Mejillas rosadas
generalmente se consideran sinónimo de buena salud; rostro pálido, en cambio,
un signo de enfermedad; ojeras, una señal de cansancio o falta de sueño. Las
caras de las personas no son sólo su carta de presentación, sino que también
dicen mucho sobre ellas, incluso si su organismo está
funcionando con normalidad. Por esta razón, existe una técnica que permite
determinar si alguien está sano o enfermo solamente con observar su rostro.
El diagnóstico facial es una práctica que nació hace miles de
años. Álvaro Matiz, un especialista en lectura del rostro, cuenta que alrededor
de 4.000 años antes de Cristo en China muchos expertos en el arte del Siang
Mien (lectura del rostro) utilizaban sus conocimientos sobre ciertos rasgos
faciales para determinar el carácter de las personas, y también para saber qué
enfermedades padecían y su predisposición hacia ciertos males.
Posteriormente, cerca del año 2000 a.C., en Grecia también
había quienes a través de la observación atenta del rostro podían determinar si
una persona tenía alguna enfermedad y dolencia, y les indicaban tratamientos,
medicinas u otros métodos para que pudieran recuperarse.
Pero, ¿cómo es posible que esta técnica milenaria continúe
vigente con lo avanzada que es hoy en día la medicina alópata o tradicional? se
preguntarán muchos. “Se sigue utilizando porque todo este saber ha demostrado a
lo largo de todos estos milenios que es muy preciso, que sin métodos invasivos
nos ayuda a tener una idea muy clara sobre la salud de una persona”, responde
Álvaro Matiz.
La idea principal en la que se basa el diagnóstico facial es
que todo lo que ocurre en el interior del cuerpo se refleja en el exterior. “Es
el análisis detallado de la relación que tiene la salud de determinados
órganos, con ciertos rasgos o señas en el rostro de las personas”, explica el
especialista.
Cómo se realiza
Álvaro Matiz relata que esta técnica se aplica en una sola
sesión que se extiende por aproximadamente dos horas. Lo ideal es que el
interesado llegue a primera hora de la mañana, ya que es en ese momento cuando
el rostro muestra en toda su dimensión los rasgos de quien consulta.
Una vez frente al lector del rostro, la persona explica qué
es lo que necesita. “La cantidad de información que entrega depende de la
persona, nosotros no preguntamos nada en ese momento”, aclara el experto. Luego
se da comienzo a la observación detenida del rostro, la cual tiene una duración
de unos 30 minutos, para después hacer el análisis.
“Se le cuenta a la persona lo que se vio en su rostro. Ella
puede hacer preguntas, pedir aclaraciones sobre ciertas cosas y se le hacen
algunas recomendaciones”, sostiene Álvaro Matiz, quien da algunos ejemplos de
los rasgos o señas que se analizan, y qué pueden significar.
- Nariz: es la primera parte del rostro que se observa. Si es grande,
más bien bulbosa, no tan simétrica ni armónica, indica que la persona tiene un
ego bastante grande, que quiere tener siempre la razón, etc. “Pero además que
le gusta mucho la buena mesa y, por tanto, puede también sufrir de problemas
digestivos”, añade el especialista.
- Líneas nasolabailes: son aquellas que nacen en la base de la nariz y van hacia los
labios. Según Álvaro Matiz, hablan sobre la salud de dos órganos muy
importantes: el estómago (a la izquierda) y el hígado (a la derecha). “Cuando
estas líneas están muy marcadas o es más evidente la de un lado que la del
otro, nos hablan por ejemplo que alguno de estos órganos o los dos están
funcionando en exceso, que la persona no tiene buena digestión, que la persona
es muy nerviosa y acumula toda la tensión en el estómago, etc.”, explica.
- Líneas en la base del puente nasal a la altura de los ojos: hay personas que tienen líneas horizontales en esa zona, las
cuales hablan de problemas de espalda; una hernia, lesiones, etc. “Y no
solamente por temas físicos, sino también por cargas emocionales”, indica
Matiz.
- Ojos: entregan mucha información, como por ejemplo cómo la persona
ve la vida. “Cuando los ojos son muy cercanos, básicamente nos hablan de que es
una persona un poco terca, que quiere que sus ideas sean siempre las primeras,
que incluso pueden caer un poco en el fanatismo, tienen las ideas muy claras y
tratan de convencer a los demás. En el caso contrario, las personas que tienen
los ojos más separados, nos dicen que su actitud es más relajada, más
tranquila, pero también son personas que pueden tender a la depresión”, explica
el especialista, y agrega que quienes tienen los ojos más juntos suelen tener
problemas de presión arterial alta, de estómago y circulatorios o cardíacos.
