1- No dejarse ganar por el pánico
El
entrar en pánico hará que la central de comandos ejecute un programa, y
establecerá el programa donde deba. En ese momento, la persona pierde la
conexión funcional coherente del cerebro.
Muy
a menudo, la gente muere en pánico. La persona no debiera entrar nunca en
pánico ni hacer entrar en pánico a los demás. Hay que tener un enorme cuidado
con el entorno y especialmente con quien recibe de nosotros. ¡AMENSE!Ámense
ustedes mismos y también ámense entre ustedes. AMARSE tiene un doble sentido de
gran valor terapéutico. Si uno se ama a sí mismo, primero, no hará ningún
conflicto consigo mismo, ni de desvalorización, ni de culpabilidad. Si se ama a
los demás entonces no hará ningún conflicto con los demás.
NO ENTRAR EN PANICO significa que el
enfermo nunca debe asustarse y QUE LOS TERAPEUTAS JAMAS deben asustar al enfermo. De lo contrario,
hasta un resfriado se vuelve incurable, ya que provocará una generalización.
Entrar en pánico es comprarse un boleto de ida.
Por
ejemplo: decirle a una madre en tono
lo-siento-mucho-señora-mi-más-sentido-pésame-lamentablemente-tengo-malas-noticias,
que su hijito tiene leucemia es un asesinato. ¡Porque la leucemia no es una enfermedad! ¡Es el primero
de cinco pasos biológicos naturales de regeneración de la sangre después de un
conflicto cuya respuesta biológica fue una anemia!
2-
Soportar la vagotonía
Alrededor
de las 22 hs se desencadena normalmente el impulso máximo de la vagotonía. El
nervio vago es el más poderoso nervio del organismo: no hay manera de vencer al
sueño. Ese es nuestro ritmo ancestral: el hombre es un animal diurno, en su
código biológico de comportamiento antiguo de cuatro millones de años, está
grabado que debe cazar, recoger frutos, actuar de día y reposar de noche. Es
durante la noche que todo está automatizado para que el organismo concentre su
trabajo en el tubo digestivo.
Tenemos
menos actividad cerebral, cardíaca, respiratoria. Es normalmente por la noche
que toda enfermedad se hará más insoportable porque es durante esa vagotonía el
cerebro repara mejor y puede haber más edemas. Se puede hacer algo para reducir
esos edemas para que sea mas soportable pero sólo reducirlos porque si se
impide que actúen, nunca se logrará la reparación, puesto que los elementos
re-constitutivos no llegarán a reparar.
Si la vagotonía es muy fuerte, la cabeza puede
sentirse caliente al punto tal que uno puede ducharse la cabeza y tener los
cabellos prácticamente secos sin necesidad de usar el secador, simplemente por
la termogénesis de conductibilidad. Esto sucede cuando la cabeza está “aplastada” por edemas
biológicos: en ese momento, HAY QUE
AYUDAR.
3-
Todas las noches, hacer el balance diario
Hay
que saber si no se ha “trabajado” demasiado durante el día. Si es así, reposo
obligatorio el día siguiente (para las enfermedades importantes como el cáncer,
fibromialgia, artritis, etc…). La persona debe curarse. Puede hacer muchas
cosas, pero debe ocuparse de su enfermedad por encima de todas las cosas.No
debe esperar QUE ALGUIEN O ALGO LO CURE, hay que motivarlo.
Hay
un doble mensaje en esto. Debe ocuparse de sí-mismo, que haga un repaso de su
jornada en su cabeza, interesarse en la vida, que tome notas, que haga ese
balance. Si hizo demasiado, debe reposar al día siguiente porque de lo
contrario entra demasiado en estrés, en actividad, con lo que el cerebro vuelve
a la simpaticotonía deteniendo la vagotonía. Allí se detiene la curación.
4-
Todas las mañanas tomar un lápiz y planificar su día
Hay
que respetar el plan y prever al menos 6 horas de reposo además de la noche.
Estas son las reglas para los grandes enfermos y tienen que luchar contra sus
angustias. El que está en silla de ruedas querrá siempre asistir a muchas
reuniones para demostrar y demostrarse que puede hacer lo que todo el mundo. ES
UNA REACCIÓN DE ESCAPE, es un juego perverso. HAY QUE CONCENTRARSE EN SU CURACIÓN porque ésta es
posible. Hay
que evitar entrar en el estrés de la acción.
