jueves, 30 de noviembre de 2017

Manipulación inculpatoria: La técnica preferida de las personas que se ofenden por todo


De pequeños nos enseñaron a pedir disculpas. Nos dijeron que era señal de buena educación y es probable que en más de una ocasión a lo largo de la infancia nos hayamos disculpado sin ser plenamente conscientes de qué habíamos hecho mal. Como resultado, dentro de nosotros comenzó a crecer la semilla de la culpa.

Sin embargo, si descubres que a menudo te disculpas sin saber muy bien por qué, simplemente porque sabes que de alguna manera tus palabras, actitudes o acciones han molestado a alguien, es probable que esa persona te esté manipulando emocionalmente, haciendo palanca en tu sensación de culpabilidad.

Si a menudo te preguntas: ¿Qué habré hecho mal? ¿Cómo pude haberle ofendido? O siempre te disculpas con la misma persona usando frases como “Disculpa si algo de lo que he dicho o hecho te ha ofendido”, es probable que estés siendo víctima de una manipulación.

Y es probable que detrás de esa situación se encuentre una persona muy susceptible, que se ofende por todo pero intenta culpar a los demás. Esa persona no suele gestionar bien las diferencias de opinión ni las críticas constructivas, por lo que reaccionará poniéndose a la defensiva e intentando minar tu seguridad. 

Las sutiles señales de manipulación inculpatoria

- Los puntos rojos. Hay personas que se enfadan cada vez que tocamos determinados temas, se trata de puntos sensibles que, no importa cómo los abordemos, siempre generarán una intensa respuesta emocional. Por supuesto, hay ocasiones en que lo más sabio es no pulsar esos botones, pero si sus consecuencias nos atañen directamente, entonces no tendremos más remedio que sacar a colación el tema o correremos el riesgo de que se conviertan en elefantes en la habitación que terminen generando una situación de tensión que afecte a todos. En esos casos, debemos ser conscientes de que no hemos sido nosotros quienes hemos provocado el enfado, la otra persona se ha enfadado porque no es capaz de lidiar con determinadas situaciones.

- Hacerte sentir mal. Las estrategias para hacerte sentir mal pueden ser muy diversas. Hay quienes pueden dejar de hablarte como castigo, obviando tu presencia y/o respondiendo con monosílabos. Otros pueden atacarte directamente, afirmando que les has hecho sentir mal con tus palabras o acciones. No hay dudas de que cada quien es libre de expresar sus opiniones y sentimientos. De hecho, no hay nada de malo en recibir esa retroalimentación, siempre y cuando su objetivo no sea manipularte para lograr que te disculpes haciendo que sientas que eres una mala persona.

- Negarse a abordar el problema. Algunas personas, una vez que se sienten heridas, se niegan a abordar el problema. En algunos casos, es conveniente dejarles el espacio que necesitan para que procesen lo ocurrido, pero en otros casos se trata de una estrategia para hacerte sentir culpable. En práctica, al negarse a hablar del problema se convierten en tu víctima. Cuando cierran las vías de diálogo y solución se condenan al papel del mártir, haciendo que asumas el rol del verdugo y te sientas perennemente culpable por ello. Esas personas piden una “rendición total”, acatando sus condiciones, no cejarán hasta que no asumas toda la responsabilidad por lo ocurrido, aunque no la tengas.

- Minar tu confianza. A veces, cuando una persona se siente acataca, responde poniéndose a la defensiva y atacando. Es una reacción normal. Sin embargo, si te encuentras a menudo en esa situación y alguien te ataca para lograr que te sientas culpable o inferior, en el fondo esa persona lo que está intentando es manipularte para obtener el control haciéndote sentir mal, minando tu seguridad y autoconfianza. 

Para ofender a alguien, se necesitan dos

Damos por sentado que cuando alguien se siente ofendido, la culpa es nuestra. Le hemos ofendido con nuestras palabras, actitudes y/o comportamientos. En realidad, esa es solo media verdad. Toda ofensa implica la existencia de “botones rojos” en el otro. Por eso, lo que puede ser una ofensa para algunas personas, para otras no lo es.

Eso no nos exculpa. No se trata de convertirse en kamikazes de la verdad, decir lo primero que nos pasa por la cabeza y luego pensar que es el otro quien debe procesarlo de la mejor manera. Sin embargo, en todo conflicto, siempre hay dos partes, por lo que no es justo colocar la responsabilidad solo en una de ellas para hacerla sentir culpable.

Somos responsables por nuestras palabras, pero no por lo que los demás interpreten. Debemos esforzarnos por hacer llegar nuestro mensaje de la mejor manera posible, pero no tenemos la culpa de los “botones rojos” ajenos y, sobre todo, no estamos obligados a callar cuando algo nos atañe directamente solo porque la otra persona es muy susceptible. Después de todo, quien mucho traga al final se ahoga.

Por supuesto, el problema surge cuando quien intenta manipularte son las personas más cercanas, aquellas que más te importan y en quienes confías. Es difícil que caigas en las redes de manipulación de un extraño, pero cuando median las emociones, es más fácil ceder a esas tácticas. Si ves que tus palabras pueden haberle hecho mal a una persona que quieres, es probable que tu primer impulso sea disculparte, aunque no sepas muy bien por qué.

Sin embargo, de esta manera pierdes una oportunidad preciosa para que vuestra relación crezca y, en su lugar, contribuyes a la manipulación y las conductas infantiles que terminan desgastando cualquier tipo de relación. 

Las disculpas deben ser un acto consciente de asunción de nuestra responsabilidad, ni más ni menos

Habrá ocasiones en las que, claramente, nos habremos equivocado y herido a alguien, y debemos disculparnos asumiendo nuestra cuota de responsabilidad. Pero también habrá situaciones en las que no tenemos por qué asumir la culpa por la susceptibilidad ajena, si estamos seguros de que fuimos fiel a nuestra esencia y nos expresamos de la manera más asertiva posible.

Khalil Gibran dijo: “Un hombre debe ser lo suficientemente grande como para admitir sus errores, lo suficientemente inteligente como para aprovecharlos y lo suficientemente fuerte para corregirlos”. Eso significa que disculparse siempre debe ser un acto consciente, expresión de un proceso reflexivo sobre lo ocurrido, no un acto automático en el que cedemos el poder al otro porque nos manipula emocionalmente.

De hecho, se ha apreciado que las disculpas en realidad no son tan eficaces como pensamos y a menudo no sirven para reparar la relación dañada. Psicólogos de la Universidad Estatal de Ohio aislaron los tres ingredientes esenciales para que una disculpa sea efectiva:

1. Reconocimiento de la responsabilidad. Se trata de reconocer que nos hemos equivocado, para lo cual primero debemos ser conscientes de lo que hemos hecho mal, no vale una disculpa genérica.

2. Ofrecer una reparación del daño. Lo cual significa reconocer que estamos dispuestos a hacer algo para subsanar nuestro error. De cierta forma, es una declaración de buena voluntad pero, una vez más, se debe basar en la convicción de que nos hemos equivocado.

3. Expresión de arrepentimiento. Se trata de expresar un arrepentimiento sincero, que le permita saber a la otra persona que realmente sentimos el daño que le causamos.

¿Cómo afrontar esos intentos de manipulación?

1. No le des demasiadas vueltas. Rumiar lo ocurrido es una de las peores cosas que puedes hacer. No solo afectará tu estado de ánimo, haciendo que te sientas más irritable, frustrado y/o enfadado sino que es más probable que termines asumiendo culpas que no son tuyas o desarrollando una actitud negativa hacia el otro. Por tanto, evita darle demasiadas vueltas al sunto.

2. Pide aclaraciones. Es conveniente que pidas aclaraciones sobre lo ocurrido. Puedes decirle a la otra persona: “veo que estás enfadado. ¿Puedes explicarme por qué te sientes así?” También puedes hacer un amago de disculpas: “Lamento que mis palabras provocaran esa reacción, pero me gustaría saber el motivo”. 

3. Defiende tu derecho a expresarte. Es conveniente que asumas tu cuota de responsabilidad. Por ejemplo, puede ser que la forma de expresar esa verdad no fuera la más adecuada, o que generalizaste demasiado al expresar una idea. Sin embargo, para cortar por lo sano cualquier intento de manipulación es importante que a la otra persona le quede claro que tienes derecho a expresarte para defender tus necesidades y/o puntos de vista. 


Fuente:

Lewicki, R. J. et. Al. (2016) An Exploration of the Structure of Effective Apologies. Negotiation and Conflict Management Research; 9(2): 177-196.

Preguntas y respuestas sobre el cambio de línea temporal (III)



Seguimos con la última ronda de las preguntas más usuales que suelen aparecer respecto al tema del cambio de línea temporal del que hemos venido hablando estas últimas semanas.

¿Cómo se define un inconsciente colectivo familiar que tenga influencia en el cambio de línea temporal?

Cuando hemos dicho que el nivel de paso de línea temporal lo marca el estado del inconsciente colectivo de la familia a la que pertenecemos, nos referimos al núcleo “mental” que ahora tiene influencia sobre nuestras vidas y caminos evolutivos. Esto quiere decir que, dentro del concepto de familia “carnal” y de “lazos terrenales”, habrá personas que no tengan ninguna influencia energética o mental sobre lo que hagamos o dejemos de hacer, y por lo tanto, su nivel de expansión de consciencia y su nivel vibracional y evolutivo no tiene influencia sobre el nuestro, mientras que otros sí que lo tendrán. No hay una regla universal para definir esto, pues cada uno posiblemente sabe de quien depende en estos momentos para su día a día, para su recorrido evolutivo actual, con quien comparte vida y camino, y no tiene por qué ser alguien directo de lazos de sangre. Sin embargo, ese inconsciente colectivo se forma por la interacción desde el plano mental de los cuerpos mentales de las personas que se influencian, detonan y catalizan experiencias y vivencias juntos, así que lo más normal, suele ser, y de nuevo no es una regla general, las personas que tienes más cerca tuyo en este momento en tu vida y con las que compartes la misma. Para averiguar en cada caso que miembros forman parte del inconsciente colectivo que ahora es importante para la sintonización con la línea 42, es cuestión de preguntarle al YS, con los métodos, herramientas o técnicas que cada uno tenga para ello, y de las que ya hemos dado algunas indicaciones en los primeros artículos de la saga sobre la desprogramación mental.

¿Solo las desprogramaciones que hemos publicado bastan para que una persona, cualquiera, esté lista para el cambio de línea temporal?

Esta serie de programas y cargas mentales que hemos explicado bastan para aquellos que se encuentran en un cierto nivel cerca del mínimo exigido para hacer el paso de línea temporal por parte de nuestro YS. Si estamos en un punto de nuestro camino evolutivo donde aún estamos muy lejos de ni siquiera llegar a comprender o tener conocimiento de este tema, las desprogramaciones solas no serán suficientes, pues ni siquiera se podrán llevar a cabo, ya que la persona ni siquiera entenderá con que está conectando, que está pidiendo, porque lo pide, qué consecuencias tiene, etc., y necesitará hacer un trabajo de crecimiento evolutivo más profundo a lo largo de esta encarnación, para, si así lo provee su YS, que al fin y al cabo es esa misma persona pero en otro nivel de vibración y consciencia, hacer el paso de línea en una siguiente encarnación. Parece que aquí le estamos echando la culpa a algo externo de que ahora podamos o no podamos pasar, que nosotros queramos hacerlo pero que veamos que aquellos alrededor nuestro no pueden y ellos sean los culpables de que entonces nosotros tampoco lo hagamos, etc., y no nos damos cuenta que el hecho de cambio de línea o el hecho de cambio de nivel evolutivo es algo que solo nos llega cuando se ha hecho todo el trabajo, enorme, de estar al nivel que exige el punto de destino al que vamos. Y no importa cuanto se tarda en llegar, ya que, si no se han alcanzado esos “requisitos” evolutivos necesarios en estos momentos en los que se ha tenido que intervenir de emergencia, como explicamos en la compilación de preguntas anteriores, es solo cuestión de seguir trabajando para movernos en la dirección de ese crecimiento y estar listos para la siguiente oportunidad de cambio, en una futura encarnación.

¿Se notará algo en el “día a día” entre las personas que estén sintonizadas con una realidad mental #42, y las personas que estén sintonizadas con la realidad mental #33? Por ejemplo, ¿en una oficina con muchas personas, en una familia “extendida” cuando se reúnan por cualquier motivo, en un grupo de amigos que hay perfiles de todos los tipos?

En un primer momento, como hemos dicho, solo se están separando las realidades a nivel mental, así que solo se va a notar en las realidades individuales de cada persona donde, unas, sintonizadas con la línea 42, experimentarán una forma de “vivir” que será más fluida y más sencilla que aquellas conectadas con la #33. Así que las conversaciones de bar entre amigos de diferentes “niveles de consciencia” pueden ser tranquilamente del tipo: “oye, ves como todo parece ir a peor en el mundo, a mi todo me va igual de mal”, o por otro lado: “pues no, a mí me parece que todo está mejorando porque esto me ha salido mejor que antes, porque ahora todo parece que me viene más fluido, etc.”.

Esa percepción, que ahora ya se tiene según alguien sea más optimista o más pesimista, al final tendrá una base real de “hechos” en la realidad individual de las personas que se acrecentará enormemente en la vida cotidiana de cada uno, así, para alguien en la #42 todo mejora poco a poco, en un caso, y se puede ver a nivel “tangible” en su vida, y en el otro, en la 33, todo sigue igual o puede empeorar, y se podrá notar a nivel más tangible aún, siendo esa la manifestación más normal que se va a producir, inicialmente pero irá in crescendo, cuanto más se separen las dos líneas.

Ahora bien, ¿qué sucede cuando dos personas ya no están sintonizadas con las mismas “corrientes” energéticas que gestionan los diferentes niveles de realidad? Sucede que, con el tiempo, esas personas y sus realidades se irán alejando, y esos amigos ya se verán menos, o no se encontrarán cómodos estando tan juntos porque sus realidades personales, por resonancia, les atraerán hacia otros eventos, personas y situaciones que ya estén más en consonancia con la línea temporal en la que se encuentran. Así, cuando se fuerce un encuentro por el poder de voluntad de los miembros de un grupo, habrá una disonancia mayor cuanto mayor sea la separación de las líneas en el plano mental, que es donde se están separando ahora.

Como hemos dicho, en algunos años, se empezarán a separar las realidades etéricas y físicas, y entonces, ahí sí, es posible que esas personas no se vuelvan a juntar nunca más porque todos los niveles de realidad que los unen ya están a diferentes “vibraciones” al completo. De ahí que se haya decidido, las fuerzas que gestionan los pasos de línea temporal, que ninguna familia se va a separar, pues no tiene sentido que se separen las realidades físico-etérica de aquellos que conviven y dependen unos de otros para detonar y completar sus camino evolutivos.

¿El concepto de evolucionar en la #33, respecto al concepto de evolucionar en la #42, cual es la diferencia?

