“No te detengas en el pasado,
no sueñes con el futuro,
concentra la mente en el momento presente”
(Buda)
¿Conoces el mindfulness? En las
sociedades orientales es común la práctica de lameditación desde
hace miles de años. Esta disciplina orientada a encontrar un equilibrio
espiritual comenzó a introducirse en Occidente en los años setenta.
El mindfulness, también llamado atención o conciencia plena, es
una de las aplicaciones prácticas de la meditación, usado en
psicología por sus beneficios para lidiar con problemas de estrés, ansiedad y
depresión.
¿En qué consiste exactamente el mindfulness?
Para entender esta práctica, tenemos que
contextualizarla en sus raíces budistas. En líneas
generales, esta filosofía considera a la vida como un conjunto de
sensaciones agradables y desagradables y enseña que es el apego,
tratar de permanecer en estados placenteros o evitar los incómodos, lo que nos
produce sufrimiento.
Como consecuencia, la solución al
sufrimiento pasaría por tratar de abrazar la vida tal cual es, aceptando
tanto lo bueno como lo malo, de manera que esta aceptación nos libere de
tensiones y así nos acerque a un estado de calma.
Para alcanzar estos estados, en las culturas
orientales se practican distintas formas de meditación. El mindfulness
es una rama de la meditación, que en Occidente se ha adaptado como una
forma de potenciar estados de relajación que ayudan a solucionar problemas de ansiedad, estrés e
incluso depresión.
En la práctica, consiste en, permaneciendo quietos, dirigir
la atención hacia la respiración, concentrarse en ella, y aceptar
cada una de las sensaciones y pensamientosque se nos aparecen cuando
estamos quietos y concentrados, anotándolos mentalmente pero dejándolos ir sin
hacer nada al respecto.
“No trates de expulsar los pensamientos.
Dales espacio, obsérvalos y déjalos ir”
(Jon Kabat-Zinn)
¿Cómo aplico esto en mi vida diaria?
Mientras que la práctica más estricta del mindfulness consistiría
en practicar estos ejercicios de respiración diariamente durante unos
40 minutos, existe una forma de poner en práctica la conciencia plena
en la vida diaria que tiene también beneficios psicológicos. Te explicamos cómo
a través de un ejemplo:
Imagina que estás
desayunando. Lo habitual es que, mientras lo hacemos, estemos pensando en mil
cosas: lo que nos espera en el trabajo, la lista de la compra, la discusión que
tuvimos ayer con nuestra pareja… A veces, incluso hacemos dos cosas a la vez:
desayunar y leer el periódico o chatear por el móvil…
Para poner en práctica el
mindfulness tenemos que prestar atención plena a lo que estamos
haciendo en el presente, en este caso, desayunar. Puedes hacerlo
siguiendo estas indicaciones:
1.
Decide que, en el espacio
de tiempo que te propongas, solo vas a vivir la experiencia de
desayunar única y plenamente, sin distracciones.
2.
Una vez solo, frente al
café con tostadas (o té o lo que te guste), toma consciencia de qué
pensamientos tienes que no tienen que ver con el acto de desayunar.
Los pensamientos se anotan mentalmente y se aceptan, pero se
trata de no “enredarnos” en ellos, sino volver a la consciencia del desayuno.
3.
Céntrate
en la experiencia de los sentidos, orientando la atención hacia los sabores, la textura de lo
que comes, la temperatura ambiente, incluso si te duele la cabeza, pero sin
juzgar. Es decir, no se trata de pensar si hace calor o no, sino de tomar
nota mental de la realidad tal cual la perciben nuestros sentidos. Ser
consciente sin juzgar. Respirar despacio y sin prisas.
Esto puede
aplicarse en cualquier práctica de la vida diaria: mientras te duchas,
mientras cocinas, mientras conduces, en el trabajo…
Con la práctica, serás
capaz de dirigir tu atención plena al presente en situaciones cada vez más
incómodas sin necesidad de juzgar; por ejemplo, en un atasco de tráfico, en la
cola del médico…
¿Cuáles son los beneficios
del mindfulness?
Existen estudios científicos que
demuestran que la práctica de la atención plena reduce los niveles de
estrés, de ansiedad y ayuda a lidiar con la depresión.
La razón es que buena parte
de las causas de estas dolencias tiene que ver con quenuestra
mente se orienta hacia el pasado (para arrepentirnos, sentir
nostalgia, pensar “qué hubiera pasado si…”) o hacia el futuro (para
preocuparnos por él o anhelar estar en un hipotético futuro, despreciando así
el presente).
El mindfulness se centra en
entrenar a nuestra mente para que permanezca en el presente, lo que repercute en que sintamos menos arrepentimiento,
frustración o expectativas, que son tres de los fundamentos de la ansiedad o la
depresión.
“El futuro nos tortura y el
pasado nos encadena.
He ahí por qué se nos
escapa el presente”
(Gustave Flaubert)
Cuando nos entrenamos para
estar en el ahora, no solo en la parte positiva (el placer del sabor de las
tostadas), sino aceptando la negativa (el insufrible calor del verano),
descubrimos una serenidad que siempre ha estado dentro de
nosotros y que nos ayuda a enfrentar los obstáculos e incomodidades de
la vida desde un lugar de paz interior.
http://lamenteesmaravillosa.com/
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