- Piel: muestra muchísimas cosas de una persona, en especial todo lo
que se relaciona con el sistema excretor. “Las personas mayores que en la zona
de la frente tienen manchas, eso nos habla de la salud del hígado, que la
persona tiene sobrecargado el hígado y que no está eliminando correctamente las
toxinas”, ejemplifica Matiz. Otro signo es el acné que se presentan en quienes
ya pasaron la juventud. “Eso nos habla que hay un problema a nivel de toxinas
en el cuerpo que no se eliminaron correctamente”.
Las marcas en el rostro son el reflejo de la salud, así lo
dicta la medicina tradicional china y la ancestral técnica hindú Ayurvédica
(“ciencia de la vida”). Mismas que han desarrollado, a lo largo de los
siglos, un método preciso de diagnóstico a partir de los signos externos y de
las marcas que aparecen en la cara como señal para detectar posibles
enfermedades.
Una de las principales enfermedades que, actualmente, atacan
la salud de miles de personas es el estrés. Y, es también, una de las
principales causas que produce más daños en la cara, toda vez que genera un
desequilibrio corporal tan fuerte que, irremediablemente, acelera el proceso de
envejecimiento, ya que, entre sus síntomas, se encuentra la disminución en el
flujo sanguíneo, lo cual mina la apariencia de la piel, palideciéndola,
modificando su brillo y pigmentación.
Esto debido a que, las células cutáneas dejan de recibir los
nutrientes suficientes y por ejemplo, están más expuestas a recibir
infecciones, debido a la falta de queratinocitos, que actúan como mecanismo de
defensa natural, alterando el sistema inmunológico y permitiendo la aparición
de enfermedades en el rostro como dermatitis, hérpes o acné.
Igualmente, otra de las señales en la cara más frecuentes es
la pigmentación amarillenta. Esto, es señal de problemas hepáticos como
hepatitis o cirrosis, o, como síntoma de un alcoholismo desarrollado.
Cuando el rostro está pálido, puede ser por falta de hierro o por insuficiencia en la
producción de hemoglobina; además, puede ser señal de anemia crónica. Una
de las mejores maneras para solucionar este síntoma es comer alimentos ricos en
hierro, como: carne roja, vegetales de hoja verde obscura. Mientras, si el
problema estriba en la poca asimilación de hierro, se recomienda ingerir
vitamina C, la cual se obtiene de manera natural de los cítricos, que por
cierto si se beberán como jugo, éste debe de tomarse inmediatamente después de
exprimir la naranja, toronja, limón o la que se elija, ya que se dice que sólo
así no pierde sus valores vitamínicos.
Un rostro reseco suele ser señal de la falta de vitaminas, sobre todo del tipo
A. Si además hay obesidad, cansancio, caída de cabello, estreñimiento o ciclo
irregular, en las mujeres, puede ser hipotiroidismo. O, en otro caso, si
la cara pica o está roja, podría ser síntoma de alguna alergia. Y, en este
último caso, es prueba de la falta de alimentos como: espinacas, zanahorias o huevos,
que ayudan a la salud del sistema inmune y las defensas, y se requiere
complementar con agua natural pues son señales claras de que se está
deshidratado.
Los ojos hinchados, pueden ser muestra de acumulación de líquidos, casi siempre
debido, a la inmovilidad nocturna. Pero, si esto ocurre de manera constante,
puede ser debido a una dieta fuerte en azúcares, grasas y sal; así mismo, si
los párpados presentan bolitas de grasa indican exceso de colesterol en la
sangre. Todo esto, forma parte de las señales del rostro que, comúnmente, se
esconden debajo de los maquillajes, los lentes oscuros o en la indiferencia
producto de la cotidianidad con que se presentan.
Otro síntoma para ponerle atención son las conocidas “patas de gallo”, relacionadas comúnmente con la edad. Si éstas aparecen de
manera más repentina pueden ser señal de problemas de visión o un hígado débil.