Si os acordáis de alguno de los diagramas que hemos publicado en anteriores artículos, la línea 42 va hacia el nivel de realidad que hemos llamado la matrix 15, 6Hz, que denota la frecuencia de resonancia base que tendrá la realidad a la que nos dirigimos, preludio de un futuro, pero muy muy lejos aún, salto de “curso evolutivo, densidad, dimensión” o como cada uno llame a ese cambio de status dimensional de la humanidad. Así que el “evolucionar” en la 42 es el concepto de ir hacia un nivel donde se produce una limpieza total de los cuerpos sutiles, se completan, activan y trabajan otras lecciones y aprendizajes que están relacionados con el control de la realidad personal, con el cuidado del planeta sin ningún tipo de injerencia externa, con ser responsables de lo que co-creamos conscientemente, etc.

En la línea 33 esto aún queda muy lejos, de hecho no se produce, pero se producen todas las lecciones, aprendizajes, situaciones y eventos que entonces permiten, como hasta ahora, que individualmente cada uno de nosotros complete las lecciones que tiene pendientes, cierre los procesos kármicos que todavía están activos, sane las disfunciones energéticas que están por sanar que le impiden seguir adelante, etc.

Al final, la escuela de la 33 se queda como el curso preparatorio para la escuela de la 42, así que hay que aprobar un mínimo de requisitos en la 33 para que nosotros mismos, a nivel de YS, nos demos el pase para matricularnos en el siguiente curso. Y de nuevo, nadie está juzgando a nadie, nadie pone etiquetas o marca quien pasa o quien no pasa, no hay nadie externo que diga que unos si u otros no, sino que somos nosotros mismos, uno mismo, desde su propio YS, se mira hacia adentro y dice: “aun me queda mucho trabajo por hacer” o, “ya estoy listo para seguir adelante”. Eso es todo, y nadie va a preguntarle a vuestro YS si es correcta la decisión que ha tomado o si realmente cree que su encarnación está preparada o no para el cambio. Ese cambio, lo estamos decidiendo todos y cada uno de nosotros ahora mismo en otros niveles de nosotros mismos.

¿Qué significa que “se va a permitir que la humanidad, de forma natural, gestione como desee la realidad de la línea #33, bajo las condiciones en las que se encuentra ahora”?

Significa que no habrá injerencias externas, a no ser que sea estrictamente necesario, por parte de aquellos que nos asisten, para corregir, frenar o limitar lo que la raza humana decida hacer con su propio destino en esa línea. Esto significa, que, si las personas deciden seguir inconscientes, con la mirada y la atención puestas en todo aquello que este sistema de control les ofrece, con la decisión de mantener las cosas como están sin hacer nada para cambiarse a ellas mismas que es lo que al final, lleva a cambiar la realidad consensuada, lo que manifestemos entre todos los que estén en la 33 será lo que vivamos, sin que ya nada impida, literalmente, que nos terminemos autodestruyendo o que terminemos cambiando el mundo para mejor. Pero no habrá intervención, a no ser que haya peligro de destrucción para el planeta como ser vivo, pues aún ambas líneas comparten realidad física, así que el tablero de juego físico será protegido, salvaguardado y cuidado.

Luego, lo que la humanidad manifieste será exclusivamente lo que la humanidad decida hacer, a nivel macro, con la realidad que le toca co-crear, teniendo en cuenta que tampoco se va a evitar que las razas en control sigan manteniendo el poder y ese mismo control, pues los esfuerzos de aquellos que están “ahí fuera”, ayudando, se centra en permitir que la línea 42 siga su camino para volver a restaurar el equilibrio energético entre todos los sistemas planetarios afectados por la situación en nuestro planeta dentro del macro-sistema estelar de Alción al que pertenecemos.

¿Qué significa que en la línea 42 ya no pueden llegar las razas y aquellos que manejan el sistema de control en el planeta?

