Estas últimas
casi tres semanas, que no he escrito una sola línea en el blog, han sido de
práctica intensa y mejor aprendizaje del uso de la energía de mi esencia para
auto-sanar, desprogramar y limpiar cosas a niveles cada vez más profundos, que
ni siquiera era consciente que tenia programadas en mi psique. El solo hecho de
intentar mantener la consciencia de tu ser activa y “presente” todo el día en
uno mismo, es ya un esfuerzo de auto-observación y de auto-disciplina, pues
cada vez que notas que algún “Yo” de la personalidad artificial ha vuelto a
coger las riendas de la mente hay que volver a “apartarlo”, con la voluntad de
darle de nuevo el control al “yo observador” y, si es posible, al propio
ser/esencia/mónada.
Lo que si que
veo de forma práctica en mi mismo, cada vez más claramente, es que el potencial
de nuestra “chispa divina” para hacer todo tipo de trabajo terapéutico de
sanación es enorme (mi mente racional y “técnica” a veces pone en duda los
resultados que siento en mi, propio del llamado arquetipo científico del que hablamos también en la conferencia,
muy fuerte en mi programación y en mi configuración mental). Estos días solo he
estado buscando aquellos bloqueos que me impedían dar otro “salto” evolutivo,
por llamarlo de alguna forma, aquello que obstaculizaba mi propio crecimiento a
un escalón superior del que me encuentro actualmente, y, básicamente casi todo
lo que han salido son aquellos bloqueos que llamamos “memorias kármicas”, que
suelen ser miedos, experiencias negativas, y patrones limitantes que provienen
de otras encarnaciones. El cómo conectar con la energía de vuestra mónada o
esencia lo tenéis más o menos resumido en este otro artículo sobre “Curación y transmutación con la
energía de la esencia” donde ya vimos como, accediendo a través
de la línea del Hara, hacia un punto que situamos por detrás del ombligo,
abrimos una puerta de acceso “dimensional” al ser de cada uno, que mora en su
propia dimensión y localización fuera de nuestra dimensión física, pero que
“atraemos” hacia la misma para desprogramar, eliminar y transmutar todo clase
de programación, miedos, patrones, etc., etc. de las diferentes esferas
mentales.
Regrabar las
runas del patrón conductual
La verdad es que
este trabajo es bastante sutil, primero uno debe identificar aquello a ser
sanado, para encontrar las creencias limitadoras y los patrones de
comportamiento a quitar, y luego, dependiendo de su complejidad, y una vez
localizada la esfera o esferas donde están, mover la energía de la esencia
hacia esa zona para eliminarlos. También hemos hecho pruebas con éxito para
regrabar las runas del patrón conductual que todos traemos por defecto al nacer
(y las que se van grabando a lo largo de nuestra vida), especialmente la que os
contaba en el anterior artículo sobre
el faltante emocional por la concepción sin “consciencia” con la que todos, o
la mayoría, hemos nacido, así, la misma energía de la esencia, borra la runa
mental correspondiente a la “falta de conciencia” y “falta de amor”
y la graba con la energía de “amor cuántico de la Fuente”.
Esto tiene el
efecto de reducir la necesidad de buscar ese faltante emocional y amor “fuera”,
en los demás, ya que tienes grabado en ti el “amor eterno” que la Fuente tiene
por todo lo creado, al reducir esa necesidad emocional de los demás hacia uno
mismo, se reduce la necesidad de “protagonismo egoico”, es decir, de querer ser
“querido” y sostenido, admirado o simplemente de que los demás llenen el vacío
que antes teníamos, y, al reducir la necesidad del programa ego de buscar
“cosas fuera”, este pierde más poder (se calma ligeramente) y es más sencillo
trabajar con la esencia al mando de la personalidad artificial.
Reducir la
energía del miedo
Otra de las
cosas con las que he experimentado es con la reducción de la energía del miedo
que sostiene al programa ego. La cuestión es que, me daba cuenta, especialmente
por la noche, que en mi mente empezaban a circular pensamientos asociados a las
cosas del día, los problemas o situaciones vividas, pero tratándolas desde el
punto de vista más negativo posible, sin saber muy bien porqué, revivía todo
eso desde el ángulo más “drástico” y “dramático”. Parando esa retahíla de
pensamientos, me situaba de nuevo en el “yo observador” (que
evidentemente había perdido el control para que lo anterior pudiera haber
sucedido) y buscaba la causa de tales pensamientos de bajo nivel y vibración.
Básicamente, lo que encontraba, eran las conexiones que iban hacia el programa
ego para su sustento y alimentación, pues como ya comentábamos también en la
conferencia de la psique del ser humano, el ego se nutre de todo aquello asociado
al miedo, de ahí que, al bajar la guardia, genera siempre que puede cualquier
forma mental que le dé el sustento necesario para seguir funcionando.
Lo que he hecho,
y en este caso no ha sido solo cuestión de observarme y parar ese tipo de
cháchara mental cuando me he descubierto en ello, es una desprogramación de
nuevo de varios componentes y patrones que producían literalmente este tipo de
comportamiento. Tuve que trabajar con la ayuda de aquellos que llamamos
“guías”, porque yo solo no era capaz de extraer estos componentes de mi psique,
pero si que lo pudieron hacer por mi hace un par de noches, cuando en una
meditación, pedí ayuda y nos pusimos a desprogramar este tema. Lo que “note”
salir de mi, podría asimilarse a unos “tubos” energéticos con “chips
informáticos” en su interior (mi representación y decodificación visual con
visión interna) de programas generadores de “miedo mental”. Me queda la duda si
seré capaz o si se podrá cambiar literalmente la forma de alimentar al programa
ego, revirtiendo su polaridad para que, puesto que este programa no se puede
eliminar, al menos se le pueda alimentar con energía “positiva”, lo cual
significaría que, si el entramado psíquico y energético que nutre a la
consciencia artificial, pudiera revertirse de polaridad de alguna forma, serían
las energías positivas las que harían funcionar la personalidad que ahora
escribe esto, y que está en control bajo el programa ego. No tengo respuesta
para esto, es una cosa que tengo anotada para investigar y probar en mi, veré si
con mis compañeros podemos hacerlo también, y a ver que pasa.
En todo caso, ha
sido la necesidad de mi ser o mónada de no quedarse “estancada” en el vehículo
que usa (yo, como ser humano) la que me está llevando a tratar de seguir
avanzando hacia niveles de crecimiento personal cada vez más allá de donde me
encuentro ahora. La voz interior que me incita a limpiar y sanar aquello que
impide una mejor conexión, una expansión del potencial que todos poseemos, una
sanación de todo lo que bloquea el poder servir mejor a los demás y hacer mi
trabajo, etc., etc. Estos días seguiré con lo mismo, pues así siento que debo
hacerlo. De hecho, me percibo casi como un Lego al que están desmontando para
eliminar las piezas que sobran y dejar solo aquello que realmente interesa, el
corazón puro, la cabeza limpia y desprogramada, y la conexión con mi esencia,
con mi SER y con el resto de la Creación funcionando al mejor nivel posible.
David Topi.
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