Con
6 horas de reposo, además de la noche, tenemos
suficiente vagotonía. El
cerebro tiene una fuerza extraordinaria para curarnos a pesar de todo lo que
hacemos contra eso (entre los miedos, las peleas, los mensajes deprimentes o
terribles que recibimos durante el día y a causa de las acciones).
5-
Hacer siempre lo absolutamente necesario primero
Si
eso sobrepasa 3 horas de esfuerzo físico o psicológico, hay que detener lo
superfluo y descansar, con el corazón alegre porque estamos haciendo lo que
corresponde para curarnos, y no lo contrario. La mayor parte de la gente se
deprime, se desmoraliza, tienen miedo de descansar: tienen
el ESTRÉS DE SU PROBLEMA, DE SU DECREPITUD Y ESE ES UN CONFLICTO SECUNDARIO MUY
FUERTE. “YA NO PUEDO HACER NADA, NO SIRVO”.
Hacer
lo absolutamente necesario primero va a permitir a la persona probarse que
existe todavía, pero hay que cronometrar el tiempo. La persona enferma quiere
demostrar que puede hacer, pero si pasa 3 horas físicas o psicológicas, debe
detenerse. Lo mejor es leer lectura liviana, divertida, ver películas
divertidas y pueden verla cuantas veces quieran si las alquilan. Es la terapia
por la risa, puesto que si se detiene en los noticieros, con guerras,
accidentes, o películas de muerte, de violencia, inconscientemente se
sobre-estresa con imágenes liminales y subliminales.
DURANTE LA RECUPERACION , ME OCUPO DE MI, ME AMO,
ME CUIDO, ME MIMO. ES VITAL. ES LA MANERA DE CURARSE. No alcanza con
decodificar y aceptar (a veces sí) sino que hay que respetar la reparación
también.
6-
Rechazar todo enfrentamiento
Recriminar,
discutir con su entorno es uno de los mayores dramas que garantizan la recaída
o la imposibilidad de curarse. “Necesito de ustedes, de su ayuda y no de su
oposición permanente”. Porque uno sustrae calorías y fuerzas de las que
necesita el cerebro para reparar y al monopolizar la energía para combatir
generalmente el enfermo está expuesto al juicio de quienes lo rodean, y estos
no saben nada, solo hablan por hablar y el enfermo no zafa, no sale del estrés.
Aquí
reproduzco una frase que Claude Sabbah atribuye a su abuelo: “Si
la gente que no tiene nada que decir se callara, habría un gran silencio en la
superficie de la Tierra. Son siempre los que no saben nada los que cacarean”.
Acá
estamos hablando de una elevación en el nivel de la conciencia humana.
7-
Privilegiar el reposo nocturno
El
ser humano es un ser diurno. Todos sus ritmos biológicos básicos están
programados sobre la base del ritmo solar. Por supuesto, puesto que la noche
para el enfermo es normalmente el momento de mayor dolor, y en algunos casos
con la angustia inconsciente de “¿Despertaré
o moriré?”, es bastante difícil mantener esos ritmos. Hay
que desdramatizar eso. Además, puesto que no han hecho demasiado durante el
día, no están lo suficientemente cansados para dormir bien de noche.
Entonces,
no hay que dudar en modificar el horario de sueño. Debe privilegiarse el reposo nocturno en la
medida de lo posible pero, si eso no es fácil, no hay que dudar en quedarse
despierto hasta las 2 ó 3 de la mañana, mirando documentales, tomando uno que
otro café (el
café también reduce el edema cerebral). De ese modo, el enfermo sabe que por un
buen rato no pueden dormir entonces aguantan hasta donde pueden: cuando pasan
el período habitual de gran vagotonía, y después de haberse dado el gusto de
trasnochar leyendo, escribiendo, pensando sanamente, positivamente, sin
estrés…allí se van a dormir y se levantan al mediodía.
Después,
a medida que mejoran, vuelven paulatinamente, una hora por día, a su horario
normal.
8-
Comer sanamente y liviano
Ensaladas, frutas, cosas crudas, o cocinadas a la
parrilla, para que sea fácilmente asimilable. Si come
mucho, digerir le consumirá muchas calorías y es mejor guardar lo más posible
para la curación.
A EVITAR ABSOLUTAMENTE: EL ALCOHOL EN VAGOTONIA.
9-
Sanarse normalmente si aparece el dolor.
Puede
tomar remedios alopáticos y homeopáticos como es de costumbre, eso no pondrá la
curación en peligro.
