Decíamos en el artículo
anterior que estudiando
la geometría sagrada, podemos acceder al sentido y comprensión esotérica de
aquello que llamamos “la Creación”, especialmente en la geometría de la
naturaleza de nuestro planeta, donde vemos los patrones de crecimiento,
estructura y movimiento que subyacen bajo la manifestación del universo físico
en el que existimos. La geometría de los copos de nieve, las curvas en espiral
de bacterias microscópicas, el giro de las galaxias, el crecimiento de una
flor, los patrones de una concha marina, los patrones de las ramas de los árboles,
o las proporciones y estructuras del esqueleto humano, todo se puede estudiar a
partir de la geometría sagrada, pues es la geometría de los patrones de la
naturaleza, de todo lo que existe en nuestro planeta, y, como ya veremos, de
todo lo que existe en el cosmos.
Usada desde siempre para cosas que duran para siempre
Debido a esto
mismo, los antiguos constructores y arquitectos de la historia, la usaban en la
planificación, diseño y construcción de sus obras, templos, iglesias,
catedrales, monumentos y todo tipo de creaciones, como reflejo de la estructura
del universo, sin importar si se trataba de un simple círculo de piedras en un
claro de un bosque, una pirámide en un desierto, o un templo de esplendor sin
igual en medio de una gran ciudad. Y, como ya podemos suponer, la GS no es una
invención de la humanidad, nadie la inventó como tal, sino que los primeros
filósofos que apreciaron su existencia lo hicieron a partir de la observación
de la naturaleza, descubriendo las puertas invisibles por las que las
corrientes energéticas manifiestan y dan lugar a la realidad sólida del mundo
físico, siendo esta la razón por la cual siempre ha estado asociada a temas
espirituales, mágicos, esotéricos, místicos y ocultistas, desde que el ser
humano ha tenido conciencia de ello en este planeta.
Al igual que en
el artículo
anterior hablábamos de
algunos símbolos asociados a las primeras fases del proceso de manifestación de
lo creado usados en GS, veamos como poco a poco estos símbolos han ido
modificando su forma para abarcar nuevos aspectos arquetípicos de este mismo
proceso. Por ejemplo, nos habíamos quedado en el símbolo de la cruz griega, con
sus cuatro brazos iguales, representando la acción creadora de los primeros
Logos emanados por la Fuente. Si ensanchamos estos brazos, por ejemplo,
obtenemos el conocido símbolo de la cruz de Malta, o, insertando en los
extremos de los brazos una llama, aparece un símbolo que denota la fuerza, luz,
o energía que, de ellos, de estos Logos creadores, emana. Si ampliamos el
símbolo de la cruz griega con las llamas y lo hacemos rodar como una rueda
sobre su centro, haciendo que la llama que arde en sus extremos forme una
estela a medida que gira, obtenemos el conocido símbolo de la esvástica, un
símbolo que se pierde en el origen de la historia y que está presente en casi
todos los países y culturas ancestrales del mundo.
La llave para entender el cosmos
Rectas y curvas
A través del
simple acto del uso de la geometría, con algo tan sencillo como rectas y
curvas, podemos dibujar por ejemplo dos líneas que se intersecten en un ángulo
de 90º, o podemos hacer que dos líneas se intersecten en un ángulo de 60º,
lo que empieza a sentar las bases para la construcción de un sistema
geométrico, que, en términos de las enseñanzas de la antigüedad, eran
denominados Ad Quadratum y Ad Triangulum, es decir, el
sistema del cuadrado y el sistema del triángulo, de cuya mezcla nace un mundo
infinito de formas y figuras que nos permite entender como está formado todo lo
que vemos en el mundo, y fuera del mismo.
Tan poderoso se
consideraba antiguamente el conocimiento de la GS, que, en la entrada de la
escuela de metafísica que Platón tenía en Grecia, estaba escrito lo siguiente:
“que no entre nadie ignorante en geometría”, ya que este conocía el
poder que esta tenía en el desarrollo del razonamiento humano, sin el cual, la
entrada en el mundo del misticismo y de la metafísica podían convertirse en
algo muy peligroso para la mente no preparada. Es, de hecho, simbólicamente,
uno de los significados de la espada, el representar el poder del razonamiento
humano, cortando a través de los territorios inexplorados de la metafísica y
aquello que la ciencia tradicional no es capaz de explicar ni entender, de la
misma forma que todo explorador que busca atravesar la jungla, no lo hace sin
un buen machete que le abra paso. La habilidad del razonamiento deductivo que
se adquiere tras el estudio y aprendizaje de la geometría, es crítica y
esencial para todo aquel que desea escalar la larga y compleja escalera del
conocimiento místico, esotérico y metafísico.
Y es que la GS
nos ofrece la llave para revelarnos los patrones invisibles de la creación y
las plantillas y moldes cósmicos para la creación de los planetas, revela las
claves del diseño harmónico, en consonancia con todo lo demás, en balance y
armonía, y es por ello que los grandes genios de la historia de la humanidad
que la conocían y la utilizaban en sus creaciones, hoy son los que perduran en
nuestra memoria a través de sus obras, pues nos transmiten “algo” más que nos
llega sutilmente a través de nuestros sentidos, donde nuestro espíritu,
reconoce el orden cósmico que hay detrás de esas obras. En el siguiente
artículo veremos más al respecto.
David Topí
No hay comentarios.:
Publicar un comentario