Por su lado, los labios y la boca, como partes importantes
del rostro, también son espejo de nuestra salud. Si se amanece con la boca seca, la vesícula puede ser que no
funciona bien; si los labios se aprecian pálidos o azulados, pueden
originarse de problemas pulmonares, cardiacos o circulatorios, por lo cual, se
debe asistir al doctor de inmediato; y, si la lengua es blanquecina, significa que
se ha comido demasiado o que, en su caso, el intestino no está limpio y que no
trabaja de manera adecuada. Además, la ingesta excesiva de antibióticos también
la ensucian e inflaman, por cual, se recomienda purificar el cuerpo tomando
agua y jugos naturales y comiendo frutas. Todo esto, también mejorará la
apariencia de la cara.
Así mismo, la aparición de arrugas en la
cara, a un
lado de la nariz, entre las cejas o en la barbilla, pueden ir desde problemas
en el intestino y la digestión, problemas hormonales o en el hígado.
Así, la cara es el espejo de lo que somos por dentro,
de cómo llevamos nuestra vida y nuestra alimentación. Y una recomendación
indiscutible es la limpieza de la misma, tanto en la mañana, como en la noche;
la hidratación del rostro tomando muchos líquidos y su nutrición tanto con los
alimentos que se ingesta, como con cremas nutritivas que ayuden a su
equilibrio.
PIEL
·
Amarilla.- El color
amarillento es a veces síntoma de problemas hepáticos o de un mal funcionamiento
de la vesícula.
·
Pálida.- Puede ser por
falta de hierro. El cuerpo no tiene suficiente hemoglobina. Si además existe
cansancio, crecen las probabilidades de padecer anemia. Lo mejor para
solucionarlo es comer alimentos ricos en hierro: carne roja, orejones,
vegetales de hoja verde o alga espirulina. Si el problema es que no se asimila
el hierro, hay que consumir también vitamina C.
·
Reseca.- Suele ser por
falta de vitaminas, sobre todo del tipo A. Si además hay aumento de peso,
cansancio, caída de cabello, estreñimiento o ciclo irregular, puede ser
hipotiroidismo. Si por el contrario, pica y está roja, podría ser síntoma de
alguna alergia. Lo que hace falta en este caso es vitamina A, presente en
albaricoques, espinacas, zanahorias o huevos, para hidratar, y acudir a un
especialista.
OJOS
·
Hinchados.- Delatan
acumulación de líquidos, y se debe, sobre todo, a la inmovilidad nocturna. Si
ocurre a menudo, puede ser debido a una dieta fuerte en azúcares, grasas y sal.
Un drenaje linfático facial ayuda a descongestionarlos. Párpados con bolitas de
grasa.- Indican exceso de grasa en la sangre (colesterol o triglicéridos). Hay
que hacerse una analítica y tomar pescado azul o semillas de lino ricos en
Omega 3. •Amarillentos.- Puede ser síntoma de estrés o de una dieta inadecuada.
Si la tonalidad es intensa, hay peligro de hepatitis, lo que impide que el
hígado elimine la bilirrubina. Lo más conveniente es acudir al médico y, si
sólo es estrés, comer mejor y empezar a relajarse.
BOCA
·
Amarga.- La vesícula no funciona
bien. Hay que eliminar las grasas y llevar durante una semana una dieta sin
carne a base de verdura, pescado blanco, pasta y arroz para limpiarla. Labios
pálidos o azulados.- Tenerlos más pálidos de lo normal deriva de la falta de
hierro; y con color azulado, de problemas pulmonares, cardiacos o
circulatorios. Pide cuanto antes consulta con el médico.
·
Labios agrietados.- Refleja
carencia de vitaminas del grupo B, que se encuentran en la levadura de cerveza,
el germen de trigo y las algas. Cuida la dieta.
·
Lengua blanquecina.-
Significa que se ha comido demasiado o que no se ha limpiado el intestino. Los
antibióticos también la ensucian e inflaman. Dos yogures diarios reequilibran
la flora intestinal.
EL MAPA DE LAS ARRUGAS
·
Surcos al lado de la
nariz.- Delatan un mal cuidado del intestino, que se carga de toxinas. Debes
ingerir más fibra y agua para evitar el estreñimiento y, de vez en cuando,
hacer una limpieza del colon con aloe vera. •Entre las cejas.- Pueden implicar
problemas de hígado. Según los expertos, una arruga vertical revela dolencias
del hígado; y dos, de vesícula. Consume menos grasas.
·
Triángulo de la barbilla.- Las rojeces, los granitos o
cualquier alteración de la piel informan del sistema hormonal. Si es justo en
el centro de la barbilla, se relaciona con el útero; y si es en los lados, con
los ovarios. Es recomendable tomar germen de trigo, rico en vitamina E.
http://www.logicaecologica.es/
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