Núnca intentes
cambiar a otra persona, porque está reflejándote a tí. Dirige la mirada a tu interior y cambiate a tí
mismo.
La tierra es un lugar prodigioso para aprender,
donde te dan la oportunidad para aprender a observarte en un espejo.
El espejo del Universo es tan sincero, que tus
secretos más profundos se ven reflejados en las imágenes que ves de tí mismo.
Toda persona y situación de tu vida es un reflejo
de un aspecto tuyo.
Cuando comprendas bien la Ley del Reflejo, núnca
más volverás a intentar que otra persona sea diferente para que tú te sientas
más cómodo. Observarás lo interior y cambiarás lo exterior.
Todas las personas
que realmente te gusten están reflejando aspectos de tí mismo con los que te
sientes cómodo. Piensa en
alguien que te guste, que respetes o admires, pues bien, estas cualidades están
presentes en cierto grado en tu interior; no abrías atraído a esa persona, ni
te percatarías de esas partes suyas si no las tuvieras también dentro de tí.
El espejo mágico del Universo te está mostrando una
parte hermosa de tí con la que puede que no estés conectado.
Practica esas cualidades para afianzarlas y
más personas con esas características positivas entrarán en tu vida.
Si el Universo realmente quiere atraer tu atención
hacia algo, te dará espejos en los que puedas mirarte simultáneamente.
TODO ES UN REFLEJO: El agua refleja lo que les está ocurriendo a tus
emociones o a tu espiritualidad.
Los ríos, lagos y mares representan en ti tu fuerza
vital emocional y espiritualmente una zona determinada de tí. Te sientes
atraído hacia los océanos turbulentos o hacia los lagos tranquilos.
recuerda que el agua simbólicamente limpia y
purifica.
El fuego es caliente y luminoso.
El fuego de campamentoo el de una buena chimenea
pueden indicar en tí un centro que está en paz.
Pensar en un incendio de grandes proporciones y
fuera de control, refleja la rabia y hostilidad dentro de tí. Pero piensa
también que el fuego es un gran transmutador de energía negativa en positiva.
La tierra es sólida, pero puede
resultar aburrida.
Si piensas que te estancas en el barro, se te está
mostrando algo acerca de tu vida, trata de discernir qué es. Por ejemplo, un
terremoto te dice que los cimientos de tu vida que pensabas que eran seguros,
no lo son. Averígua el fallo y corrígelo. De la tierra sale la nueva vida.
El aire tiene una energía fantástica,
representa la comunicación y las nuevas ideas. Si las corrientes de aire te
molestan, puede que lo que te moleste sea la comunicación con ella.
Sea lo que sea lo que llega a tu vida, mírate en un
espejo y examina lo que tiene que enseñarte, y así tu
viaje por la tierra será una experiencia fascinante y apasionante.
Para identificar
bien una proyección, habla de la persona reflejada en tu proyección. Por
ejemplo puedes decir eres una persona generosa pero exasperante; mira en ese momento hacia tu interior y encontrarás
tu aspecto generoso y tu parte exasperante.
Cuanto más te moleste una característica de una
persona, más está tu alma intentando atraer un reflejo a tu atención.
Un jardín familiar reflejará las características
predominantes en esa familia.
LA LEY DE LA PROYECCIÓN: Según
esta Ley la verdad es esta: sólo te puedes ver a tí mismo, sólo te puedes oír a
tí mismo, sólo puedes hablar contigo mismo, sólo te puedes criticar a tí mismo,
sólo te puedes alabar a tí mismo.
En el planeta
Tierra, los aspectos de nuestra personalidad nos son devueltos como reflejos. Todo lo que percibamos fuera, es un espejo de algo
que tenemos dentro. Por tanto, lo que vemos fuera de nosotros, es
una proyección. Tomamos un aspecto nuestro, por ejemplo la tozudez, e
imaginamos que esta característica está en aquellos que nos rodean.
Cada vez que dices las palabras- tu eres o él es o
ella es- estás proyectando algo de tí mismo sobre esa persona.
A veces cuando decimos,- no tienes sentido del
humor,- simplemente significa que la otra persona no ve las cosas de la misma
manera que tú. Puede que tenga un fabuloso sentido del humor, pero distinto al
tuyo. En realidad estás haciendo un comentario sobre tí mismo.
Aquellos que proyectan su odio, imaginan que todo el
mundo representa una amenaza para ellos.
Proyectamos nuestras inseguridades sobre los demás.
Por ejemplo- el jefe que sospecha de todos sus empleados y piensa que le están
engañando, está proyectando
su estafador interior. Como consecuencia de ello, puede perfectamente
atraer a alguien que le engañe.
La esposa que constantemente acusa a su marido fiel
de infidelidad, está proyectando su propia falta de fe en la relación.
Si escuchas
decir a alguien, refiriéndose a otra persona-es un terco-, pregúntate sobre la terquedad de quien hace
el comentario.
Alguien que no posea esta característica, no
necesitará decirlo de otra persona.
Cada vez que piensas cosas buenas de la gente,
recuerda que tienes algo de esa cualidad en tí, de otro modo no lo habrás visto
en los demás.
La persona que es amable de por sí, imaginará que
todos los que la rodean también lo son.
La persona profundamente generosa, confía en que
los demás también lo sean.
Cuando una pareja está enamorada, cada uno de ellos
está proyectando su belleza interior en el otro, y esta cualidad nos ofrece una
estupenda oportunidad para el desarrollo espiritual.
Estar verdaderamente enamorado es un estado de
Gracia.
A veces la
proyección se convierte en un juego de ping-pong, cuando dos personas se están
gritando mutuamente acusando a la otra de no tener razón, ambas están proyectando su propio enojo y temor.
La expresión-
mira quién fue a hablar- describe adecuadamente la Ley de proyección. Ninguno de los dos ve sus propias faltas, piensa
que es la otra persona quien las tiene.
Cuando un padre le dice a su hijo- eres un chico
difícil- se está proyectando a sí mismo en él.
Resulta muy perjudicial para el niño que no
comprende la realidad, pues el comentario no tiene nada que ver con él, sino
con el padre.
Una madre que quiere a su bebé y le repite lo hermoso
que es, está proyectando positivamente su corazón generoso. Los dos salen
beneficiados- madre e hijo-.
Cuando seamos capaces de observar las situaciones
desde una perspectiva totalmente objetiva, podemos ver claramente a la persona
o situación.
Cuidado con tus proyecciones, y trabaja sobre tí
mismo.
Si comprendes esta Ley, tendrás grandes posibilidades
para crecer personal y espiritualmente.
No sabes que
siente la otra persona, ni cómo es. Todo lo que ves en el otro es una proyección de un
aspecto tuyo.
Fuente: Sendero del Mago
http://www.shurya.com/
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