En nuestra vida
diaria, respiramos, pero olvidamos que estamos respirando. El fundamento de
toda práctica de la plena consciencia es llevar nuestra atención a nuestra
inspiración y espiración. A esto se le llama plena consciencia de la
respiración, o respiración consciente. Es muy simple, pero el efecto puede ser
muy grande. En nuestra vida diaria, aunque nuestro cuerpo está en un lugar,
nuestra mente está con frecuencia en otro. Poner atención a nuestra inspiración
y espiración devuelve nuestra mente a nuestro cuerpo. Y de pronto estamos ahí,
totalmente presentes en el aquí y ahora.
La respiración
consciente es como beber un vaso de agua fría. Conforme inspiramos, sentimos
verdaderamente el aire llenando nuestros pulmones. No necesitamos controlar
nuestra respiración. Sentimos la respiración tal como es. Puede ser larga o
corta, profunda o superficial. A la luz de nuestra consciencia, la respiración
se irá haciendo de forma natural más lenta y más profunda. La respiración
consciente es la clave para unir cuerpo y mente y traer la energía de la plena
consciencia a cada momento de nuestra vida.
Al margen de
nuestro estado anímico (nuestros pensamientos, emociones, y percepciones)
nuestra respiración está siempre con nosotros como un fiel amigo. Cuando nos sentimos
arrastrados, sumidos en una profunda emoción, o atrapados en los pensamientos
sobre el pasado o el futuro, podemos volver a nuestra respiración para recoger
y anclar nuestra mente.
Práctica
Mientras
inspiras y espiras, siente el flujo de aire entrando y saliendo de la nariz. Al
comienzo puede que tu respiración no sea relajada. Pero después de practicar
la respiración consciente durante algún tiempo, sentirás cómo se va
haciendo más ligera y natural, más calmada y tranquila. En cualquier
momento cuando estés caminando, haciendo jardinería, escribiendo en el teclado,
o haciendo cualquier cosa, puedes volver a esta tranquila fuente de vida.
Puedes decirte a
ti mismo:
Inspirando, sé
que estoy inspirando.
Espirando, sé
que estoy espirando.
Después de unas
pocas respiraciones, puede que quieras abreviar esto a: ‘dentro, fuera’.
Mientras tengas tu atención centrada en la inspiración y la espiración, tu
mente dejará de pensar. Ahora tu mente tiene una oportunidad de descansar. En
nuestra vida diaria pensamos demasiado. Dar una oportunidad a nuestra mente de
dejar de pensar es maravilloso.
Inspirando,
sé que estoy inspirando no es un
pensamiento. Es sencillamente darse cuenta de que algo está ocurriendo, de que
estás inspirando y espirando. Cuando inspiras y llevas tu atención a tu
inspiración, traes tu mente de regreso a una reunión con tu cuerpo. Sólo una
inspiración puede ayudar a la mente a volver al cuerpo. Cuando la mente y el
cuerpo van juntos, puedes habitar verdaderamente el momento presente.
‘Inspirando, sé
que estoy inspirando’ es otro modo de decir ‘Inspirando, me siento vivo’. La
vida está en ti y a tu alrededor –la vida con todas sus maravillas: el sol, el
cielo azul, las hojas del otoño. Es muy importante ir al hogar del momento
presente para entrar en contacto con los elementos sanadores, refrescantes, y
nutrientes de la vida que hay en tu interior y a tu alrededor. Una ligera
sonrisa puede relajar todos los músculos de tu cara.
Inspirando,
reconozco el cielo azul.
Espirando,
sonrío al cielo azul.
Inspirando, soy
consciente de las bellas hojas otoñales.
Espirando,
sonrío a las bellas hojas otoñales.
Puedes acortar
esto a ‘cielo azul’ al inspirar, y ‘sonreír’ al espirar. Después ‘hojas
otoñales’ al inspirar, y ‘sonreír’ al espirar. Cuando practicas la respiración
de este modo, te pones en contacto con todas estas maravillas de la vida. La
belleza de la vida está nutriéndote. Te liberas de tus miedos y preocupaciones.
Te pones en contacto con tu respiración y con tu cuerpo. Tu cuerpo es una
maravilla. Tus ojos son una maravilla; con solo abrir los ojos puedes tocar el
paraíso de las formas y los colores. Tus oídos son una maravilla. Gracias a tus
oídos puedes escuchar toda clase de sonidos: la música, el canto de un pájaro,
y el viento soplando a través de los pinos. Cuando pones atención a tu
inspiración y espiración regresas al hogar del momento presente, al aquí y
ahora, y te pones en contacto con la vida. Si continuaras perdido en el pasado
o corriendo hacia el futuro, te perderías todo esto.