No he entrado a explicar en profundidad la estructura de la línea 42 para no confundir más, pero, en resumen, la línea 42 está formada por tres niveles, por decirlo así, tres octavas de siete sub-niveles cada uno. Esto significa que, en total, hay 21 sub-realidades dentro de la línea 42 en los que uno puede estar sintonizado desde cada cuerpo sutil. Estos niveles, a partir del subnivel número 5, son impenetrables por las fuerzas, razas y grupos en el poder en estos momentos, ya que hay, para que lo podáis visualizar, como si fuera una pantalla deflectora que rechaza automáticamente todo ser, fuerza, energía, entidad o ser humano que no tenga el nivel, frecuencia y nivel de consciencia necesario para pasar a la zona de “no peligro”.

Esto hace que, ahora mismo, todos estemos saltando desde la 33 al subnivel 1, 2 o 3, los más bajos, de la línea 42, y está bien, eso ya indica que estamos en esa línea, pero aun, a esos niveles, pueden con tecnología llegar las razas en control. De ahí que os puse el ejemplo de subirnos a las bodegas del barco hasta que zarpemos y podamos hacer el trabajo energético y de sanación y expansión de consciencia para subir a la cubierta, que comienza con el subnivel núm. 5 de la línea 21. En todo caso, esto ahora es irrelevante, la cuestión es intentar hacer el cambio de línea con todos nuestros cuerpos sutiles, y mantenernos hasta que ambas líneas se separen lo suficiente entre sí, desaparezcan todas las balizas de paso, y entonces se inicie o se ponga en marcha el proceso de mover a las personas de los niveles inferiores hacia los sub-niveles 5 o superiores, de manera que ya no haya posibilidad de que ninguna de las razas o poderes en control puedan llegar hasta nosotros.

Lo primero que entra en un nivel es siempre el espíritu de la persona, y si esta no tiene, entra el alma con el primer cuerpo sutil, el causal, de ahí, una vez el cuerpo causal está asentado y firmemente sintonizado con algún nivel de la línea 42, se mueve el mental, luego el emocional y luego el etérico. Cuando el espíritu, cuerpo causal y cuerpo mental de una persona se encuentran por encima del subnivel núm. 5 de la línea 42, esa persona ya no puede ser prácticamente manipulada de ninguna manera mentalmente, porque la mayoría de la manipulación que sufrimos se ejecuta por el plano mental, desde el cual ya no tendrán acceso a nosotros.


un abrazo,
David Topí

ENERGÉTICA CHINA Y PSICOSOMÁTICA CLÍNICA. (SIMBOLISMO DE LA VESÍCULA BILIAR)


Este tema merece toda nuestra atención por cuatro razones fundamentales: interviene en numerosos casos y desde que me di permiso para incluir la energética china en la Psicosomática Clínica nunca me ha decepcionado, como lo vamos a ver a continuación.

La unión con la Psicosomática Clínica produce una herramienta terapéutica a no despreciar: la simbología energética de la Vesícula Biliar, está directamente unida al Superego de nuestro sistema psíquico de defensa, nuestro famoso gendarme interior, este tema nos acerca a varias patologías muy precisas, de las que sobresalen los acúfenos, las migrañas y las cefaleas.

Los resultados terapeuticos pueden ser espectaculares. En efecto, el mero poner en evidencia la relación entre una patología precisa y el resentir profundo de este órgano, ha permitido a más de una persona desembarazarse del proceso más o menos rápidamente.
En este artículo propongo entrar en detalle en estos cuatro puntos.

Energética china y Psicosomática Clínica:

Durante el mes de Junio de 1983, debuté en mi carrera de médico generalista ejerciendo la Homeopatía y la Acupuntura, para esta última, durante esos años se dio un giro a su situación y fue introduciéndose en los hospitales y en efecto, se estableció su validación científica, a la par que experiencias concluyentes probaban realmente la existencia de una energía circulante en el cuerpo. Además, los resultados clínicos -sobre todo en las patologías osteoarticulares- vinieron a reforzar las primeras imágenes de anestesia con Acupuntura provenientes de China.