10-
Esperar pacientemente la verdadera mejoría
Si
uno no se deja asustar por los pequeños o grandes inconvenientes de la
reparación y espera tomando el mejor reposo posible, la mejoría va a llegar. Si
se pasó el punto culminante de la fase de reparación, la persona tendrá tantos
edemas que puede haber manifestaciones molestas, como dolores, vértigos, fiebre
si los edemas están en el tronco cerebral, malestares. Esto NO DEBE ASUSTAR A
LA PERSONA : no se trata de cosas graves sino de esfuerzo de
reparación. Hay que esperar pacientemente sin poner en marcha la idea de “estar
sonado” sino no hay cura.
Es
el principio de la persona que tiene edemas en sus fibras y que con ello se
agrava durante un tiempo su dificultad motriz en una esclerosis múltiple, por
ejemplo. Debido a nuestra cultura ancestral basada en la apariencia de las
enfermedades, esto nos lleva a tener pánico, ir al hospital urgente, perfusión
de corticoides en grandes cantidades, lo que cambia a la persona porque bombea
todos los edemas y deja de doler…pero no está curada y el proceso va a comenzar
quizás con más violencia.
11-
Jamás permanecer mucho al sol o con la cabeza cerca de una fuente de calor
El
calor multiplica por cuatro el tamaño del edema cerebral. En ese momento, se
ejerce una enorme presión y se corre el riesgo de una crisis de epilepsia
fuerte. En general, se recomienda al gran enfermo de evitar ponerse al sol
durante un año, incluso en el mar. Puede estar bajo la sombrilla, bañarse pero
hasta ahí nomás.
Si
la cabeza está cerca de una fuente de calor, lo mismo. CONVIENE
PONER HIELO SOBRE LA CABEZA.
El
Dr. Hamer menciona un caso típico: el hombre de negocios que tiene serios
inconvenientes porque su empresa está muy mal en diciembre. En enero, su esposa
e hijos se van de vacaciones al mar por un mes. El 15 de enero, el hombre
soluciona su problema y salva su empresa. Va a reunirse con su familia a la
playa y se pone a tomar sol: lo que él no sabe todavía es que acaba de salir de
un conflicto psicológico de pérdida de territorio. Por supuesto, como ninguno
de nosotros de hecho, no hace la relación entre el dolor de cabeza, su
conflicto y el sol que le está agigantando los edemas. Tiene su crisis en la
playa misma y sale de allí en ambulancia.
12-
Si el problema es muy importante, helar las partes dolorosas y la cabeza
Si
duele el hígado por ejemplo, hay que poner hielo sobre el hígado y también en
el lugar del control neuronal del hígado en la cabeza, es decir sobre el tronco
cerebral, debajo de la nuca, en la parte superior del cuello. Si el frío no
calma el dolor en el órgano, entonces hay que poner calor sobre el órgano, PERO
SOBRE LA CABEZA SIEMPRE FRIO, SIN EXCEPCION.
Se
recomienda comprar esos “cold hot pack” y tener siempre 4 a mano: 2 en el
congelador, 2 sobre la persona, que hay que cambiar a cada hora. Si es muy
violento, poner hielo en ambos lugares y hacerse un baño de pies caliente, la
diferencia de temperatura va a hacer que el líquido circule de manera mecánica
y por lo tanto reducirá un poco el edema.
13-
Nunca calmar demasiado los síntomas
Se
pueden tomar analgésicos o anti-inflamatorios para hacer soportables los
síntomas. Los síntomas se detendrán por sí solos cuando la central de comandos
lo decida. Mientras haya síntoma, es que es necesario que esté. Es de capital
importancia.
Por
ejemplo si usted se clavó un vidrio en el pie, le dolerá mientras cicatrice y
estará sensible, pero justamente es para que no agrave la herida (si no le
doliera seguiría caminando sin cuidar la herida y no permitiría que se cure:
esa es la función del dolor).
No
hay que olvidar nunca que el cerebro no se equivoca JAMAS. Si
hay dolor es porque el cerebro dice: “A reposar”. Hay que respetar esa
inteligencia innata que nos ha permitido sobrevivir desde hace tantos millones
de años.
Fuente:
altaeducación.org
http://hermandadblanca.org/
Nota:
Vagotonía: Excitabilidad anormal del nervio vago, con alteraciones de la función de los órganos en que ramifica este nervio principalmente del corazón, los bronquios, el estómago y los intestinos.
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