Inspirando, sigo
mi inspiración en todo su recorrido.
Espirando, sigo
mi espiración en todo su recorrido.
Al comienzo,
puede que tu respiración la notes un poco forzada o extraña. Tu respiración es
resultado de tu cuerpo y de tus sentimientos. Si tu cuerpo tiene tensión o
dolor, si estás experimentando sentimientos dolorosos, tu respiración se
sentirá afectada. Pon atención a tu respiración y respira plenamente
consciente.
Inspirando, sé
que estoy inspirando.
Espirando, sé
que estoy espirando.
Inspirando,
sonrío a mi inspiración.
Espirando,
sonrío a mi espiración.
Nunca fuerces la
respiración. Si tu inspiración es corta, deja que sea corta. Si no es muy tranquila,
déjala que sea así. Nos limitamos a percatarnos de ello, y tras un tiempo, la
calidad de nuestra respiración mejorará de forma natural. La consciencia plena
de la respiración identifica y abraza nuestra inspiración y espiración como una
madre que llega a casa y coge a su niño para abrazarle tiernamente en sus
brazos. Te sorprenderá que tras uno o dos minutos, la calidad de tu respiración
mejorará. Tu inspiración se hará más profunda; tu espiración se hará más lenta.
Tu respiración se hace más tranquila y armoniosa.
Inspirando, noto
que mi inspiración se hace más profunda.
Espirando, noto
que mi espiración se hace más lenta.
Cuando notes que
tu inspiración y espiración se han hecho más tranquilas, profundas y lentas,
podrás ofrecer esa paz, calma y armonía a tu cuerpo. Ahora es tu oportunidad de
regresar al hogar de tu cuerpo, reconocer su existencia, y hacerte amigo de él.
Inspirando, soy
consciente de mi cuerpo.
Espirando,
libero toda la tensión de mi cuerpo.
Estos ejercicios
de respiración proceden del mismo Buda. Son muy sencillos, como un juego de
niños. Si ayuda, pon la mano sobre tu vientre. Notarás que cuando inspiras, se
eleva tu estómago y cuando espiras tu estómago desciende. Subir, bajar. Sobre
todo cuando estás echado es fácil sentir tu abdomen subiendo y bajando. Eres
consciente de tu inspiración y espiración desde el principio hasta al final. Se
disfruta respirando así. Ya no piensas, en el pasado, en el futuro, en tus
proyectos, en tu sufrimiento. Respirar se convierte en un placer, un
recordatorio de la vida misma.
Inspirando,
disfruto mi inspiración.
Espirando,
disfruto mi espiración
Más tarde,
cuando seas capaz de ofrecer esa paz y armonía a tu cuerpo, ayudándole a
liberar la tensión, podrás reconocer e identificar tus sentimientos y
emociones.
Inspirando, soy
consciente de los sentimientos dolorosos que hay en mi.
Espirando,
sonrío al sentimiento doloroso que hay en mí.
Existe un
sentimiento doloroso, pero también existe la plena consciencia. La plena
consciencia es como una madre, abrazando tiernamente al sentimiento. La plena
consciencia es siempre plena consciencia de algo. Cuando respiras con plena
consciencia, eso es plena consciencia de la respiración. Cuando caminas con
plena consciencia, eso es plena consciencia de caminar. Cuando bebes con plena
consciencia, eso es plena consciencia de beber. Cuando eres consciente de tus
sentimientos, eso es plena consciencia del sentimiento. La plena consciencia
puede traerse para intervenir en cada evento físico y mental, reportando
reconocimiento y alivio.
Me gustaría
ofrecerte un poema con el que puedes practicar, recitándolo de vez en cuando,
mientras sonríes y respiras:
Inspirando, sé
que estoy inspirando.
Espirando, sé
que estoy espirando.
Conforme se hace
profunda mi respiración,
Mi espiración se
hace más lenta
Inspirando,
calmo mi cuerpo,
Espirando, me
siento cómodo.
Inspirando,
sonrío,
Espirando,
libero.
Permaneciendo en
el momento presente,
Sé que este es
un momento maravilloso.
Esto se puede
acortar recitando una palabra o frase por respiración:
Dentro, Fuera.
Profunda, Lenta.
Calmo, Cómodo.
Sonrío, Libero.
Momento
Presente, Momento Maravilloso.
El momento
presente es el único momento que es real. Tu tarea más importante es estar aquí
y ahora y disfrutar del momento presente.
http://alma-espiritulibre.blogspot.com.ar/
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