A título puramente indicativo, la Acupuntura es conocida y practicada desde hace unos 5.000 años, y hoy en día existen servicios hospitalarios en los que se utiliza esta disciplina, aunque mi interés por las influencias del espíritu sobre el cuerpo era real, me pareció inoportuno continuar utilizando la Acupuntura en mi práctica cotidiana.

Después, ciertos casos clínicos rebeldes me llevaron a reintroducirla en mi práctica en general y, sobre todo, en los abordajes teóricos. Así, varios pacientes pudieron beneficiarse de ello, y su número ha aumentado progresivamente, hasta llegar a hacerla parte de la Psicosomática Clínica. ¿Qué nos dice esta teoría ancestral?. He aquí las grandes líneas, útiles para nuestra exposición:

Primera. La observación de la naturaleza y las constataciones de numerosos investigadores, sabios, y médicos a lo largo de los siglos llevan a la evidencia de una energía interior -llamada “Chi” o “Qi”- cuyas cualidades condicionan nuestro estado de salud. Esta energía circula por todo el organismo a través de unos trayectos muy precisos, a lo largo de caminos particulares -llamados meridianos-, unos superficiales  (a nivel de la piel) y otros más profundos, bajo la piel, en el interior del cuerpo. Así, todas las partes del organismo están inmersas en esta energía circulante.

Segunda. Existen catorce meridianos principales. Los dos primeros son únicos y se sitúan a lo largo de la línea media del cuerpo, uno por delante y otro por detrás. Los otros doce meridianos son bilaterales, y se distribuyen por toda la superficie del cuerpo, a un lado y otro de la línea media. Estos últimos meridianos representan cada uno un órgano preciso, como el riñón, el hígado, el pulmón, el corazón, el intestino grueso, etc.

Tercera. A nivel de la fisiología energética, nuestro estado de  salud está estrechamente ligado a la cualidad de esta energía. Así, antes mismo de la aparición de los síntomas, los practicantes pueden evidenciar ciertas carencias energéticas o, por el contrario, ciertos excesos. Existen distintas técnicas para facilitar la circulación energética y mejorar la calidad de esa energía: la Acupuntura utiliza agujas, la farmacopea china utiliza plantas, el masaje o la digitopuntura drena o fortalece ciertos puntos precisos -shiatsu-, los ejercicios físicos como el Tai Chi o el Qi Gong.

Cuarta. Podemos afirmar lo siguiente: cuando un meridiano está saturado de energía, puede presentar uno o varios síntomas particulares, a menudo ligados estrechamente con este mismo meridiano o en relación con su simbolismo.

La aparición e instalación de síntomas ligados energéticamente a la Vesícula Biliar ocurren bajo las circunstancias de una suerte de “suite” emocional muy precisa, en cuatro etapas sucesivas y cada una de ellas posee igualmente algunos sinónimos con el fin de lograr una mejor precisión.

Injusticia: traición, parcialidad, abuso, desigualdad, acusación no fundada, denuncia, delación, celos.

Rencor: Resentimiento, amargura, odio, hostilidad, animosidad, desatención.

Cólera recogida: Implosión, indignación, irritación, estar ulcerado, rabia interior, estar hirviendo interiormente, cólera contenida, disimulada, enmascarada.

Vergüenza: humillación, molestia, culpabilidad, escrúpulo, pesar.

La experiencia clínica me autoriza a pensar que esta clasificación se declina exactamente en este orden. En efecto, el análisis de casos de duelos bloqueados, tanto reales como simbólicos, hacen resurgir la existencia de un sentimiento de cólera recogida o expresada, incluso de rabia, la parte emergente del iceberg de la Vesicula Biliar, para mí, la cólera, más o menos visible, más o menos expresada, posee una suerte de motor y su disparo no se debe simplemente al hecho de no aceptar la situación conflictual en la que se encuentra la persona. De hecho, existen dos puntos capitales:

Primer punto: cólera = descarga energética, indispensable so pena de implosión cuando es exteriorizada. En el caso contrario, va a saturar energéticamente el meridiano concerniente: la VB.

