No tengo la menor duda de que la Tierra está
evolucionando espiritualmente. Las personas están experimentando intensos
cambios en sus vidas, en sus trabajos, en sus relaciones personales. Muchos
están despertando a un ritmo que solo puede ser descrito como excepcional pero,
¿cómo sabemos si realmente estamos despertando?
Aquí les mostramos 25 características comunes que
puede encontrar en sí mismo y en los demás.
1: En ocasiones los lugares públicos, con la gente
nerviosa y abrumada, nos sienta realmente mal. Intentamos huir a sitios donde
podamos encontrarnos más solitarios. Eso es debido a que la influencia social
amortigua nuestra fuerza y sabiduría innatas.
2: Empezamos a sentirnos con una conciencia de
unidad. Estamos unidos a todo.
3: Nosotros sabemos cosas sin entenderlas
intelectualmente y en ocasiones nuestros sueños se vuelven precognitivos para
alcanzar finalmente esa precognición en nuestros pensamientos conscientes.
4: Reconocemos nuestra imperfección y lo hermoso
que es esa imperfección en nuestro ser. Gracias a ello somos únicos y dejamos
de formar parte del rebaño de roles impuestos.
5: Cada vez vemos menos la televisión y los medios
de la corriente principal, incluyendo periódicos y algunas películas de
Hollywood desagradables.
6: Poco a poco dejamos de tener apego a nuestras
cosas materiales y empezamos a querernos a nosotros mismos.
7: Empezamos a reconocer ciertas señales que nos
dan la clave de la verdad que nos ocultan.
8: Nos volvemos más empáticos de lo normal e
incluso algunas enfermedades las cogemos por empatía con algunas personas. Este
problema puede solucionarse conectándonos a la Tierra emocionalmente, como por
ejemplo andando descalzo, sobre un césped. De este modo fortalecemos los
chakras.
9: Dejamos de odiar a las personas que son muy
Matrix y empezamos a sentir compasión por ellos.
10: No sentimos la necesidad de despertar a cada
persona que vemos. Descubres que eres un misionero.
11: Aprendemos a defendernos de los vampiros
energéticos que curiosamente vienen a nosotros como la luz atrae a los
insectos. Así que tenemos que ser más vigilantes con nosotros mismos.
12: Nos volvemos curanderos de nosotros mismos
utilizando las antiguas tradiciones de sanación, alimentos naturales, hierbas o
medicina holística en sus diversas formas.
13: Empiezas a padecer el Efecto Copérnico, que al
igual que todo el mundo decía que estaba equivocado, él estaba convencido de
que estaba en lo cierto, como así fue.
14: Nos volvemos más creativos: cantamos, pintamos,
escribimos… Nuestra imaginación se agudiza.
15: Aceptamos las experiencias buenas y malas y
aprendemos de ellas.
16: Descubrimos que la energía del amor está en
todas partes, lo impregna todo y es infinita.
17: Necesitamos más soledad que la media de las
personas.
18: Podríamos aburrirnos con facilidad, pero nos
volvemos realmente buenos en entretenernos a nosotros mismos.
19: Cada vez nos cuesta más hacer las cosas que no
queremos hacer.
20: Nos obsesiona encontrar la verdad y la luz.
21: Empezamos a elevar nuestra conciencia y
perdemos ciertos miedos que antes nos parecían normales.
22: Perdemos la percepción del tiempo. En
ocasiones, un día lo sentimos como un minuto y una semana como un día.
23: Aborrecemos la rutina.
24: Solemos estar en desacuerdo con la autoridad
(por razones obvias). Algunas personas lo llaman la anarquía o la rebelión.
25: Estamos a gusto con las personas amables e
intentamos alejarnos o estar poco tiempo con los egoístas y groseros así como
las personas que están obsesionadas con ellas mismas, personas que son
insensibles a los sentimientos o puntos de vista de otras personas
Fuente: Barcelona Alternativa.
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