Postura de Empoderamiento Emocional

Existen dos energías principales con las que experimentamos nuestras emociones: el Amor y el Miedo. Todos nos experimentamos a través de la dualidad entre el Amor Incondicional y el Miedo Primordial, y todas las emociones que manifestamos en un momento u otro se encuentran dentro de estas dos. Las emociones como la tristeza, la inseguridad, la rabia, el rencor, los celos, el odio y la depresión se encuentran dentro del espectro del Miedo, mientras que la alegría, la bondad, la felicidad, la compasión y la esperanza se encuentran dentro del espectro emocional del Amor.

La Postura de Empoderamiento Emocional es una fórmula que sirve para romper con los elementos que generan un estado emocional negativo o de temor a través de una serie de cambios en la fisionomía del individuo. Los ingredientes de esta fórmula generan una especie de corto-circuito en los pensamientos y otros elementos negativos que pueden estar colaborando con el estado emocional destructivo, logrando de inmediato un estado emocional más alegre.


Antes de proceder, es importante destacar que cada emoción que se produce, sea agradable o desagradable, es importante para nuestro ser. Cada emoción que experimentamos tiene una causa, y si la emoción es desempoderante, debemos resolver la causa para regresar a un estado emocional óptimo. Lamentablemente, al igual que un dolor de cabeza, nos hemos acostumbrado a apaciguar el síntoma sin resolver la causa; buscamos una pastilla, un paliativo para adormecer el dolor, mientras la causa sigue allí, muchas veces agravándose. Es nuestra responsabilidad el hallar lo que originó el dolor, malestar o cualquier emoción desfavorable que estemos experimentando. Una vez que consigamos la causa y tengamos la resolución de abordar y resolver la situación, la emoción negativa ya no es necesaria, y debemos modificarla y salir de ella. Recuerda: ¡El Dolor es inevitable en nuestras vidas, pero el Sufrimiento es opcional! En otras palabras: es normal que al experimentar una pérdida, una traición, o cualquier episodio que genere emociones desempoderantes en nuestro ser, nos duela y drenemos ese duelo como sea posible; pero el prolongar y arrastrar esa emoción crónicamente nos paraliza o debilita, y es por eso que debemos parar el sufrimiento si deseamos vivir una vida plena.

Toda emoción desempoderante genera una serie de cambios en nuestros pensamientos, en nuestro lenguaje y en nuestro cuerpo. Incluso se producen cambios bioquímicos perjudiciales para nosotros que pueden desencaderar enfermedades severas. La Programación Neuro-Lingüística (PNL) cubre muy bien este tema, y en el caso de la Postura de Empoderamiento Emocional solo trabajaremos con los elementos físicos (del cuerpo).

Analicemos entonces los ingredientes físicos de un estado emocional desempoderante. Cuando experimentas una profunda tristeza o depresión: ¿Cómo se encuentra tu cuerpo, recto o encorvado? ¿Cómo se encuentra tu cabeza y mirada, hacia arriba o hacia abajo? ¿Es tu respiración honda y profunda, o corta y escasa? ¿Tus músculos se encuentran relajados y livianos, o tensos y pesados? Experimenta estos ingredientes y sentirás como poco a poco estas emociones invaden tu cuerpo, tu mente y tu alma.

Ahora utiliza la postura para salir de ese estado negativo:
Ponte de pié, y párate de forma erguida y recta;
Extiende tus brazos hacia los lados y dirige tu mirada hacia arriba;
Respira hondo y profundo, poniendo una sonrisa de oreja a oreja.


¿Qué pasó? ¿Puedes sentir alguna emoción desempoderante utilizando todos estos ingredientes? ¡Imposible! El cambio en tu postura genera un corto circuito al estado emocional desempoderante y restaura tu ánimo para que puedas actuar asertivamente.

Practica esta técnica cada vez que te sientas dentro del espectro emocional del Miedo y sentirás cómo mejorará considerablemente tu calidad de vida. La Postura de Empoderamiento Emocional te ayudará a salir de un estado emocional desempoderante, rompiendo los esquemas físicos que lo alimentan, pero no te resolverá lo que causó esa emoción; debes descubrir, enfrentar y resolver la causa para que la emoción destructiva desaparezca por completo.

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