Segundo punto: los motores del molino de la cólera. De hecho, la cólera exteriorizada o no no será más que la expresión ruidosa del resentir de una verdadera injusticia ligada a rencor. Sí, en numerosos dramas y situaciones conflictivas, la injusticia se coloca en primer lugar.

A menudo y casi inmediatamente, este sentimiento de injusticia está amplificado por la sensación de rencor asociado a resentimiento, asco, pudiendo así aumentar las marcas de la cólera base para acabar en odio y deseo de venganza imposibles de saciar por diversas razones. Además y en ciertos casos, el sentimiento de incomprensión viene a añadir más agua en el molino de la cólera, produciendo siempre tanta energía psíquica a descargar so pena de implosión.

Así, esta cólera puede expresarse de varios modos, volcada hacia la propia persona o hacia los demás, mostrando grandes contradicciones internas y la ausencia de solución para borrar la situación conflictual y esta se manifiesta en situaciones no siempre relacionadas con el drama mismo, sino en la familia y el trabajo.
Es, a menudo, más verbal -arrebatos, estar fuera de sí, irascible, lunáticos, reproches, acusaciones- que física, únicamente en relación a la propia persona (dar un puñetazo en la mesa), sobre un objeto -romper la vajilla- o modificar el comportamiento habitual (enervarse al volante, delante de la televisión o en el terreno de juego).

En la cólera retenida aparece otro sentimiento: la rabia interior. Como no se expresa o se expresa muy poco, el riesgo de implosion existe siempre.

En todos los casos, esta “suite” produce una cierta cantidad de energía psíquica, y la VB está encargada de administrarla. Y cuando los umbrales psíquicos de tolerancia son superados, intervienen los procesos de conversión para transformarla en síntoma. Veamos ahora el tipo de síntomas que podemos atribuir a la VB energéticamente saturada.

Vesícula Biliar y Patologías:

¿Por qué la VB interesa ciertas patologías y, a nivel energético, existen otras ligadas con este órgano? Para responder fácilmente, sólo hace falta seguir el trayecto de este meridiano, de la cabeza a los pies, comienza en el ángulo externo del ojo y se dirige hacia atrás para rodear la oreja antes de descender por el cuello y recorrer el costado del cuerpo hasta el tobillo y el dorso del pie y termina su recorrido en el cuarto dedo. Para la psicosomatización ligada a la VB, vamos a describir tres etapas:

Primera etapa: En un acontecimiento o situación particular, la persona resiente la injusticia, rencor, cólera retenida y odio, con intensidades variables según el individuo afectado.

Segunda etapa: La saturación energética de la VB.

Tercera etapa: la aparición de síntomas ligados estrechamente a la VB. La Psicosomática Clínica ha individualizado varias posibilidades en la práctica habitual.

Extremo superior del meridiano de la VB: cefaleas, migrañas y acúfenos.
Extremo inferior del meridiano de la VB: problemas de tobillo como los esguinces, algodistrofias.

A lo largo del meridiano de la VB: a nivel de la cadera, particularmente la artrosis.

Relación entre la VB y el Superego:

Es bastante fácil resumirla con una sola palabra: la culpabilidad. En efecto, este sentimiento de prohibición de hablar o de hacer bajo pena de desestabilización del entorno, así, la energía recibida en un altercado verbal con un miembro de la familia queda en el interior y el sentimiento de injusticia, de rencor, de cólera retenida, más o menos mezclada con odio no hacen más que acrecentar la saturación del meridiano de la Vesicula Biliar.

Autor: Dr. Salomon Sellam, (traducido por Dr. Silvano Baztan).

http://memoriaemocional.com