La evolución de la Consciencia comienza cuando
nos damos cuenta que lo que contemplamos a través de los sentidos externos no
es la realidad de las cosas.
Creemos que somos nosotros los que estamos
buscando la Verdad, pero en realidad es la Luz que brilla en nuestra
Consciencia, la que nos impulsa a dar los pasos que estamos dando.
Este flujo
de Luz seguirá hasta que se restablezca nuestra verdadera identidad, al
reconocer que… “Yo Soy la Luz del Mundo.” Cuando no estamos iluminados,
forcejeamos con el mundo, trabajamos, luchamos por una posición…nos enemistamos
con nuestros allegados, más aún, nos mantenemos en una lucha permanente con
nosotros mismos. Las riquezas personales no nos dan seguridad.
La Iluminación
trae consigo Paz, trae el reposo que nos libera de las luchas contra el mundo,
y por esto fluye hacia nosotros todo lo bueno. Comprendemos ahora claramente
que no vivimos porque adquirimos, ganamos o alcanzamos las cosas. Vivimos por
la Gracia, todo lo poseemos como don Divino y no tenemos que conseguir el bien
porque ya lo tenemos. Siempre han aparecido hombres que han traído el mensaje
divino de la presencia de Dios y de la irrealidad del mal: Buda en la India,
Lao-Tzu en la China y Jesús de Nazaret. Quienes trajeron a los hombres la Luz
de la Verdad han sido confundidos con el mensaje mismo, creyendo erróneamente,
que esos mensajeros “externos” eran la Luz de la Verdad, cuando en realidad
esta se encuentra dentro de la propia Consciencia individual.
Al adorar a
Jesús, los hombres olvidaron el Cristo; la devoción a Jesús, hizo que se
perdiera la comprensión de Cristo. Al buscar la realización del Bien a través
de Jesús, el hombre perdió la oportunidad de encontrar al Cristo Omnipresente
en su propia Consciencia. El mensajero solo prepara para la realización de
Cristo en la Consciencia individual y una vez que esto es comprendido, se
obtiene la liberación de toda limitación. La Iluminación espiritual no viene a
través de una persona; ella viene del Cristo Impersonal, la Consciencia
iluminada del Yo en cada uno de nosotros. Este Yo Verdadero Individual, se nos
revela cuando nos retiramos cada día a nuestro interior, y aprendemos a
“escuchar” y a estar en estado de vigilia. Cuando el fuego de la Verdad y del
Amor ilumina nuestra Consciencia, destruye el miedo, la duda, el odio, la
envidia, la enfermedad y la discordia e irradia nuestro entorno y es percibida
por quienes nos rodean, sintiendo que sus cargas se hacen livianas.
Es
imposible “Ser la Luz del Mundo” y no disipar la oscuridad de aquellos que
llegan a nosotros. Hay que entender con claridad, que toda apariencia del mal
es una percepción errónea. Solo la Consciencia iluminada puede mirar la
apariencia del mal y percibir la realidad divina. Somos en verdad seres
espirituales puros, Consciencia Divina, y la iluminación disuelve los lazos
materiales, no reconociendo ritual que no sea el del Amor universal, sin
necesidad de ceremonias ni credos. SOMOS ESE PUNTO EN EL CUAL BRILLA LA
DIVINIDAD…y sabemos con certeza que cada individuo es la presencia de la
Divinidad, que todo lo que existe es la presencia Divina en distintas
manifestaciones, esa es nuestra señal de haber alcanzado la Consciencia
espiritual.
Y nunca estamos solos. Esta maravillosa Presencia nos da reposo y
nos alienta… “Aquiétate y permanece en Paz”. Al hacernos conscientes del Ser
real interior, comprendemos, que no nacemos ni morimos, que no somos jóvenes ni
viejos, que no hay salud ni enfermedad, solo la armonía eterna del Ser. Esta
verdad hace desaparecer cualquier ilusión, y revela la Infinitud, la armonía y
la Inmortalidad. Cada incidente en nuestra vida diaria, nos presenta la
oportunidad de usar nuestra comprensión espiritual y corregir la apariencia;
cada vez, que usamos nuestras facultades espirituales en esta tarea, aumentamos
nuestra comprensión espiritual, y más LUZ se nos revela.. Solo de esta manera y
de ninguna otra, logramos que nuestras vidas evolucionen armoniosamente desde
el Centro de nuestro Ser, sin la necesidad de pensar.
En vez de hacer
esfuerzos, para lograr que lo bueno nos llegue, nuestro bien verdadero surge a
nuestra vida desde lo más recóndito de nuestro Ser, sin necesidad de ningún
esfuerzo. No dependemos de nada ni de nadie, ni siquiera de nuestro propio
esfuerzo. La iluminación Espiritual nos hace confiar en la Divinidad, que se
manifiesta y revela a sí misma, de manera individual, haciéndonos dejar a un
lado los esfuerzos personales. PUES NO SE TRATA DE HACERNOS MÁS
ESPIRITUALES…SOLO SE TRATA DE SER. SOMOS ESPÍRITU… SOMOS LUZ NO TENEMOS QUE
PERSEGUIR LA ILUMINACIÓN, SINO VIVIRLA. QUE LA LUZ DEL ESPÍRITU SE MANIFIESTE
EN USTEDES PLENAMENTE!!!
Artículo publicado por Gabriel Vallejo: Cuando la iluminación espiritual nos envuelve http://cienciacosmica.net/cuando-la-iluminacion-espiritual-nos-envuelve/
Artículo publicado por Gabriel Vallejo: Cuando la iluminación espiritual nos envuelve http://cienciacosmica.net/cuando-la-iluminacion-espiritual-nos-envuelve/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario