Decía Albert Einsten que
la oscuridad, en realidad, no existe. Comentaba que la
oscuridad no es más que la ausencia de luz, y ello, es lo que ocurre en
ocasiones en muchas de las personas que nos rodean.
No sabemos por qué, pero todos disponemos de amigos
o familiares que ante cualquier situación complicada, solo saben traernos aún
más negatividad. Son incapaces de aportar estrategias, soluciones y
aún menos, apoyo.
En cambio, hay personalidades tan íntegras que ni
siquiera ellas mismas son conscientes de su autenticidad. Son la paz en
la tormenta, la compañía en tu soledad y la fortaleza en tus tristezas.
Todos sabemos también que este tipo de personas no
suelen abundar en el día a día. Amigos, familiares así no llenan los dedos de
una mano, y por ello, hemos de protegernos en cierta manera de esos otros que
solo saben pintar nuestros días de gris, y nuestras esperanzas de
incertezas.
Te invitamos a reflexionar sobre ello con nosotros,
sugiriéndote además que si eres tú una de esas personas con luz propia,
nunca dejes de brillar.
Las personas con luz propia,
faros de nuestro día a día
¿Qué entendemos en realidad
por una persona con luz propia? ¿Estamos cayendo quizá en una vertiente más
espiritual que psicológica? No es tan complicado definirlas y aún menos
reconocerlas.
Las personas con luz trasmiten facilidad de trato y
serenidad. No son la luz al final del túnel porque con ellas, no existen los
túneles, solo senderos de tranquilidad donde la vida parece más fácil, donde
todo yace en sutil equilibrio.
Hay muchos rasgos psicológicos fácilmente
identificables en este tipo de perfiles, no estamos hablando de magia. Son
personas comunes que visten sonrisas cotidianas, que tienen la palabra
adecuada para el instante necesitado.
No son personas que practican
ese positivismo arbitrario
regalando a todos un “no te preocupes, todo saldrá bien”, En absoluto.
·
Saben
establecer cercanía porque disponen de una gran empatía y equilibrio interior. Son positivas pero es un
positivismo práctico basado en la estrategia y el equilibrio.
·
Saben
cuando se las necesita y saben también dejar espacio. No exigen, no piden nada
a cambio.
·
Cuando
se está junto a ellas podemos ser nosotros mismos.
Sin presiones, sin tener que disimular y aún menos justificarnos.
·
Son
personas que ofrecen luz porque reconfortan, y a pesar de que no den solución a
nuestros problemas tampoco es lo que les pedimos. Solo necesitamos que
“estén ahí”, sin juzgarnos, sin criticar, sin menospreciar.
Sí
eres tú quien ofrece luz a los demás… Nunca dejes de brillar
Es muy posible que seas tú
mismo/a una criatura de luz. Alumbras a los demás cada día deseando lo
mejor, y lo haces de forma desinteresada porque es así como te sientes
bien. Porque es así como entiendes la vida y
porque no sabrías hacerlo de otra forma.
Si eres tú quien ofrece apoyo
y esperanza a los demás, debes ir con cuidado. Hay quien se acercará a ti para
envolverse de modo egoísta de tu calor, de tu integridad. Existen auténticos
especialistas en apagar la luz de los demás con sus sombras…
Debes recordar que si tu forma
de ser y de sentir la vida es ofreciendo apoyo a
los que te rodean, y viendo la vida desde ese punto de vista más sencillo y
humilde, estarás brillando siempre con luz propia.
No obstante, en
ocasiones podemos también quedar agotados.
– Es fácil ver la luz en la tormenta, pero
en ocasiones quien está a nuestro lado puede reírse de ello. Pueden llamarte
ingenuo/a, pueden ironizar con tu nobleza etiquetándote de blando/a, de ser la
típica persona de la que se aprovechan los demás.
– Recuerda una vez más lo que
te indicábamos al inicio tomando como referencia la frase de Einstein. La
oscuridad no existe, en realidad es falta de luz. Es decir, podríamos decir que no
hay auténtica maldad en esas personas que cometen el error de atacar tu forma
de ser.
– En lugar de maldad, u oscuridad, lo que hay es una
falta de inteligencia emocional, de comprensión, de empatía y de estrategias
personales.
–Si brillas con luz propia
no permitas que otros te la apaguen. Tampoco pierdas todas tus
energías en quien no las merece.
Existen planetas fríos y
yermos que orbitan alrededor de estrellas esperando recibir su calor. Ofréceles
luz si así lo crees, o aléjate si percibes que pierdes tus fuerzas. Porque los
seres de luz, a pesar de su grandeza, también pueden ser muy frágiles…
http://lamenteesmaravillosa.com/
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