la
sensación de saber estar centrado en el centro de tu ser, te permite sentir
la paz que sientes y el Amor que te rodea y se acurrucándose en cada una
de tus células.
El tiempo desaparece cuando tú eres tú, porque éste
no hace mella en tu físico y parece no acompañarte, con todo lo que esto
representa, teniendo más vitalidad y un rejuvenecimiento de tu soporte físico.
Es en momentos como éste, donde no piensas en el
tiempo, porque eres tú quien lo crea, lo alarga o lo acorta. Eres tú quien lo
hace desaparecer al ser tú. No importa la edad, porque lo que se entiende como
años, también desaparece de ti, porque estás centrado en aquel quien eres, y
cuando dejas que la Divinidad que hay en ti y tú eres se manifieste, todo se
vuelve intemporal.
Os puedo decir que no hay tiempo. Cuando dejamos
que todo sea Presente, entonces, vivimos más tiempo, de lo que se
conoce a nivel terrenal como tiempo, y con una mejor cualidad existencial.
Espiritualmente no existe el tiempo, ni el pasado ni futuro, porque el único
momento de poder para cada alma es el presente junto con el libre albedrío. La
manera de utilizarlo, según el grado de consciencia de cada uno, nos va a
llevar a este bienestar nombrado anteriormente y a una visión de la vida, más
allá de lo humano.
Todos somos seres completos y divinos. Lo
importante es sentirlo, debido que lo tienes integrado, y no tener solo el
conocimiento que así es. Ha llegado la hora de mostrarnos tal como somos. Cada
uno sigue su proceso en medio del lugar adecuado para poder recordar e ir
dejando su humanidad para dar paso a su divinidad.
No hay tiempo.
No hay nada que no sea tú mismo.
La vida te apoya para avanzar según tú sientes. A
veces debemos de dejar ir para encontrarnos solo, con nosotros mismos.
Entonces, es cuando empieza los mejores momentos, los más intensos para llegar
a nosotros.
Sólo el Amor existe y es desde el Amor que podemos
llegar a nosotros. El pasado está basado en nuestra parte mental. Dejemos que
se libere, porque los tiempos vividos en nuestro presente se basan en el
corazón. Él os dirá qué hacer y la respuesta adecuada a la situación que
viváis.
Escuchad vuestro corazón, para poder elevar vuestra
vida y vuestra alma.
Todo aprendizaje es una puerta abierta a un nivel
superior de sabiduría. Esta sabiduría se obtiene por haber vivido el
conocimiento que podéis llegar a tener. Sólo la experiencia particular puede
llevarte a la obtención de la maestría.
La vida continúa. Sentid el agradecimiento
por todo lo vivido y aprendido.
Que la Paz y el Coraje sean en cada uno de vosotros
para seguir el camino de vuestro interior, y que este año 2017 podáis cruzar la
puerta de vuestra completa manifestación.
Mi Amor está en cada uno de vosotros.
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